Primer aviso. Pasamos a Defcon3.

 En el mes de Noviembre de 2020, establecí una serie de parámetros de vigilancia para monitorear el grado de alerta acerca de una posible crisis sistémica.

El post lo publiqué en el antiguo blog y lo rescaté para el hilo del oro y plata de burbuja-info.

Se puede leer completo en estas dos entradas, gracias a la amabilidad de Muttley.

https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/oro-y-plata-post-oficial.1307819/page-543#

https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/oro-y-plata-post-oficial.1307819/page-544#


En el segundo post, describo una lista de inputs a vigilar, entre ellos la inflación. 

La superación de una inflación sobre el 4% en USA, me hace activar una alerta temprana. Es evidente que una subida puntual no tiene importancia, pero ya debemos vigilar la confirmación a lo largo de los próximos meses.

https://wolfstreet.com/2021/05/28/feds-favorite-lowball-inflation-gauge-is-red-hot-not-seen-in-decades-even-without-the-base-effect/

Ahora el resto de los indicadores cobran más importancia, porque la activación de cualquiera de ellos, pondría en alerta roja todo el sistema. De momento el brent está superando hoy los 70$, todavía lejos de los 90$ marcados como línea roja, pero con una tendencia preocupante en los meses centrales del verano.

Ya hemos sobrepasado el punto de no retorno, ese punto que señala la zona donde una vez se atraviesa ya no permite una solución clásica al problema. A partir de ese límite, no hay solución y la crisis debe resolverse con una ruptura total del antiguo sistema y una nueva creación de un sistema alternativo, que deje atrás los problemas que han llevado a la destrucción al sistema anterior.

Estamos inmersos en una acumulación de burbujas al mismo tiempo, por primera vez en la historia. Hasta ahora era imposible que coincidieran una burbuja de la bolsa y otra en los bonos. La razón es sencilla. Tras una recesión o depresión, los tipos de interés bajan al mínimo para facilitar la inversión en una economía débil. La bolsa toca mínimos y comienza a recuperar, acompasando la caída de los tipos. Una vez la economía ha mejorado, las bolsas, que se han adelantado a la mejora, van subiendo hasta alcanzar máximos. Para evitar el recalentamiento, los BC comienzan a subir tipos para quitar presión a las bolsas y evitar la formación de una burbuja, entrando en lo que se conoce como ciclos de auge y caída, ciclos vitales que gestionan la delicada relación entre recesiones y burbujas. Cuando las bolsas alcanzan máximos, los tipos de interés suben con fuerza, para equilibrar la dinámica alcista de las bolsas y por eso, nunca coinciden una burbuja de la bolsa con una burbuja de los bonos.

En 2008, el mecanismo que gestiona los ciclos se rompió, cuando Bernanke, estudioso de la Gran Depresión de 1929, decidió intervenir artificialmente los mercados, al inyectar grandes cantidades de dinero, con el objetivo de salvar el sistema financiero (evitando la destrucción creativa de Schumpeter, que elimina las malas empresas) y mantener la liquidez del sistema.

Esta medida por si sola, no destruyó el sistema vigente. Si solo hubiera existido una QE, la crisis hubiera sido más profunda, pero no se hubiera desactivado el mecanismo que genera los ciclos y elimina las empresas y bancos no solventes. El precio era más paro, una recuperación más lenta y un menor consumo. 

Al buen funcionamiento de la primera QE se sumó el inicio de la crisis bancaria europea. Años de acumulación de excesos desde 1971, habían puesto al sistema financiero ante una disyuntiva complicada. Los bancos malos tenían que quebrar, tras muchos años de excesos y el problema en Europa, era que la crisis estaba demasiado extendida. Draghi pronunció su famosa frase y entramos en una vía peligrosa, cuando los BC (primero Japón, luego la FED y ahora el BCE), se comprometieron a aportar todo el dinero preciso para que el sistema no quebrara. 

El sistema no quebró, pero los cimientos de la destrucción fueron sólidamente plantados. Si el sistema no se regenera, eliminando aquellos elementos que no pueden sobrevivir en condiciones de mercado, todo se vuelve artificial y necesita de la continua inyección de los BC para continuar funcionando.

En efecto, los tipos bajaron a cero, para reactivar la economía, con la esperanza de volver a una estructura ortodoxa, tras la ansiada recuperación económica.

Los BC han comprobado que no ha sido así. Ni en Europa ni en Japón, han tenido ninguna oportunidad de elevar los tipos desde entonces. La FED lo intentó tibiamente, para retroceder tras sus pasos, en cuanto el mercado tuvo una recaída, advirtiendo de la fragilidad  de una recuperación basada en el estímulo permanente.

Las deudas han crecido hasta superar sus máximos históricos y ahora todos saben que una subida de tipos es imposible, y tampoco se puede dejar de imprimir dinero de forma constante, porque es preciso financiar la deuda estatal. Con los tipos cercanos a cero o negativos, si los BC anunciaran públicamente que dejaban de apoyar al mercado, el crash sería inmediato, por falta de compradores. 

Si eliminamos los periodos de guerras mundiales, la deuda pública actual (USA) no tiene parangón con ninguna otra situación. 



Por lo tanto, estamos en ese punto de no retorno. Los BC no pueden subir tipos y tampoco pueden dejar de inyectar dinero para financiar los déficit y las renovaciones de deuda de cada estado.

Esta situación crea un conflicto permanente, porque este sistema en el pasado, siempre ha conducido al desastre. La inflación monetaria termina por aparecer y si bien estamos ante una novedad (por primera vez, todos los países importantes, al mismo tiempo, están imprimiendo dinero sin límite), que causa una estabilidad ficticia  entre la cotización de las diferentes divisas, la devaluación monetaria (se produce cuando el crecimiento monetario es superior al crecimiento económico) empieza a afectar a la valoración de los activos duros, como las materias primas.

Esta imagen es desoladora. Se necesitan 5$ de deuda para crear un dólar de crecimiento. En el gráfico se puede ver como ha evolucionado esta relación. Y como se está acelerando todavía más.



La insistencia de los BC en mantener este sistema artificial ha provocado la creación de varias burbujas al mismo tiempo. Bolsa, bonos, inmobiliaria, criptomonedas y por último, materias primas, están entrando en una burbuja masiva, porque la generación de dinero gratis es continua. La huida hacia delante de los BC, en principio no afectó mas que a los activos financieros, pero los vasos comunicantes han terminado por extender las burbujas a todos los sectores posibles. 

Posiblemente si la burbuja fuera creada por el público, hubiera estallado hace tiempo, pero esta vez, los BC son los causantes y por ello, la fuerza electromotriz es inmensa. Tienen tantos recursos, que han sido capaces de generar una burbuja detrás de otra, sin necesidad de que estalle ninguna por el camino. Naturalmente, ello también trae consecuencias. Primero, no puede dejar de inyectar dinero, bajo la amenaza de explotar la burbuja existente. Segundo, esa continua emisión, termina causando otras burbujas por el exceso de dinero. Tercero, es imposible evitar la aparición de la inflación, incluso aunque el dinero emitido no llegue a la población general. La mayor parte se queda en las reservas bancarias o se dirige a la bolsa y los bonos, pero tantos años, precipitan la extrapolación a amplias capas de la población ( no a todos, pero si a los suficientes).

La ruptura de las cadenas de suministro por la pandemia es la excusa perfecta para que el movimiento inflacionista coja fuerzas.

Ya hemos llegado a ese momento.

El problema cuando llega es que el tiempo para la explosión final, ya no es ilimitado. Los BC han previsto una cierta inflación y por eso la FED anunció el cambio de un límite del 2% de la inflación a una media del 2%, sin decir que unidad de tiempo tomaba para calcular esa media.

Por otro lado, anuncian que la inflación será transitoria, para evitar ser forzados a subir tipos, con lo que ello implica.

Lamentablemente, los BC importantes no son los únicos que han emitido dinero. La pandemia ha destrozado las cuentas de muchos países y los emergentes, no tienen una moneda tan fuerte y estable como el dólar, yen o euro. Serán los primeros que sufrirán y si la inflación ha hecho acto de presencia en Occidente, podemos imaginar las presiones en países como Turquía, Argentina, Brasil o incluso India o Irán.

La subida de los precios del petróleo es el siguiente indicador a vigilar. Si el Brent supera los 90$ alcanzaremos el Defcon2, con todos los sistemas alerta para la explosión final y si la plata supera los 50$ la onza, el sistema pasará a Defcon1, lo que significará que se ha perdido todo el control, la "guerra" ha comenzado y estamos saltando por los aires.   

Entramos en la fase final.


Saludos. 

Otros indicadores que sigo son el margin debt, la lira turca y la caída del bitcoin.

https://futurocienciaficcionymatrix.blogspot.com/2021/05/margin-debt-como-indicador-adelantado.html                 


   

Comentarios

  1. ¿Hasta dónde crees que podría llegar el precio de la plata si se produce el peor escenario posible para el sistema fiat? ¿Crees que los gobiernos tratarán de confiscar el oro/plata?

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  2. El peor escenario es la ruptura del sistema fiat.

    Entonces no habría forma de evaluar la plata hasta que no se formara otro sistema.

    Lo ideal es usar la plata (y el oro ) como protección, no como inversión. Ello supone no desprenderse de ella, hasta que no cambie el sistema.

    En otros momentos he dejado una indicación de 500$ la onza de plata considerando la valoración actual del dólar.

    En el caso de utilizar algo parecido al patrón-oro (puede ser una vinculación parcial de una moneda o cesta de monedas), la confiscación o expropiación sería algo natural en el oro.

    En la plata ya ocurrió en EE.UU, pero entonces no tenía la parte industrial que tiene ahora. Sería mucho más complicado, aunque puede ocurrir. Pero sería a un precio muchísimo más alto.

    Saludos.

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