El retrato de Dorian Gray.
¿Quién no ha leído la novela de Oscar Wilde?
Un amigo de Dorian (Basil Hallward) pinta un cuadro (retrato del propio Dorian) resaltando la belleza del joven. Dorian entabla relación con Lord Henry Wotton, aristócrata que solo persigue el placer como forma de vida. Conocedor de lo efímero de la juventud, Dorian hace un pacto para vender su alma a cambio de mantener la juventud, mientras es el propio cuadro el que recibe las inclemencias del paso del tiempo y los efectos de las enfermedades.
La economía mundial también ha firmado un pacto para parecer saludable durante décadas, mientras la realidad se mantiene fuera de los ojos del espectador. Llevamos cincuenta años de "saludable" crecimiento, mientras las "enfermedades" (exceso de deuda, pérdida poder adquisitivo, agotamiento recursos, superación de los límites planetarios, etc.) permanecen al margen del escrutinio general.
Solo es cuestión de tiempo que el daño infligido al sistema durante tanto tiempo, reaparezca en forma de crisis definitiva y destruya el formato de civilización que hemos disfrutado, en un proceso que como la fulminante decrepitud de Dorian, va a ser extremadamente rápido.
Como si supiéramos que el tiempo se acaba, estamos acelerando el "hedonismo" rampante, en forma de burbuja de todo. No solo hemos incrementado la deuda hasta extremos abiertamente impagables, sino que en un intento de huida desesperada, estamos agotando las reservas de recursos, incrementando la velocidad de extracción de las materias primas (como el petróleo), sin importar las consecuencias de no reponerlas vía nuevos descubrimientos.
En un intento de eludir el final y prolongar la vida etérea, queremos conseguir más tiempo, presionando a nuestros rivales, amenazando con prohibir la pertenencia a tan selecto grupo (Swift) o imponiendo severas sanciones o aranceles con el fin de obligar a renunciar a los privilegios que les pertenecen por razón de territorio o desarrollo interno.
Aunque la visión del cuadro nos devuelve la verdad sobre la situación económica, seguimos insistiendo en prolongar el pacto, con medidas cada vez más desesperadas.
Hemos dejado de lado la "emergencia climática" para centrarnos en dos nuevos focos.
Por un lado, la necesidad de aumentar las fuentes de energía para suministrar potencia a los nuevos centros de datos, que sustentan la IA. Parece que el planeta es incapaz de "moverse" sin preguntar a la IA como debemos hacerlo. Puesto que las renovables no son lo suficientemente buenas, seguras y constantes, hay que invertir de nuevo en centrales de gas, nucleares o reactores semi-modulares o carbón si fuera preciso, olvidando las emisiones de CO2 que ayer eran el factor más apremiante.
Por otro, acabamos de descubrir que no tenemos armamento para protegernos de una "invasión". Y ya puestos, queremos reestructurar el sistema de defensa invirtiendo una barbaridad de dinero, que por supuesto, no tenemos (¿he dicho ya que estamos de deudas hasta las orejas?).
Respecto a la "buena marcha" de la economía, vamos con algunos datos.
1º). La producción industrial de Alemania se hunde.
2º) El índice de carga de transporte USA no deja de caer, reflejando el retroceso en el sector del transporte de mercancías.
3º) Un ejemplo del tamaño de la burbuja en la bolsa.
La capitalización de un solo valor Nvidia (5 billones de dólares), es superior al PIB de todos los países del mundo excepto USA y China.
El crecimiento de la deuda en el gráfico es explosivo y falta la última actualización hasta 1,66 billones.
5º). El mercado laboral estadounidense está en RECESIÓN:
La tasa de desempleo de larga duración (personas sin trabajo durante 27 semanas o más) alcanzó el 25,7% del total de desempleados, la más alta en 4 AÑOS. Cuando este indicador superó por primera vez el 25% durante la CRISIS FINANCIERA, Estados Unidos ya llevaba más de un año en recesión.
6º) Las quiebras en Francia superan los máximos de 1995.
El sector empresarial francés registró un récord de 68.000 quiebras en agosto, según los últimos datos del Banco de Francia, la cifra más alta desde que hay históricos. Además, esta tendencia lleva años con un crecimiento alarmante: las insolvencias se han acelerado a un paso de doble dígito; 38% en 2023 y 21% en 2024, según los datos.
7º) La crisis inmobiliaria en China es peor de lo que parece.
"Sin embargo, el número de chinos urbanitas de entre 28 y 32 años alcanzó su punto máximo en 2019, y poco después estalló la burbuja inmobiliaria. Actualmente, el sector inmobiliario –que en su punto álgido entre 2020 y 2021 representaba el 25% del PIB y el 38% de los ingresos públicos– se encuentra sumido en una grave crisis: la demanda es débil, la construcción ha caído y la sobrecapacidad es severa. El descenso de precios ha diezmado la riqueza de los hogares, con pérdidas equivalentes al valor de toda la producción económica anual del país. Esto ha socavado el consumo, el empleo, el crédito y la inversión.
La crisis que se cierne sobre China es más grave que la que afrontó Japón. Para empezar, la burbuja inmobiliaria china es mucho mayor. Por ejemplo, la inversión residencial como porcentaje del PIB en China en 2020 fue un 50% superior a la de Japón en 1990. En ese mismo año, el 70% de los activos totales de los hogares chinos eran inmuebles, frente al 50% en Japón en 1990. Además, la relación precio-ingreso en China hoy más que duplica la que tenía Japón en 1990. Por otro lado, la tasa de fertilidad en China es aún más baja. Mientras que Japón vivió un segundo repunte de compradores primerizos una década después del primero, China no puede esperar nada parecido. La proporción de mayores de 65 años está aumentando en China mucho más rápidamente que en Japón: al país nipón le costó 28 años alcanzar el nivel que China alcanzará entre ahora y 2040. Durante el periodo equivalente en Japón (1997-2025), su crecimiento del PIB promedió apenas un 0,6% anual."
8º) Japón como ejemplo de la perniciosa demografía occidental y china.
"Según las últimas estadísticas, durante el año previo al 1 de octubre de 2023, el país perdió 837.000 ciudadanos japoneses, la mayor disminución anual desde que comenzaron estos registros en 1950. Esto equivale a una disminución diaria de aproximadamente 2.293 personas. Un déficit poblacional de 96 personas muertas por hora que no son reemplazadas por nuevos humanos."
En un contexto de grave crisis demográfica, la deuda de Japón toma tintes dramáticos.
Y la subida de tipos de interés, pone contra las cuerdas al gobierno japonés.
9º). La solución salvadora en forma de transición energética (más la IA y sus centros de datos), depende del cobre. Y la escasez de esta materia prima está llamando a la puerta.
"Según nuestro escenario base, se necesitarán 7,8 millones de toneladas de nuevo suministro de cobre para 2035 para cubrir el creciente déficit entre la oferta y la demanda. El reciclaje y la chatarra contribuirán, pero no serán suficientes para subsanar la deficiencia."
10º). Nos enfrentamos a la mayor crisis de la historia, consecuencia de intentar crecer a toda costa, sin tener los recursos disponibles.
Es evidente que esta lista puede proseguir con muchos más ejemplos.
Pero solo quería dar una serie de ejemplos para certificar que la buena presencia de la economía mundial medida en crecimiento PIB, solo es una fachada que no refleja los verdaderos fundamentos que subyacen bajo la apariencia de una bonanza interminable.
.jpg)




https://www.xataka.com/empresas-y-economia/carrera-ia-ha-cambiado-fase-ahora-empieza-deuda
ResponderEliminar