Repercusiones de Basilea III en el precio del oro.
Primero necesitamos una explicación un poco larga de lo que suponen los acuerdos de Basilea III.
Nos viene muy bien la explicación que facilita la Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Basilea_III
Basilea III
Los Acuerdos de Basilea III (Basilea III) se refieren a un conjunto de propuestas de reforma de la regulación bancaria, publicadas a partir del 16 de diciembre de 2010.12
Basilea III es parte de una serie de iniciativas, promovidas por el Foro de Estabilidad Financiera (FSB, Financial Stability Board por sus siglas en inglés) y el G-20, para fortalecer el sistema financiero tras la crisis de las hipotecas subprime. Se trata de la primera revisión de Basilea II (CRD II) y se llevó a cabo a lo largo de 2009, entrando en ejecución a partir del 31 de diciembre de 2010.
Dentro del marco de la Unión Europea, los acuerdos de Basilea III se transponen jurídicamente en las normas de la Directiva 2013/36/UE (CRD IV) y el Reglamento UE n.º 575/2013 (CRR) de requisitos de capital.3
Visión general[editar]
La reforma de Basilea III viene motivada al observarse que la crisis financiera de 2008 se explica en gran parte debido al crecimiento excesivo de los valores presentados en los balances de los bancos (y también fuera de ellos, como en el caso de los productos derivados), y la simultánea caída del nivel y la calidad de los fondos propios previstos para riesgos. En efecto, muchas instituciones no contaban con reservas suficientes para hacer frente a una crisis de liquidez.
En este contexto, el sistema bancario se mostró en un primer momento incapaz de absorber las pérdidas que afectaban a los productos estructurados de titulización y tuvo que asumir, por tanto, la reintermediación de algunas de las exposiciones de fuera de balance.
En el peor momento de la crisis, las incertidumbres pesaban sobre la calidad de los balances. La solvencia de los bancos estaba en cuestión y ello conllevaba problemas de riesgo sistémico (la interdependencia existente podía provocar que la insolvencia de uno provocara la del siguiente), lo cual generó una crisis de confianza y de efectivo generalizada. Teniendo en cuenta el papel del sistema financiero en las finanzas y en la economía real, el carácter internacional de las instituciones financieras y las pérdidas que asumen los Estados principalmente a través de los planes de rescate con fondos públicos, se consideró legítima la intervención coordinada de los reguladores internacionales.
A diferencia de Basilea I y Basilea II, ambos centrados principalmente en el nivel de reservas que los bancos deben mantener para pérdidas bancarias, Basilea III se centra principalmente en el riesgo de "bank run" (pánico bancario), exigiendo diferentes niveles de capital para las distintas modalidades de depósitos bancarios y otros préstamos. Basilea III no sustituye, en su mayor parte, a las directrices ya conocidas como Basilea I y Basilea II; más bien las complementa.
Principios básicos[editar]
Capital[editar]
El acuerdo de Basilea III propone a los bancos aumentar sus reservas de capital para protegerse de posibles caídas. El capital mínimo de calidad (CET1, Common Equity Tier 1 por sus siglas en inglés), incluye las acciones ordinarias y los resultados acumulados. El ratio de capital CET1 pasa del 2% al 4,5%, computado sobre el total de los "activos ponderados por riesgo". Este ratio de capital mínimo debe ser mantenido en todo momento por el banco y es uno de los más importantes.
El llamado Capital Tier 1 incluye, además de las acciones comunes y las utilidades retenidas, las participaciones preferentes, híbridos de capital y deuda sin pagar. El ratio de Capital Tier 1 mínimo pasa del 4% al 6% aplicable en 2015 sobre el total de los "activos ponderados por riesgo".4 Dicho 6% se subdivide en el 4,5% de CET1 arriba mencionado, y el 1,5% extra de AT1 (Additional Tier 1).
En suma, el ratio mínimo de Capital Total (que incluye el Capital Tier 1, más el denominado Capital Tier 2), asciende en total al 8% de los activos ponderados por riesgo.
Respecto de los "activos ponderados por riesgo", se definen como la suma de los activos del banco, ponderados según el riesgo que cada activo comporte de acuerdo con las directrices de Basilea III. Por ejemplo: un préstamo al consumo, sin ninguna garantía, tiene un peso del 100%; mientras que un bono del estado, generalmente tiene un peso del 0% (por ejemplo, el bono alemán o suizo).
Por otra parte, Basilea III introduce el concepto de los "colchones de capital", que los bancos tendrán que construir gradualmente entre 2016 y 2019, para que pudieran ser utilizados en futuros tiempos de crisis:
- Colchón de conservación de capital: Equivalente al 2,5% de los activos ponderados por riesgo y compuesto íntegramente por instrumentos de CET1. Dado que el requisito mínimo regulatorio es mantener el 4,5% de CET1, deberá añadirse el mencionado colchón para que el capital de alta calidad ascienda al 7% a finales de 2019. Los bancos podrán utilizar, en determinadas circunstancias, el capital de este colchón de conservación de capital, aunque si el banco está cerca del porcentaje mínimo requerido, deberá reducir su margen de beneficios y dividendos. En definitiva, el objetivo es evitar que las instituciones sigan pagando altos dividendos y bonos incluso cuando sufren un deterioro del capital.
- Colchón de capital anticíclico de alta calidad: Entre el 0% y el 2,5% de los activos ponderados por riesgo. Puede ser requerido de acuerdo a las necesidades de cada país signatario del acuerdo. Este segundo colchón dependerá del nivel de capitalización de mercado y tiene por objeto proteger el sistema bancario en los períodos de expansión del crédito, cuando los bancos tendrán que guardar una parte de su capital a la formación de sus colchones.
Por lo tanto, teniendo en cuenta los dos colchones, el requisito de Capital Total mínimo (no confundir con el CET1) puede llegar al 13%.5
Apalancamiento[editar]
Basilea III introduce a partir de 2015 un "ratio de apalancamiento" mínimo propuesto, como medida complementaria a los ratios de solvencia basados en riesgo.
El ratio de apalancamiento se calcula dividiendo el capital Tier 1 por una medida de la exposición total no ponderada por riesgo, como los activos consolidados totales medios del banco (no ponderados). Se espera que los bancos mantengan un ratio de apalancamiento no inferior al 3% bajo Basilea III.6
Liquidez[editar]
Uno de los planes más importantes de la reforma de Basilea III es la introducción de dos ratios de liquidez: el LCR (Liquidity Coverage Ratio) y el NSFR (Net Stable Funding Ratio).7
- El LCR (Coeficiente de Cobertura de Liquidez) es una relación de un mes, que tiene como objetivo requerir a los bancos mantener suficientes activos líquidos de alta calidad para cubrir las salidas netas de efectivo durante un período de 30 días. Su fundamento es el siguiente: los activos líquidos de los que dispone una institución financiera (por ejemplo, bonos gubernamentales y bonos corporativos) deben tener un valor mayor o igual que las salidas potenciales de efectivo (por ejemplo, pagarés que expiran y retiros de cuentas de depósito) de dicha institución. De manera matemática, esto es:
Los activos que entran en la parte de Activos Líquidos, son tales que la institución pueda fácilmente convertirlos en efectivo. Para efectos del Coeficiente de Cobertura de Liquidez, éstos se separaron en dos tipos los activos de nivel I y activos de nivel II. Los activos de nivel I, son activos muy líquidos que no incurren en pérdidas, por precios inusuales a ser vendidos en el mercado. Por esta razón se ponderan al 100%. Los activos de nivel II son activos menos líquidos, que bajo un escenario de estrés pudiera ser que se vendieran a precios menores que los de mercado, por lo que tienen un ponderador menor que 100%.
Por otra parte en el denominador, en la parte de Salidas Netas de Efectivo, existen de hecho dos elementos que tienen importancia. El primero son las salidas que potencialmente tendrá la institución. Por ejemplo, de las cuentas de depósito esperamos que bajo un escenario de estrés se salga dinero, por lo que el total de las cuentas de depósito, se multiplican por un ponderador que mide cuánto podría salirse bajo un escenario de estrés (de hecho las cuentas de depósito se separan según que tan factible sea que salga dinero de las cuentas, por lo que hay más de un ponderador en juego). El segundo elemento son las entradas de efectivo, es decir, dinero que recibirá la institución durante el período de 30 días. Por ejemplo, aquí entran créditos que haya otorgado la institución y bonos que no sean líquidos de los cuales se va a recibir intereses o capital, entre otros.
Con estos elementos el coeficiente toma la siguiente forma (de acuerdo a la publicación del 6 de enero de 2013):
Sujeto a que los Activos Ponderados de Nivel II no sean más del 40% del total de los activos líquidos.
De acuerdo con el Acuerdo de Basilea de 16 de diciembre de 2010, sus parámetros principales son:
- El efectivo y la deuda soberana se pondera al 100%.
- Otros títulos se ponderan al 85% (15% de descuento sobre el valor de mercado).
- Los créditos a clientes se esperan renovar en un 50%, los préstamos interbancarios no se renuevan.
- Los depósitos minoristas sufrirán una tasa de fugas que oscilará entre el 5% y 10%, dependiendo de la estabilidad estimada del depósito en cuestión.
- Los depósitos a grandes empresas sufrirán una tasa de fugas de entre el 25% y el 75%, dependiendo de la estabilidad del depósito estimado en cuestión.
- La refinanciación de mercado se renueva en un 0%.
- El NSFR (Coeficiente de Fondeo Estable Neto) es una relación de un año que tiene como objetivo permitir a los bancos resistir un año a una crisis específica de la institución. Su filosofía es la siguiente: el importe de los requisitos de recursos estables (financiación necesaria estable) debe ser menor que la cantidad de recursos disponibles (financiación estable disponible).
Implementación[editar]
La implementación completa de Basilea III ha sufrido retrasos: habiéndose acordado en 2010, se preveía que Basilea III fuese introducido entre 2013 y 2015. Luego, la implementación se aplazó para marzo de 2019 y ahora será desde el 1ro de enero de 2022 en un lapso de cinco años.8
La Junta de Estabilidad Financiera, FSB, ha designado a la implementación de Basilea Basel III como una de las áreas prioritarias de su monitoreo. La labor de monitoreo y reporte en esta área ha sido encargada al Comité de Basilea sobre Supervisión Bancaria, (BCBS).9
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OroyFinanzas.com) – La aplicación de las reglas de Basilea III que iban a obligar a los bancos a triplicar la cantidad de capital que poseen en comparación con los niveles anteriores a la crisis y que tenían proyectado declarar al oro como un activo de riesgo cero (tier 1), reconociéndolo como dinero real, al igual que los bonos soberanos AAA, o el dinero en efectivo, se retrasarán un año en Europa, según lo acordado durante la última reunión del G-20 a comienzos de año.
Las naciones que conforman el G-20 habían aprobado en noviembre de 2010 un nuevo marco legislativo para exigir a las entidades financieras incrementar sus niveles de capital. El objetivo era mitigar futuras crisis financieras. Las reformas tenían la intención de generar un incremento de la solvencia de las entidades financieras permitiéndoles contar con mayor estabilidad de cara a resistir futuras crisis.
[youtube]http://youtu.be/CWUVqFcQvgc[/youtube]
Pero los reguladores financieros del Comité de Basilea acordaron a comienzos de año aplazar el periodo dentro del cual 200 bancos a nivel global deberán cumplir con los acuerdos de Basilea III.
La decisión del Comité de Basilea III de remonetizar a partir del 1 de enero de 2013, al oro y contabilizarlo al 100% de su valor, o lo que es lo mismo, considerarlo como un activo de riesgo cero, como los dólares estadounidenses o los euros, se retrasa un año mas. La idea es que el oro cuente al 100 por ciento con su valor de mercado, cuando se auditen los activos de un banco. Por otra parte, según el marco de Basilea III, un banco de primer nivel deberá tener entre el 4 y el 6 por ciento de sus activos totales en activos calificados como tier 1. Esto significa que con la recalificación del oro a tier 1, muchos bancos tenderán a reemplazar muchos de sus activos respaldados por hipotecas y carteras de renta fija por oro físico de inversión.
Durante los acuerdos de Basilea I de 1988 y Basilea II de 2004, el oro era considerado un activo “tier 3”, contabilizando únicamente el 50 por ciento del valor de mercado de los balances bancarios.
[youtube]http://youtu.be/B9ayMpbPRAw[/youtube]
Los reguladores del Comité de Basilea han decidido otorgar a los bancos más tiempo para reforzar su respaldo de capital. Muchos bancos se habían quejado ante la comisión de no poder cumplir con el plazo de 2015 para acatar una nueva normativa mundial sobre un mínimo de tenencias de activos que puedan ser vendidos rápidamente y al mismo tiempo ofrecer créditos a empresas y consumidores.
Sin embargo el prestigioso analista e inversor de metales preciosos Jim Sinclair afirma de manera tajante que la única razón por la que los acuerdos de Basilea III se han retrasado, es porque el sistema financiero occidental simplemente no tiene la capacidad en términos de liquidez real para cumplir con los nuevos requisitos. Sinclair señala que si el sistema financiero occidental no puede cumplir con los requisitos ahora, no cumplirá con ellos en 2 años.
Fuente: nationalinterest.org, reuters.com, cnnexpansion.com, eleconomista.com.mx
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Un rápido adelanto y llegamos a Marzo de 2021.
Aquí es donde es conveniente explicar qué está pasando en el mercado del oro y lo que ocurrirá cuando los bankers que controlan el precio tengan que cerrar sus posiciones cortas.
La próxima reforma de Basilea III y su repercusión en el mercado del oro y los bancos
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) es propiedad de 63 bancos centrales de todo el mundo y representa aproximadamente el 95% del PIB mundial. Tiene su sede en Basilea, Suiza, y trabaja en el área de estabilidad monetaria y financiera. Enterrada entre las amplias capas de información sobre Basilea III se encuentra una parte clave de las próximas reformas: el índice de financiación estable neta (NSFR).
El Bank for International Settlements BIS (Banco de Pagos Internacionales) ha definido este cambio como la cantidad de financiación estable disponible en relación con la cantidad de financiación estable requerida.
“Sin embargo, nos relata Andrew Lane, lo que tenemos que entender es que este cambio es un territorio nuevo para los bancos y hará que algunos de los más pequeños tengan que cerrar sus puertas para siempre”. Antes de 2008, podía ingresar a un banco o sociedad de crédito hipotecario y, después de dar su nombre, podía salir con una hipoteca del 125%. Tan loco como suena, así es como era. Tal era la fe en el auge de los precios de la vivienda, que los bancos vieron esto como un riesgo mínimo, pensando que su inversión podría ser fácilmente absorbida por los increíbles incrementos en el precio de la vivienda que estábamos viendo en ese momento. No olvidemos que este criterio de préstamo no era simplemente “flexible” frente a las hipotecas, ya que hay muchos otros tipos de financiación que ofrecen los bancos.
Por lo tanto, el índice de financiación estable neta (NSFR) es el elemento crítico que debemos tener en cuenta al evaluar cómo afectarán las nuevas reglas de Basilea III a los bancos. Con el dinero fiduciario depreciándose más rápido que una roca caída con el tiempo, ¿qué otra opción tienen los bancos para prestar? Bueno, no es ningún secreto que los bancos han estado comprando oro durante los últimos años, y tampoco es ningún secreto que la fecha del “Día D” de Basilea III se ha retrasado a lo largo de los años con la Covid-19 como la última excusa.
Se ha concedido una prórroga para la London Bullion Market Association (LBMA) pero, de forma crítica, esto no afecta la visión global de NSFR. Por lo tanto, el oro físico (no el papel) reclasificado como Nivel 1 debería impulsar un mercado físico. Ya no se puede acortar el oro del papel como hemos visto a lo largo de los años de manipulación. Entonces, “¿cuáles son las formas de evitarlo? No hay forma de que los bancos lo acepten, y ya deben tener un plan bajo la manga para doblar las reglas. Pero, ¿y si no es necesario? ¿Qué pasa si estas nuevas reglas de Basilea III funcionan a su favor, y en lugar de que el precio se derrumbe a lo largo de los años?”, se cuestiona Lane.
En los niveles actuales, alrededor de 1.730 dólares la onza de oro, si tienen varias toneladas de lingotes en sus bóvedas que están asignadas y puede prestar contra esto, entonces seguramente sería de interés para los bancos que los precios se dispararan más alto. Inflación manipulada / fijación de precios, por así decirlo.
Para poner en perspectiva lo importante que es comprender la NSFR, en Londres se comercializa diariamente más oro del que se produce a través de la minería en un año. Se estima que casi el 95% del oro que se comercializa a diario en Londres es oro en papel sin asignar. Existen cifras similares en el COMEX de Nueva York, y alrededor del 1% alguna vez acaba en entrega.
¿Cómo se va a probar la asignación de oro con las nuevas normas de Basilea III? Los bancos serán auditados antes de la fecha límite, por lo tanto, si se requiere un examen físico antes de la auditoría, los bancos deben insistir en la entrega y con rapidez. Entonces, ¿de dónde va a salir todo este oro cuando sabemos que una gran cantidad de dinero negociada es papel? Las bolsas han estado liquidando primas en las fechas de entrega de futuros durante años cuando la demanda es demasiado grande. Y las asignaciones exigidas superarán con creces la capacidad logística para entregar.
¿Qué pasa entonces? ¿El COMEX, LBMA y otros colapsan? ¿Qué pasa con las posiciones cortas abiertas? Pues que deberán cerrarse antes de cada auditoría, de lo contrario sería como un asesino entregándose a la policía con el arma en la mano y las balas perdidas.
¿Por qué cualquier banco que actualmente tenga oro físico en su poder querría venderlo particularmente al nivel de precios actual? Bueno, no lo harían, ¿verdad?
Supongamos que es un gran banco comercial que quiere la entrega de oro físico enorme en el mes de entrega de abril. Si el COMEX se da la vuelta y ofrece una liquidación en efectivo como ha sido el caso durante años, el gran banco comercial puede negarse. Después de todo, si no está disponible, no debería haberse ofrecido. A lo que esto podría conducir es esencialmente un «le debo» del COMEX al banco o una transferencia adicional al próximo mes.
Sin embargo, si 50 grandes bancos comerciales llaman a la puerta, será imposible satisfacer esta demanda. En este punto, se puede jugar una fuerza mayor; sin embargo, si tiene un plazo más corto y necesita el oro físico, no se aceptará una liquidación de dinero, ya que el precio del oro podría subir exponencialmente antes de enero de 2023, por lo que el efectivo con prima no es atractivo.
Cómo se desarrollarán las nuevas normas de Basilea III es una incógnita, ya que hay tantos escenarios que no hay libros de reglas a los que referirse. Dejando a un lado lo complicados que podrían ser los próximos meses, el resultado es que los cortos de papel están fuera de discusión a partir del 28 de junio de 2021, los bancos serán auditados antes del final del segundo trimestre de 2021 y podrán encontrarse con una escasez masiva de oro.
“Casi podemos ignorar las macros en juego en el mundo actual, ya que Basilea III es mucho más grande y una oportunidad comercial que no se puede perder. Los precios no pueden mantenerse por mucho más tiempo en estos niveles y, a medida que nos acercamos al final del primer trimestre, esperaríamos que los precios comiencen a subir a niveles mucho más altos” finaliza así su análisis sobre las nuevas normas de Basilea III Andrew Lane.
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La parte importante es la entrada en vigor de los acuerdos de Basilea III. Si no se retrasa (nunca se puede asegurar) se aplicará desde el 1/Enero/2023.
[Último retraso debido al coronavirus https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/03/27/companias/1585322229_404856.html).]
Pero como indica el artículo (de Martínez Gallego), las auditorías a los bancos, donde tienen que tener el oro asignado en propiedad, se harán en el segundo trimestre de 2021 (si no hay cambios de última hora). Por eso los bankers deben cerrar sus posiciones cortas antes de finales de Junio. Mientras tanto es posible que veamos ajustes en el precio del oro, para forzar a los largos a vender y poder cerrar los cortos en la mejor condición posible. Es por este detalle, que el oro puede romper su zona de soporte de 1680-1700$ y dirigirse a la zona de 1500-1550$, antes de finales de Junio. Posteriormente, nada le impedirá subir con fuerza, pues beneficia el incremento de reservas de los propios bancos.
Saludos.
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