"Momento Minsky" y el mercado de bonos.
Hyman Minsky popularizó una teoría que describe el "momento Minsky" como la culminación de un movimiento presidido por la incertidumbre, la irracionalidad y la exuberancia.
La teoría de Minsky es que la propia estabilidad de los mercados provoca la inestabilidad. No hace falta un shock externo, para que los mercados se conviertan en inestables.
La clave es que los mercados se vuelven complacientes durante los periodos de bonanza tras una crisis y ello les lleva a correr demasiados riesgos hasta incurrir en la fase final, en proyectos (préstamos) muy arriesgados.
Distinguía tres etapas en este proceso.
"En la primera etapa, poco después de una crisis, los bancos y los prestatarios son cautelosos. Los préstamos son por montos modestos y el prestatario puede devolver el préstamo inicial y los intereses.
Con el aumento de la confianza, los bancos comienzan a ofrecer préstamos de los que el solicitante sólo puede pagar los intereses. Por lo general, el prestatario ofrece un bien como garantía cuyo valor está en ascenso.
Finalmente, cuando la crisis anterior es ya un recuerdo del pasado, llegamos al estadio final. En este punto, los bancos hacen préstamos a firmas o personas que no pueden pagar ni el dinero inicial ni los intereses. Todo esto se hace con la creencia que los precios de los bienes aumentarán."
Finalmente, se producía el momento Minsky cuando "el castillo de naipes" se derrumba. Llega un momento en que la subida del precio de los activos que soporta las garantías termina y tras el comienzo del declive, todo el entramado se viene abajo. Algo así sucedió en la crisis sub-prime de 2008 y algo semejante está sucediendo en la economía mundial actual, solo que esta vez ha alcanzado un tamaño gigantesco, que afecta a todo el sistema.
En nuestro caso, la complacencia no solo viene dada por la bonanza económica tras la crisis de 2008 y luego, como resultado de las intervenciones post-pandemia, sino que ha contado con la inestimable colaboración de los BC. El intento de cortar de raíz la mínima expresión de una crisis latente, ha inducido a pensar que los BC actuarán como el último baluarte ante cualquier atisbo de crisis que aparezca. Este pensamiento provoca una sensación de euforia y permite evaluar cualquier operación como carente de riesgo, incurriendo en medidas especulativas muy arriesgadas, como comprar bonos con tipos negativos o apalancarse notablemente en bonos a bajo tipo de interés para conseguir una rentabilidad mayor.
La compra de bonos por parte de los BC (directa o indirectamente) aportó seguridad al mercado y la aparición de la inflación en 2021-2022 debió hundir al mercado, pero solo corrigió un poco al comprobar como la FED intervenía en la crisis de los bancos regionales americanos, comprando sus bonos a precio nominal en lugar de obligarles a experimentar pérdidas si las ventas se hacían a precio de mercado.
Este movimiento inspiró nuevas compras de bonos , en la seguridad de saber que tenían un respaldo si las cosas se ponían feas. La principal consecuencia de la ausencia de riesgo ha sido la disminución de los diferenciales de la deuda basura frente a la deuda pública y la tremenda caída en las condiciones financieras, que a pesar de la subida de tipos, han permanecido en mínimos históricos, fomentando el crecimiento de la deuda hasta extremos nunca vistos.
En este año 2025, hemos visto como la deuda mundial ha perdido todo tipo de control y ha crecido como si estuviéramos en tiempos de crisis. Sin duda, hemos entrado en esa última fase donde se conceden préstamos arriesgados en la creencia de que los activos subirán lo suficiente para servir de garantía.
Un descenso de los activos en este punto, sería una estocada definitiva para los mercados y pronto sufriríamos el "momento Minsky", trasladándose a todos los mercados como si fueran fichas de dominó.
Mercado de Bonos.
Si bien existen múltiples burbujas en la bolsa, el sector inmobiliario y las criptomonedas, es el mercado de deuda por su importancia sistémica es que hay que vigilar.
Ya he comentado el caso de Japón, donde su mercado de largo plazo, ha roto resistencias históricas de rentabilidad (y por lo tanto caídas de precios de la deuda), junto con una fuerte devaluación de la moneda. Pero este adelantamiento en la tendencia solo es la punta del iceberg.
El resto de los principales mercados (excepto China) presenta preocupantes gráficos que amenazan con una fuerte subida de las rentabilidades (y caídas de precios asociadas).
La pérdida de control por parte del BJ es un peligroso precedente. El Banco de Japón llegó a tener en cartera el 50% del mercado de renta fija y aún así ha sido incapaz de mantener la rentabilidad de los bonos en mínimos, con el objetivo de reducir los gastos financieros procedentes de una enorme deuda pública.
Si este ejemplo, se traslada al resto de la deuda occidental, podemos experimentar el momento Minsky en cualquier momento y (aunque Minsky no lo cree necesario) solo haría falta un detonante como comentaba en este post anterior, para superar la resistencia de los BC. Sin detonante (que actúa como acelerante), todavía podrían aguantar unos años más.
Ahora un breve repaso sobre como está el mercado de bonos en alguna de las principales plazas.
Bono 30 años USA.
La característica principal es el final de la tendencia bajista de los tipos que duró 40 años y el comienzo en 2020, de una tendencia alcista que solo está en sus inicios. Está consolidando en un triángulo con resistencia en el 5%, por lo que es la cifra a vigilar. En otros mercados como veremos, ya se ha superado los máximos de 2023.
Bono 30 años Francia.
Como decía en el gráfico anterior, Francia ha superado los máximos de 2023 y continúa con la tendencia alcista. En este caso, la cifra a vigilar es el 6%. La referencia es Japón, que ya ha superado los máximos del año 2000 en el caso de los bonos a 30 años.
Bono 30 años Alemania.
El caso de Alemania es similar a Francia. El cambio de tendencia es espectacular. Ha superado los máximos de 2023, pero aún está lejos del pico de 2000. La reciente decisión del gobierno de Merz de disparar el gasto público puede poner en apuros la rentabilidad alemana.
Bono 30 años Japón.
Solo lo traigo para que se vea como ha superado con claridad los máximos del año 2000.
Bono 30 años Gran Bretaña.
En Europa también tenemos otro ejemplo importante de superación de la rentabilidad de los máximos del año 2000.
Como se puede apreciar, la tendencia bajista se rompió en el año 2020-2021 y desde entonces ha comenzado una notable tendencia alcista.
A diferencia de los tipos oficiales (que se han reducido con fuerza), los bonos a largo plazo han continuado subiendo.
El tremendo crecimiento de la deuda pública ha empezado a presionar los tipos de largo plazo. La estratagema de cambiar las emisiones de deuda pública potenciando la parte de letras a corto plazo, en detrimento de las emisiones a largo plazo, ha frenado un poco la subida de los tipos del mercado secundario, pero no ha conseguido revertir la tendencia al alza.
Incluso la FED, para detener las tensiones de liquidez, ha reiniciado por la puerta de atrás una QE mínima para comprar letras del tesoro.
"La Reserva Federal no solo recortó los tipos un 0,25 %; más importante aún, anunció una intervención específica en las Letras del Tesoro, centrándose en el segmento más corto de la curva, donde las tensiones de liquidez son ahora más agudas. El FOMC ordenó explícitamente a la mesa de Nueva York que aumentara sus tenencias de bonos del Tesoro para mantener reservas consideradas "suficientes", mediante la compra regular de Letras del Tesoro y la reinversión de todos los reembolsos de capital de las agencias en el mismo segmento de la curva.
El calendario publicado —compras casi semanales de Letras del Tesoro a 1-12 meses por importes de hasta 8.000 millones de dólares por transacción— confirma que no se trata de un ajuste técnico, sino de un apoyo continuo al mercado monetario, con el fin de contener las tensiones en los repos y las SOFR. De este modo, la Fed reconoce implícitamente que el problema no reside en el nivel de los tipos de interés, sino en la circulación efectiva de efectivo en un sistema saturado de deuda pública."
Una segunda ola inflacionaria (al estilo de los setenta del siglo pasado), enviaría los tipos a máximos históricos, contribuyendo al momento Minsky, debido al tamaño de la deuda, muchísimo mayor que el correspondiente a la deuda de los año 70. En nuestro caso 2026 es similar a 1978 (veremos si la continuidad en 2026 se asemeja a 1977-1978).
Por eso es importante vigilar los precios del petróleo, que están actuando como freno en la tendencia de la inflación. Sabemos que el incremento de precios se ha vuelto extraordinariamente resistente a bajar a los niveles pre-pandemia, pero al menos están controlados. Una subida agresiva de los precios del petróleo derribaría esta barrera y entraríamos en ese camino sin retorno que nos conduce al colapso del sistema, tras un "momento Minsky".
Harnett dijo hace unos días que el gráfico de las materias primas pronto sería muy semejante al gráfico de los metales preciosos con una subida exponencial. El cobre ya está en ello y parece que el precio muy bajo del petróleo tiene los días contados (aunque pueda aguantar en 2026, apoyado en ese "exceso" de petróleo). Como comenté en el post de ayer, este exceso puede tener los días contados, aunque harán lo posible y lo imposible por contenerlos, cueste lo que cueste.
La tendencia va a continuar y ya sabemos que límites en el mercado de bonos hay que vigilar. No tengan prisa, los esfuerzos de los BC pueden ser muy fructíferos durante más tiempo del que pensamos, pero el resto de década va a ser una lucha sin cuartel, aunque conozcamos de antemano el resultado final.
Veremos ...
PD.
Para terminar vean la diferencia en el mercado de bonos de China.
Bono 30 años China.
Aquí todavía no se aprecia ningún cambio en la tendencia bajista, aunque puede existir algún cambio sin confirmar en este 2025.









Trump pretende ahogar económicamente a Venezuela, frenando el comercio de petróleo, al tiempo que reduce el flujo de petróleo a China.
ResponderEliminarhttps://www.zerohedge.com/geopolitical/gunboat-diplomacy-accelerated-us-reportedly-interdicts-seizes-another-oil-tanker
La diplomacia de las cañoneras del presidente Trump busca interrumpir el flujo de crudo de Venezuela a Cuba y luego a China. Esta campaña de política exterior comenzó a principios de este año con buques de guerra estadounidenses estacionados frente a las costas venezolanas en aguas internacionales, pero se aceleró drásticamente hace semanas con la incautación por parte de Estados Unidos de un petrolero sancionado en el Caribe y ahora se ha intensificado aún más con informes de la interceptación y la incautación de otro petrolero.
Reuters cita a tres funcionarios estadounidenses el sábado por la mañana que afirmaron que las fuerzas estadounidenses están interceptando e incautando otro petrolero frente a las costas de Venezuela en aguas internacionales . Esta podría ser la segunda incautación de este tipo en semanas y se produce días después de que Trump anunciara un bloqueo de todos los petroleros sancionados en la región venezolana.