Los grandes déficit "potenciales" (materias primas) de la década 2030. Geopolítica de los recursos.

 El reciente apagón eléctrico en España ha mostrado al mundo, el riesgo real del sistema ante la elevada complejidad alcanzada. También nos ha enseñado, que ya no podemos despreciar las previsiones de déficit potencial que muestran las tendencias en las principales materias primas. No son situaciones comparables, y desde luego no se debe extrapolar el "fallo" en las previsiones, pero tampoco podemos creer sin ningún género de duda, que las tendencias de agotamiento de diversas materias primas, se van a solventar gracias a la tecnología y "las buenas palabras" de los estamentos oficiales.

Recordemos que ante el riesgo sufrido por la red eléctrica española en 2024 y principios de 2025, Red Eléctrica emitió un "mensaje" en las redes sociales (el 9/Abril/2025), aludiendo a la imposibilidad de producirse un apagón.  

Una vez comprobado que las declaraciones públicas asegurando la sostenibilidad del sistema, no son tampoco fiables, conviene repasar la tendencia hacia la escasez en los mercados de materias primas (sobre todo para la próxima década), en vista de una negación en fuentes oficiales, que ya no es sinónimo de ninguna certeza.

Voy a describir la situación en los mercados de la plata, cobre y petróleo. Utilizo el caso de la plata para demostrar que la tendencia prevista en el caso del cobre y petróleo, es la misma que ya existía hace una década en el caso de la plata, confirmándose en la década actual la instalación de un déficit permanente.    


Plata.

Aquí no hay ninguna duda. Llevamos cuatro años consecutivos con fuertes déficit y las previsiones son una continuidad en los siguientes años.

https://silverinstitute.org/wp-content/uploads/2025/04/World_Silver_Survey-2025.pdf 

La tabla de oferta-demanda no deja lugar a dudas.

Además, el pico minero de producción de plata se produjo en 2016.


 De momento, el stock existente ha permitido sobrevivir al mercado sin grandes incrementos de precios, pero ya se observa la tensión que precede al colapso.

Los inventarios del LBMA (Londres) son los más importantes del mundo.

Desde 2021 han emprendido una carrera descendente muy peligrosa.


Cobre.

Ya comenté un excelente informe del sitio de BHP Billiton.

Otro informe en la misma línea, plantea dudas "existenciales" para el mercado. 


https://www.hoskingpartners.com/articles/where's-a-copper-when-you-need-one


Este gráfico se repite hasta la saciedad. En 2026-2027 empiezan los problemas ...




Se invierte poco y el desarrollo de una mina alcanza los 14 años.
Si bien existen múltiples factores en juego, un análisis del ciclo de capital muestra que las principales compañías mineras que cotizan en bolsa han invertido de forma persistentemente insuficiente en cobre. Existen diversas razones para ello. La baja rentabilidad para los accionistas durante las últimas dos décadas ha provocado recortes drásticos en los presupuestos de inversión de capital de todas las principales mineras: el gasto total en minería fue de alrededor de 165 000 millones de dólares en 2012 y ha disminuido a tan solo 100 000 millones de dólares en 2021 (8). En segundo lugar, el rendimiento de estos dólares de exploración en términos de nuevos descubrimientos ha disminuido significativamente, como muestra el gráfico a continuación. Durante el período comprendido entre 1990 y 2008, los presupuestos de exploración de cobre promediaron alrededor de 1000 millones de dólares. Después de 2008, este gasto en exploración prácticamente se ha duplicado, pero solo se han descubierto unas pocas nuevas minas de cobre, todas en geografías complejas como Mongolia y la República Democrática del Congo. Según Bloomberg Intelligence, el plazo medio de entrega desde el primer descubrimiento hasta el primer metal ha aumentado cuatro años con respecto a los ciclos anteriores, hasta alcanzar casi 14 años en 2021.
Los nuevos descubrimientos brillan por su ausencia. 



En el informe de BHP Billiton, "a medida que avanzamos en el tiempo, todo empeora".
 "Según el informe anual más reciente sobre descubrimientos de cobre de S&P Global Market Intelligence, hubo:

…239 depósitos de cobre descubiertos entre 1990 y 2023… hemos registrado solo cuatro descubrimientos de los últimos cinco años (2019-2023), por un total de 4,2 Mt de cobre… Los descubrimientos de la última década representan solo 14 de los 239 depósitos incluidos en el análisis."



No solo hay menos descubrimientos, además cada vez son más profundos (y por lo tanto más caro es extraer el cobre).


Y las leyes mineras siguen su descenso ... aumentando notablemente el coste monetario y el coste energético de la extracción minera.

"Esta perspectiva de suministro se ve agravada por la disminución de la ley promedio, ya que las minas antiguas y existentes registran leyes cada vez más bajas a medida que se extraen los yacimientos. Bajo cualquier marco sensato de la industria, el panorama de suministro es desalentador." 





Las estimaciones de demanda son directamente proporcionales a la mejora del crecimiento de los países emergentes (y ahora, de la transición energética).


 "Sin embargo, aunque solemos evitar elaborar pronósticos precisos de métricas económicas o financieras, nuestro análisis del ciclo de capital en la oferta implica una apreciación direccional de la demanda. En el caso del cobre, las perspectivas de la demanda son sólidas, relativamente inelásticas en cuanto a precio y con un amplio abanico de resultados. En primer lugar, el uso del cobre está correlacionado con el crecimiento del PIB. A medida que crece la población mundial, la demanda bruta de cobre aumentará. Y a medida que crece el PIB per cápita medio, la intensidad de dicha demanda aumentará, a medida que las economías de bajos ingresos, que representan más de la mitad de la población mundial, se industrializan y electrifican. Dado que la mayoría de la población mundial es preindustrial, este efecto compensa la menor intensidad de uso de la que disfrutan algunas de las sociedades más ricas del mundo. Como muestra el diagrama a continuación, los mayores aumentos en la intensidad del uso del cobre se producen en las primeras etapas del crecimiento del PIB per cápita. Un modelo simple sugiere que la demanda base de cobre, excluyendo la impulsada por temas relacionados con la transición energética en automóviles, energías renovables y transmisión de energía, crecerá a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 2-3% entre ahora y 2050."


Este es un gráfico importante.



 

Por lo tanto, miremos por donde miremos, la demanda potencial es muy alta y la oferta disponible es menguante para los próximos años.


Petróleo.  


Como en tantas materias primas, los descubrimientos de petróleo han disminuido tanto en las últimas décadas que la tasa de reposición de reservas apenas alcanza el 20%. Una tasa tan baja, sostenida de forma sistemática, reduce las reservas en el tiempo, hasta poner en dificultades cubrir la demanda prevista.

El último informe de Rystad Energy habla de un déficit monstruoso de 18 millones de b/d en 2040, si no se realizan nuevos descubrimientos.

https://oilprice.com/Energy/Crude-Oil/Legacy-Oil-Producers-May-Define-Next-Chapter-of-Global-Supply.html   

"Los mercados petroleros mundiales están entrando en una fase crucial a medida que la reposición de reservas impulsada por la exploración se retrasa. Con solo unos pocos puntos brillantes como Namibia y Guyana, las estimaciones sugieren que solo entre el 25 % y el 30 % del petróleo consumido cada año se compensa actualmente con nuevos descubrimientos. Este creciente déficit, sumado a las previsiones de que la producción estadounidense de gas de esquisto alcanzará su punto máximo en la década de 2030, sienta las bases para una perspectiva de escasez de suministro mundial. Si no se realizan nuevos descubrimientos importantes, el mundo podría enfrentar un déficit de 18 millones de barriles por día para 2040, suponiendo que las proyecciones de demanda se mantengan. En este contexto, la atención se centra inevitablemente en los países con vastas reservas probadas y económicamente extraíbles. En esa categoría, dos destacan: Arabia Saudita y Venezuela, aunque sus respectivas capacidades para actuar como productores de reserva en la década de 2030 difieren significativamente".


El exceso de oferta de petróleo esperado para 2025-2026, no es la referencia. y además está contribuyendo a crear una falsa sensación de abundancia, que no se corresponde con las perspectivas a medio y largo plazo.

https://futurocienciaficcionymatrix.blogspot.com/2025/03/datos-de-la-produccion-mundial-de.html


"Me he tomado la molestia de sumar los proyectos de 2025-2026 (incluyendo Castberg (Noruega) que está datado en 2024, pero comenzará en 2025 realmente) por un lado y el resto 2027-2028-2029, por otro, para que se aprecie bien cual es la diferencia.


Total nueva producción 2025-2026  =                              4,710 millones de b/d.

Total nueva producción proyectos 2027-2028-2029 =    2,035 millones de b/d. 

Es muy notable la diferencia.

Para entender por qué se habla de exceso de oferta pasajera, solo hay que sumar los proyectos de 2025-2026 a los 2,2 millones de nueva oferta procedente de la Opep+, lo que nos da una oferta de   7 millones de b/d en solo dos años, frente a una nueva oferta de 2 millones de b/d en los siguientes tres años. 

Las sanciones a Venezuela e Irán ya veremos si se cumplen al pie de la letra, porque como hemos comprobado con el caso ruso, es relativamente fácil evadirlas.  

Los proyectos de 2023-2024 ya están incorporados a la producción mundial del primer gráfico.

Tras la finalización de los proyectos 2025-2030, apenas queda nada por desarrollar en Guyana y ya veremos lo que ocurre con Namibia, por lo que el panorama es absolutamente dantesco para la década de 2030.   

Por cierto, es la primera vez en toda la historia de la extracción de petróleo que sucede algo así. No quedan reservas descubiertas por desarrollar en nuevos yacimientos a los precios actuales, a partir de 2030.

 Pueden hacer alguna ampliación de los ya existentes, pero todo lo demás se ha desarrollado (por supuesto, excepto pequeños yacimientos no importantes (Malvinas, Rosebank, golfo de México, Barents, Kuwait?, etc.) y la incógnita de Namibia). "



La clave del mercado para después de 2030 es la absoluta ausencia de nuevos desarrollos que enjuguen el declive esperado. Si no hay nuevos descubrimientos y el shale oil comienza su esperado declive, la producción de petróleo caerá con rapidez. No es una predicción temeraria, es algo que sucederá si o si.    

Los bajos precios del petróleo actuales, tampoco ayudan a buscar alternativas más caras y más adelante supondrán un déficit considerable. La demanda tampoco es boyante, tanto por la crisis económica, como por el descenso del comercio mundial, víctima de la propuesta de aranceles de Trump. 


Conclusión.   

La deriva actual de la geopolítica tiene mucho que ver con la situación alcanzada. 

1º). La demanda potencial sigue fuerte en el caso del cobre-plata y se espera un mantenimiento en el caso del petróleo.

2º) Apenas hay nuevos descubrimientos ni en el caso de la plata, ni en el cobre o petróleo.

3º). Las reservas de todas las materias primas van a experimentar un considerable descenso en la década de 2030, una vez tengamos déficit anuales consecutivos en el cobre y petróleo, como ya los sufrimos en el caso de la plata.

4º). Los precios de los productos deberán subir con fuerza para compensar el desbalance del mercado (la alternativa es una crisis económica brutal que reduzca la demanda). En este sentido hablar de déficit de 12 millones de toneladas de cobre o 18 millones de b/d en el petróleo es imposible. Los precios (o la crisis) obligarán a disminuir el consumo, hasta que la oferta iguale la demanda. Nunca habrá un déficit considerable porque es físicamente imposible. Por eso se habla de déficit potencial.

5º). La lucha por los recursos ya ha comenzado. El pastel se va a reducir y todos quieren mantener su parte, lo que obviamente es imposible. Por ello, la caída en la producción irá directamente relacionada con la disminución de las exportaciones. Los países importadores serán los grandes perjudicados, incluso mucho antes de que los déficit sean demasiado grandes. No esperen a 2040 para ver un colapso en el mercado. 

6º). Un problema adicional, relacionado con el punto anterior,  es la geopolítica de los recursos (informe de obligada lectura, que trata todos los aspectos del problema).  

"Las medidas de China sobre el galio, el germanio, el antimonio, el tungsteno y las tierras raras, entre otros, representan una afirmación cuidadosamente calibrada de su influencia geopolítica. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el control de China sobre el procesamiento y la refinación de estos minerales oscila entre el 80 % y más del 90 % a nivel mundial, lo que la convierte en un nodo indispensable en las cadenas de suministro de tecnología y energía. Este estrangulamiento estratégico es precisamente lo que ha obligado a las naciones occidentales a reconsiderar su arraigada dependencia de los mercados globales sin restricciones y a readoptar políticas industriales tras décadas de relativa negligencia."

7º). No hay solución. La transición energética busca eliminar o reducir los combustibles fósiles, pero incluso teniendo éxito, pasaríamos a depender de la escasez de otras materias primas igualmente escasas como el cobre o la plata. 

8º). Las previsiones de déficit potencial no son solo cosa de Rystad E. La propia IEA reconoce un fuerte déficit de cobre en sus informes.




9º). La única solución presentada es confiar en la tecnología para superar el desfase oferta-demanda. Después de ver lo sucedido con el apagón eléctrico en España, todas las alarmas deberían estar parpadeando en rojo. Si algo tan importante como mantener el sistema eléctrico de un país como España, se vuelve tan complejo que resulta insostenible, ¿cómo podemos creer que la tecnología será capaz de cambiar las tendencias hacia la escasez prevista?. Lo siguiente es creer en los milagros ...


La combinación alcanzada de una deuda gigantesca que impide el crecimiento sin inflación (o tenemos decrecimiento por reducción de la deuda o tenemos crecimiento con inflación por exceso de deuda), junto con los déficit potenciales en las principales materias primas, nos sitúan en un momento histórico. No hay solución global perfecta, por lo que cada país va a emprender la ruta del "sálvese quien pueda". Los que creen que Trump se ha vuelto loco con  su pretendida imposición de aranceles y búsqueda desesperada de recursos (incluso con anexiones por la fuerza), deberían ver que solo es una huida hacia delante.

Desgraciadamente estamos como en el chiste. 

" Dos personas descalzas se encuentran en un desierto, acosados por un enorme león. Es imposible escaparse. Uno de ellos, se coloca unas zapatillas para correr. El otro le pregunta, ¿qué haces?. Le responde, solo tengo que correr  más rápido que tú".

Trump se está calzando las zapatillas y el resto del mundo miramos lo que hace, sin entender el propósito de sus acciones. Lo malo es que el resto del mundo no tiene ninguna zapatilla a mano ...     



                             -------------------------------------------------------------------------------------------





PD. 

He dudado en copiar este magnífico y largo artículo, pero como estoy seguro que casi nadie lo leerá, si solo pongo el enlace, aquí va el artículo completo. Ilustra la actualidad sobre el conjunto de materiales críticos, su dependencia de China, no solo de los propios materiales, sino de su procesamiento y refino (una vez más, centrados en China). También contiene a lo largo de la exposición, una pequeña cronología de las limitaciones a la exportación de algunos materiales, que China ha ido introduciendo en los últimos años, junto con una breve explicación de la importancia de esas materias primas para algunos sectores vitales.

Ya sabéis , siempre es mejor acudir al original ...  



 

La geopolítica de los minerales críticos: el control de China y la respuesta de Occidente

Recientemente, me presenté virtualmente ante un público de inversores institucionales globales, invitado por el banco de inversión Jefferies, para hablar junto a otros seis expertos sobre la profundización de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China y sus implicaciones. En medio de este intenso debate, uno de los temas centrales fue el rápido retorno de las políticas industriales a las economías occidentales tras cuatro décadas de dominio de las ideologías de mercado. Esto representa no solo un cambio cíclico, sino una respuesta estructural a una profunda reestructuración del panorama económico mundial, en particular en el contexto de la transición energética y la descarbonización hasta finales de este siglo.

Durante años, he analizado y proyectado tendencias clave en descarbonización, abarcando desde energías renovables y electrificación hasta químicas avanzadas para baterías y la expansión del hidrógeno verde. Estas proyecciones siempre se han basado en el reconocimiento de la necesidad de un suministro confiable de minerales críticos. En los últimos años, a medida que he perfeccionado mi análisis mediante una combinación de viabilidad técnica, modelos económicos y evaluaciones de factores humanos, como marcos regulatorios y riesgos geopolíticos, un riesgo persistente se perfilaba como un problema: el control de China sobre las cadenas de suministro de minerales críticos. Las implicaciones de este dominio se han vuelto claramente evidentes, especialmente el año pasado.


Mucho antes de que los titulares salieran a la luz, era evidente para mí y para otros que seguían de cerca las estrategias de China que Pekín estaba preparando controles a la exportación de una serie de minerales estratégicamente cruciales. Las medidas de China sobre el galio, el germanio, el antimonio, el tungsteno y las tierras raras, entre otros, representan una afirmación cuidadosamente calibrada de su influencia geopolítica. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el control de China sobre el procesamiento y la refinación de estos minerales oscila entre el 80 % y más del 90 % a nivel mundial, lo que la convierte en un nodo indispensable en las cadenas de suministro de tecnología y energía. Este estrangulamiento estratégico es precisamente lo que ha obligado a las naciones occidentales a reconsiderar su arraigada dependencia de los mercados globales sin restricciones y a readoptar políticas industriales tras décadas de relativa negligencia.

Este artículo contiene mis diapositivas y puntos de discusión de la presentación, un poco ampliados.

El término "minerales críticos" conlleva diversas connotaciones según la perspectiva que se adopte: estratégica, económica, tecnológica, geopolítica o ambiental. Comprender estos matices es cada vez más importante a medida que gobiernos, industrias e inversores se enfrentan a una nueva era de limitaciones de recursos, transformaciones tecnológicas y tensiones geopolíticas.

Desde una perspectiva estratégica, los minerales críticos se definen principalmente por su necesidad para aplicaciones de seguridad nacional, en particular tecnologías de defensa, equipo militar y equipo aeroespacial. Las tierras raras son un ejemplo clásico, ya que desempeñan un papel vital en la producción de aviones de combate, sistemas de guiado de misiles y tecnología de radar avanzada. El galio, de igual manera, es crucial para los sistemas de radar de alta frecuencia y la infraestructura de comunicaciones avanzada. La definición estratégica hace hincapié en los minerales cuya disponibilidad puede influir directamente en la preparación militar y la influencia geopolítica de un país, lo que pone de relieve las vulnerabilidades que enfrentan las naciones cuando dichos materiales están controlados por rivales geopolíticos.

Una definición económica modifica ligeramente el enfoque, caracterizando los minerales críticos como aquellos vitales para las principales industrias que conforman la columna vertebral de las economías nacionales y mundiales. Estos incluyen vehículos eléctricos, sistemas de energía renovable, semiconductores y diversos sectores de manufactura avanzada. El litio y el cobalto, por ejemplo, han adquirido una importancia económica considerable gracias a su papel en las tecnologías de baterías, impulsando el crecimiento explosivo de los vehículos eléctricos y las soluciones estacionarias de almacenamiento de energía. De igual manera, el grafito es esencial para los ánodos de las baterías, y el silicio es un material fundamental en la fabricación de semiconductores. Según análisis recientes de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se prevé que el crecimiento de la demanda de estos minerales económicamente críticos se acelere drásticamente, creando oportunidades de mercado y riesgos para la cadena de suministro.

La definición de riesgo de suministro de minerales críticos gira en torno a la vulnerabilidad geopolítica y la fragilidad de las cadenas de suministro globales. Esta perspectiva identifica los minerales cuya extracción, refinación o procesamiento se concentra en un pequeño número de países, lo que crea posibles cuellos de botella. Las tierras raras ofrecen un excelente ejemplo, ya que China domina aproximadamente entre el 85 % y el 90 % de la capacidad mundial de refinación, según datos de la AIE. La concentración de cobalto en la República Democrática del Congo, donde las cuestiones de derechos humanos y gobernanza plantean desafíos éticos y geopolíticos, subraya aún más la complejidad inherente a la dimensión del riesgo de suministro y ha propiciado una I+D que ha reducido o eliminado su uso en baterías. Esta definición influye cada vez más en las decisiones políticas nacionales, impulsando inversiones destinadas a la diversificación, la relocalización y el desarrollo de fuentes alternativas o recicladas de minerales.

La definición de minerales como críticos para la tecnología está impulsada por la innovación, y hace hincapié en los materiales esenciales para las tecnologías emergentes o disruptivas. Estas tecnologías podrían transformar profundamente las estructuras económicas, los paradigmas de seguridad y la competitividad global. Por ejemplo, el germanio es vital para los sistemas de comunicación por fibra óptica, esencial para las telecomunicaciones avanzadas y la computación cuántica. El indio es crucial para la fabricación de pantallas LCD y de última generación, mientras que el papel del grafito en la tecnología de baterías subraya su importancia en la continua electrificación del transporte y el rápido crecimiento del almacenamiento en baterías a escala de red. Según un estudio de Nature , la escasez o las interrupciones del suministro de estos minerales críticos para la innovación podrían retrasar considerablemente el progreso tecnológico, afectando a una amplia gama de industrias derivadas.

Finalmente, una definición ambiental cobra fuerza en el contexto de la política climática global y la transición energética. Los minerales clasificados bajo esta definición son cruciales para las tecnologías de descarbonización: paneles solares, turbinas eólicas, baterías para vehículos eléctricos y la infraestructura necesaria para una red eléctrica baja en carbono. El litio es esencial para la tecnología de baterías para vehículos eléctricos; el cobre sustenta la transmisión eléctrica, la infraestructura de distribución y los equipos de generación de energía renovable; y el níquel desempeña un papel clave en los cátodos avanzados para baterías. Según las previsiones de la AIE, alcanzar los objetivos globales de descarbonización requerirá un aumento sin precedentes de estos minerales, lo que intensificará el escrutinio ambiental, los desafíos de sostenibilidad y las complejidades de la cadena de suministro.

Cada una de estas definiciones tiene importantes implicaciones para los responsables políticos, las empresas y los inversores. Ilustran por qué la reciente recuperación de la política industrial en Occidente, tras décadas de dependencia de enfoques impulsados ​​por el mercado, no es meramente reactiva, sino estratégica y multifacética. La política industrial actual busca abordar las vulnerabilidades de la seguridad nacional, impulsar la resiliencia económica, promover la innovación tecnológica y acelerar simultáneamente la transición energética. Para ello, los gobiernos se enfrentan a complejas disyuntivas y decisiones sobre inversiones, marcos regulatorios y alianzas internacionales.

Estas definiciones superpuestas, pero distintas, de minerales críticos ponen de relieve la naturaleza multidimensional del problema. Las naciones occidentales, que habían operado bajo la premisa de que los mercados globales asignarían recursos de forma fiable, ahora se encuentran replanteándose cuestiones fundamentales sobre seguridad, innovación, sostenibilidad y autonomía estratégica. 

El reciente endurecimiento de los controles de exportación de minerales críticos por parte de China no fue un hecho aislado; más bien, representa la última escalada de una dinámica geopolítica de larga data, arraigada en la competencia estratégica, las exigencias internas, las presiones ambientales, el apalancamiento económico y el dominio tecnológico. Para comprender plenamente estos acontecimientos recientes, es fundamental remontarse a incidentes anteriores que sentaron precedentes claros, en particular las restricciones a la exportación de 2010 que sacudieron a Japón y transformaron la percepción global de la dependencia de los minerales.

En 2010, China restringió brevemente las exportaciones de tierras raras a Japón en medio de una disputa diplomática sobre derechos territoriales en el Mar de China Oriental. Ni siquiera fue un embargo nacional, sino un puerto chino específico el que tomó la decisión, la cual fue revocada por el gobierno nacional a su debido tiempo. 

Ese evento marcó un punto de inflexión, poniendo de relieve a la comunidad internacional la eficacia con la que China podía aprovechar su posición dominante en mercados minerales cruciales para ejercer presión geopolítica. Si bien el embargo fue relativamente breve, generó repercusiones en las cadenas de suministro globales e impulsó a las principales economías, en particular a Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, a reevaluar sus vulnerabilidades. Según la AIE, ese incidente de 2010 impulsó directamente los esfuerzos internacionales para diversificar el suministro e invertir en capacidades de procesamiento alternativas, esfuerzos que continúan hoy en día, aunque de forma desigual.

Sin embargo, a pesar de la concienciación global inicial, las medidas prácticas para reducir la dependencia de China en el suministro de minerales críticos avanzaron lentamente, obstaculizadas por la complacencia y la persistente creencia en la dinámica del libre mercado. La paciencia calculada de China le permitió mantener e incluso reforzar su posición dominante, en particular en el procesamiento de tierras raras, donde controló constantemente entre el 85 % y el 90 % del mercado mundial. Este dominio dejó claro que, a pesar de las intenciones internacionales de diversificación, el progreso real seguía siendo limitado.

Mientras tanto, los aranceles estadounidenses sobre China se intensificaban ante el consenso bipartidista de que China era el enemigo, y no un importante proveedor y comprador de bienes. Los aranceles de Trump para 2025 son simplemente los más recientes, los más grandes y los más abarcativos de los aranceles y otras restricciones que Estados Unidos ha impuesto a China.

A partir de julio de 2023, China comenzó a aprovechar su dominio global en minerales mediante la implementación de estrictos requisitos de licencias de exportación para el galio y el germanio, minerales esenciales en electrónica avanzada, semiconductores y tecnologías de defensa. Si bien inicialmente se presentó como una mejora regulatoria más que un embargo directo, la medida sirvió como una clara señal para las naciones occidentales, cada vez más dependientes de estos minerales. El endurecimiento posterior, en diciembre de 2023, afectó aún más las exportaciones de grafito, introduciendo rigurosos procesos de verificación del uso final, específicamente destinados a restringir los suministros a Estados Unidos. El grafito, esencial para las tecnologías de baterías, en particular los ánodos de vehículos eléctricos, se convirtió en otro punto focal de la competencia estratégica entre China y Occidente.

En septiembre de 2024, China intensificó significativamente sus restricciones, extendiendo los controles al antimonio, un mineral esencial para la defensa, los materiales ignífugos y las tecnologías de baterías. El papel del antimonio en la producción de municiones y la fabricación de semiconductores lo convirtió en un material particularmente estratégico, y en diciembre de 2024, China prohibió rotundamente las exportaciones de antimonio a Estados Unidos, alegando explícitamente motivos de seguridad nacional. 

La historia del antimonio tiene matices, al igual que el embargo a Japón de 2010. Como me comentó recientemente Gavin Mudd, director del Centro de Inteligencia de Minerales Críticos del Servicio Geológico Británico (BGS), en Redefining Energy – Tech , el antimonio es único porque se produce menos ahora que en 2010. Esto se debe a que China cambió su postura sobre las consecuencias ambientales del procesamiento y la refinación de minerales hace 15 años. El antimonio podía producirse de forma limpia, pero en cantidades mucho menores que las que permitían los procesos sucios, por lo que dejó de producirlo tanto. Y lo que producía, se aseguraba de que se destinara primero a las industrias nacionales que lo necesitaban.

La situación se agravó aún más en febrero de 2025, cuando China, en respuesta a los nuevos aranceles y la fanfarronería geopolítica de Trump, impuso nuevos requisitos de licencias de exportación para un conjunto de minerales cruciales para los sectores de defensa, energías renovables y alta tecnología, entre ellos el tungsteno, el telurio, el bismuto, el indio y el molibdeno. El tungsteno, por ejemplo, es vital en aleaciones de grado militar y herramientas de precisión, mientras que el telurio desempeña un papel crucial en la fabricación de paneles solares. El indio, esencial para las pantallas LCD y la electrónica avanzada, y el molibdeno, ampliamente utilizado en aplicaciones aeroespaciales e industriales, agudizaron aún más la preocupación mundial. Según un análisis reciente del CSIS, el proceso de licencias introdujo una extensa documentación y posibles retrasos, lo que en la práctica reforzó el control de China sobre estas cruciales cadenas de suministro globales.

Más recientemente, en abril de 2025, China se centró en los elementos pesados ​​de tierras raras —en concreto, el samario, el gadolinio, el terbio, el disprosio, el lutecio, el escandio y el itrio— al exigir complejas licencias de exportación. Estas tierras raras no solo son fundamentales para tecnologías de defensa como los sistemas de guiado de misiles, radares y aviones de combate, sino también cruciales para la infraestructura de energías renovables, en particular las turbinas eólicas, y para aplicaciones automotrices como los motores de vehículos eléctricos. El control de China sobre el refinado y el procesamiento de estas tierras raras, que supera de nuevo el 85 % a nivel mundial según la AIE, permite a Pekín interrumpir sustancialmente las cadenas de suministro a voluntad, reforzando así su influencia geopolítica.

El endurecimiento estratégico de las exportaciones de minerales críticos por parte de China representa una clara evolución desde el incidente crucial de Japón en 2010 hasta las restricciones integrales actuales dirigidas a las principales economías occidentales. Estas medidas revelan no solo la sofisticada comprensión de China sobre las dependencias industriales, sino que también ponen de relieve las vulnerabilidades inherentes a una economía globalizada excesivamente dependiente de una única fuente de recursos estratégicos. 

A medida que las naciones occidentales lidian con su dependencia de minerales críticos, especialmente dado el control cada vez mayor de China sobre la cadena de suministro, es esencial comprender con precisión por qué los esfuerzos para desarrollar los recursos nacionales se han visto constantemente frustrados. La minería es inherentemente desafiante, especialmente en las democracias avanzadas, donde los procesos de obtención de permisos pueden extenderse durante décadas. Tomemos, por ejemplo, la infame mina Pebble en Alaska, un rico yacimiento que contiene cobre, oro y molibdeno. Tras aproximadamente 35 años de extensa exploración, planificación y disputas legales, no se ha producido comercialmente ni una sola onza de metal. Resolution Copper en Arizona ofrece un ejemplo aún más impactante: tras casi medio siglo de propuestas, evaluaciones ambientales y oposición de la comunidad, el yacimiento sigue inactivo. Estos plazos prolongados no son anomalías; representan un desafío fundamental para escalar rápidamente la producción minera nacional en países democráticos.

Las razones de estos retrasos son multifacéticas. Los complejos procesos de obtención de permisos, diseñados para proteger las normas ambientales y gestionar la oposición pública, suelen prolongar drásticamente los plazos de los proyectos. Grupos ambientalistas, comunidades indígenas y residentes locales se oponen con frecuencia a los proyectos mineros por motivos que van desde la preservación del hábitat y la calidad del agua hasta la importancia cultural. Si bien esta rigurosa supervisión persigue objetivos ambientales y sociales legítimos y cruciales, también contribuye significativamente a la incertidumbre y a los plazos prolongados que pueden disuadir a los inversores. La alta intensidad de capital agrava estos desafíos, ya que los proyectos que cuestan miles de millones de dólares a menudo enfrentan riesgos significativos incluso antes de obtener las aprobaciones básicas, y mucho menos de alcanzar la producción.

Cabe señalar que, en Estados Unidos, muchos permisos son locales, no nacionales. Estados Unidos ha perdido la capacidad de construir directamente a nivel federal y ahora solo puede financiar lo permitido localmente, tenga sentido o no. El préstamo de 504 millones de dólares del Departamento de Energía (DOE) para una planta de almacenamiento y generación de hidrógeno en Utah fue en realidad solo un intento local de mantener a flote una ciudad minera de 3600 habitantes, no una solución inteligente y meditada, por ejemplo. 

Incluso si se pudieran superar los desafíos mineros, las capacidades de procesamiento y refinación en los países occidentales siguen estando notablemente subdesarrolladas. Según un estudio publicado por la AIE, la refinación y el procesamiento de minerales críticos como las tierras raras, el litio, el cobalto y el grafito son operaciones costosas y de alto consumo energético, que suelen requerir enormes inversiones de capital en instalaciones especializadas. Gran parte de la infraestructura de refinación existente en Occidente se desmanteló o se externalizó en las últimas cuatro décadas, lo que dejó una capacidad limitada y una base de conocimiento industrial reducida. En consecuencia, aumentar la capacidad de procesamiento a nivel nacional ahora implica no solo importantes inversiones financieras, sino también reconstruir ecosistemas industriales completos prácticamente desde cero, un proceso que requiere mucha paciencia, capital y voluntad política.

Además, el desarrollo de estas cadenas de suministro críticas también exige una inversión significativa en capital humano. El personal cualificado, desde geólogos e ingenieros químicos hasta técnicos capaces de gestionar complejos procesos de refinación, escasea. Décadas de descuido en el desarrollo de la fuerza laboral, impulsadas por la deslocalización de la producción industrial y un cambio cultural que se aleja de la minería y la industria pesada, han generado profundas brechas de competencias. Según informes de consultoras como Deloitte y McKinsey, la formación de nuevas cohortes de trabajadores cualificados lleva años y requiere un apoyo sistemático mediante programas educativos específicos e iniciativas de desarrollo de la fuerza laboral. Esta lenta acumulación de talento no es algo que pueda acelerarse fácilmente, ni siquiera con intervenciones gubernamentales agresivas o incentivos financieros.

Hace un par de años, durante una gira de conferencias por Nueva Zelanda a través del Instituto Australasiano de Minería y Metalurgia (AusIMM), hablando sobre la transición global de una economía basada en hidrocarburos a una economía basada en minerales, algo que me sorprendió fue el cierre de los programas universitarios de ingeniería de minas y metalurgia. Desde entonces, he confirmado que esto es así en todo Occidente. Hemos permitido que se presente la minería como contaminante y perjudicial para el medio ambiente, mientras que damos vía libre a los combustibles fósiles, especialmente al gas natural. Como resultado, tenemos una escasez de estudiantes dispuestos a cursar programas de minería, precisamente los programas que necesitamos hoy.

Además del capital humano, el capital intelectual, en particular la investigación, el desarrollo y la innovación en nuevas tecnologías de procesamiento y métodos de reciclaje, presenta un desafío similar. El desarrollo de métodos de extracción y procesamiento nuevos y más eficientes suele requerir largos plazos de prueba, validación y comercialización. Según estudios publicados en Nature , las nuevas técnicas de extracción, los procesos de reciclaje y las prácticas metalúrgicas mejoradas suelen tardar entre 10 y 20 años desde su concepción inicial en el laboratorio hasta su implementación industrial a gran escala. Esta lentitud en la innovación y el escalamiento limita aún más el rápido desarrollo de la capacidad nacional, lo que limita la rapidez con la que los países occidentales pueden reducir de forma realista su dependencia de los minerales.

En marcado contraste, el dominio de China en las cadenas de suministro de minerales críticos refleja décadas de inversión estratégica sostenida y política industrial. China ha cultivado sistemáticamente un ecosistema maduro que combina estructuras regulatorias eficientes, subsidios generosos, inversiones masivas en infraestructura y una estrategia industrial integrada. Como resultado, China controla actualmente entre el 60 % y el 90 % del mercado mundial de refinación y procesamiento de minerales clave, como tierras raras, litio, cobalto, grafito y otros metales estratégicos. Esta posición dominante no se debe simplemente a la disponibilidad de recursos, sino a décadas de esfuerzo coordinado, inversión continua en I+D y una estrategia industrial deliberada; factores que las naciones occidentales apenas ahora están comenzando a reconsiderar seriamente.

Un hecho que a menudo se pasa por alto es el tamaño relativamente pequeño del mercado total de minerales críticos, especialmente en lo que respecta a las tierras raras. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el mercado anual total, tanto nacional como de importación, de tierras raras en Estados Unidos asciende a tan solo unos 450 millones de dólares. Este tamaño limitado del mercado se debe, en gran medida, a las cantidades extremadamente pequeñas de minerales de tierras raras que se requieren para la mayoría de los procesos industriales, incluso en aplicaciones estratégicamente importantes como imanes para motores eléctricos o componentes aeroespaciales. Esta realidad económica complica la lógica de la inversión. Si bien las vulnerabilidades estratégicas ponen de manifiesto la urgente necesidad de suministros nacionales, el tamaño relativamente modesto del mercado hace que las inversiones masivas del sector privado sean menos atractivas, a menos que estén respaldadas por importantes incentivos gubernamentales o garantías estratégicas.

Las naciones occidentales que buscan responder al endurecimiento de los controles a la exportación por parte de China se enfrentan a profundos desafíos en múltiples frentes: complejidades mineras, deficiencias en la infraestructura de refinación, escasez crítica de capital humano e intelectual cualificado, y realidades económicas desafiantes en mercados pequeños pero estratégicamente cruciales. Afrontar y superar estas barreras requiere no solo inversiones financieras sustanciales y políticas gubernamentales proactivas, sino también un compromiso cuidadoso, realista y sostenido. Sin previsión estratégica y una voluntad política decidida, es probable que la vulnerabilidad de las economías occidentales a las perturbaciones críticas en el sector minero, especialmente a medida que se intensifican las tensiones geopolíticas, siga siendo un desafío persistente durante las próximas décadas.

Los esfuerzos del gobierno de Biden para asegurar las cadenas de suministro de minerales críticos marcaron un cambio estratégico significativo en la política industrial estadounidense, en marcado contraste con la negligencia previa y los cambios disruptivos en las políticas de gobiernos anteriores. El gobierno realizó inversiones específicas para fortalecer la capacidad nacional de extracción y refinación de minerales clave. Aprovechando la Ley de Producción de Defensa, el gobierno de Biden destinó más de 150 millones de dólares específicamente para mejorar la capacidad de producción nacional de minerales estratégicos como el estaño, el grafito y las tierras raras. 

Otro pilar central del enfoque de Biden fue la creación de incentivos sustanciales para las tecnologías de energía limpia y la fabricación de baterías, destacados en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Esta legislación histórica otorgó amplios subsidios e incentivos financieros para impulsar las inversiones del sector privado en la capacidad manufacturera nacional, especialmente en la producción de baterías para vehículos eléctricos, las tecnologías de energía renovable y la infraestructura asociada.

Simultáneamente, el equipo de Biden impulsó activamente colaboraciones internacionales diseñadas explícitamente en torno al concepto de "friendshoring", que básicamente reorientaba las cadenas de suministro globales hacia aliados y socios de confianza. Una de estas iniciativas fue la Alianza para la Seguridad de los Minerales, establecida en coordinación con importantes economías como Japón, Corea del Sur y la Unión Europea. El friendshoring buscaba no solo diversificar las fuentes, sino también mejorar la resiliencia general frente a las perturbaciones geopolíticas y las manipulaciones del mercado.

Sin embargo, estas medidas proactivas hacia la seguridad minera no estuvieron exentas de fricciones. El gobierno de Biden recibió críticas, especialmente de centros de investigación conservadores como la Fundación Heritage, por mantener e incluso endurecer las regulaciones ambientales que retrasaron o bloquearon por completo proyectos mineros clave, especialmente en regiones sensibles como Alaska y Minnesota. El énfasis del gobierno en estándares rigurosos de gobernanza ambiental y social reflejaba preocupaciones legítimas sobre la sostenibilidad ecológica y el impacto en las comunidades, pero inevitablemente complicó la rápida expansión de las actividades mineras nacionales, creando tensión entre la urgencia estratégica y el cumplimiento normativo.

Para abordar esta tensión, el gobierno amplió significativamente los esfuerzos de mapeo de la cadena de suministro e identificación de recursos a través de la Iniciativa de Mapeo de Recursos de la Tierra (Earth Mapping Resources Initiative, o Earth MRI). Inicialmente establecido durante el primer mandato de la administración Trump para el estudio sistemático de los recursos minerales nacionales, el programa Earth MRI sufrió una pérdida temporal de financiación durante su segundo mandato, lo que refleja un compromiso inconsistente con la seguridad minera. El gobierno de Biden invirtió nuevamente en estudios geológicos integrales y en esfuerzos de caracterización de recursos, con el objetivo de mapear con precisión los depósitos nacionales de minerales críticos. Este esfuerzo, como se destaca en los informes de War on the Rocks, tenía como objetivo proporcionar datos geológicos cruciales a legisladores, inversores y empresas, facilitando una toma de decisiones mejor informada sobre el desarrollo de recursos y la diversificación de la cadena de suministro.

El reciente y agresivo impulso de Estados Unidos para asegurar fuentes extranjeras de minerales críticos, iniciado principalmente durante el segundo mandato de la administración Trump, representó un cambio radical respecto a décadas de políticas de mercado relativamente pasivas. Este enfoque —descrito por algunos analistas como una nueva forma de colonialismo de los recursos— resultó en un aumento de las tensiones geopolíticas, riesgos para la reputación y un aumento de los casos de nacionalismo de los recursos en países ricos en minerales de todo el mundo. Impulsadas por la ansiedad estratégica ante el casi monopolio de China sobre minerales clave, su ideología y su arrogancia, las políticas de la administración Trump ignoraron las alianzas tradicionales y las convenciones diplomáticas, lo que generó reacciones negativas y tensó las relaciones.

Uno de los ejemplos más visibles de esta nueva estrategia surgió cuando Trump sugirió adquirir Groenlandia de Dinamarca debido a sus extensos y cruciales yacimientos minerales. El gobierno de Groenlandia denunció inmediatamente esta sugerencia como neocolonial y reafirmó firmemente su estatus de autonomía. Las autoridades danesas se opusieron igualmente a cualquier negociación territorial, considerándola una interferencia con la soberanía y el autogobierno nacionales.

Para complicar aún más la situación, la administración Trump implementó aranceles a las importaciones de minerales críticos de aliados como Canadá, aparentemente para incentivar la producción nacional. Funcionarios canadienses y representantes de la industria condenaron estas medidas, argumentando que perturbaban las cadenas de suministro cuidadosamente integradas de América del Norte y socavaban la cooperación económica. 

Trump fue mucho más allá de los simples aranceles con Canadá, amenazando con anexarlo, refiriéndose a él regularmente como el Estado número 51 y llamando gobernador al primer ministro del país. Siendo Trump un magnate inmobiliario, al menos en su mente, esto formaba parte de sus reflexiones sobre la toma del Canal de Panamá y el desarrollo de la Franja de Gaza como un centro turístico sórdido y ostentoso.

Ucrania también se encontró en la mira de los intereses estratégicos de Estados Unidos debido a la agresiva política minera de Trump. El gobierno está ultimando un acuerdo bilateral que promete inversión conjunta en los importantes, pero en gran parte inexplotados, yacimientos minerales críticos de Ucrania, como el litio, el cobalto y las tierras raras. Esto se inició explícitamente como vinculado a la asistencia para poner fin a la guerra iniciada por la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia, aunque, por supuesto, Trump culpa a Ucrania. Si bien este acuerdo se presentó públicamente como mutuamente beneficioso, los analistas rápidamente señalaron que ofrecía a Ucrania garantías mínimas de seguridad tangibles o garantías significativas de ayuda militar y económica continua, a pesar de la precaria situación geopolítica del país. 

El Washington Post destacó la considerable incertidumbre en torno a la valoración de los recursos minerales de Ucrania, en parte debido a estudios geológicos obsoletos de la era soviética y a que aproximadamente el 40 % de la riqueza mineral identificada del país permanece en territorios ocupados por Rusia. Esta incertidumbre complicó las decisiones de inversión y debilitó la posición negociadora de Ucrania, lo que generó preocupación por un desequilibrio en la alianza, priorizando los objetivos estratégicos de Estados Unidos sobre la seguridad o la estabilidad económica a largo plazo de Ucrania.

A nivel internacional, la tendencia hacia estrategias de colonialismo de recursos impulsó a las naciones ricas en recursos a adoptar posturas defensivas y a acelerar las tendencias hacia el nacionalismo de los recursos. Burkina Faso brindó un claro ejemplo cuando su gobierno actuó agresivamente para nacionalizar minas de oro industriales previamente controladas por empresas extranjeras, incluida la canadiense Endeavour Mining, en 2024. Esta decisión estuvo motivada explícitamente por el deseo de afirmar la soberanía nacional y obtener mayores ingresos de la explotación de recursos, lo que subrayó la frustración local con lo que se percibía como prácticas explotadoras de inversión extranjera. De igual manera, la reciente nacionalización de la industria del litio en México surgió como una reacción directa contra la percepción de una excesiva dependencia de empresas extranjeras y las intervenciones en el mercado lideradas por Estados Unidos, aunque los analistas advirtieron que problemas crónicos como la corrupción y la insuficiencia de capital nacional podrían limitar gravemente la eficacia de la iniciativa.

En conjunto, estas medidas reflejaron un cambio global acelerado, con países en desarrollo ricos en recursos cada vez más recelosos de convertirse en simples Repúblicas de Tierras Raras, análogos modernos de las Repúblicas Bananeras del siglo pasado: economías dominadas por potencias externas que buscan productos estratégicos. Dichas nacionalizaciones y el control local intensificado reflejaron tanto una reacción defensiva contra la percepción de dominio económico extranjero como un impulso más amplio hacia la soberanía económica, que los gobiernos nacionales consideran cada vez más esencial para proteger sus propios intereses a largo plazo en un mundo geopolíticamente tenso y competitivo.

Por supuesto, los aranceles de Trump sobre todos los países del mundo, incluidas las islas llenas de pingüinos, pero notablemente excluyendo a Rusia, han afectado seriamente las estrategias de friendshoring, sólo una parte de la incoherencia estratégica de la Administración en torno a los minerales críticos, y por lo demás en general, con excepción de los recortes de impuestos para los ricos.

El enfoque de la Unión Europea para asegurar sus cadenas de suministro de minerales críticos ha experimentado un cambio decisivo, marcado prominentemente por la promulgación de la Ley de Materias Primas Críticas (CRMA) en mayo de 2024. Esta legislación estableció objetivos ambiciosos para reforzar la autonomía estratégica de la UE para 2030, ordenando explícitamente que los estados miembros extraigan colectivamente al menos el 10% de su consumo anual de minerales críticos a nivel nacional. Además, estableció un objetivo para procesar el 40% de estos minerales dentro de las fronteras de la UE y se comprometió a reciclar al menos el 25% del consumo anual de materiales recuperados. Un elemento clave de la CRMA tenía como objetivo mitigar las vulnerabilidades geopolíticas al limitar la dependencia de la UE de un solo proveedor externo a no más del 65% para cada materia prima estratégica, abordando directamente las preocupaciones de larga data sobre el cuasi monopolio de China en los mercados de minerales críticos.

Para alcanzar estos ambiciosos objetivos, la UE seleccionó 47 proyectos estratégicos distribuidos en 13 Estados miembros, concentrándose principalmente en metales y minerales cruciales como el aluminio, el cobalto, el litio y las tierras raras. Según Reuters, estos proyectos están cuidadosamente diseñados para mejorar la capacidad interna de Europa, desde operaciones mineras hasta sofisticadas instalaciones de procesamiento y una sólida infraestructura de reciclaje. Esta estrategia representa una respuesta sistemática a las vulnerabilidades puestas de manifiesto tanto por la pandemia de COVID-19 como por las crecientes tensiones geopolíticas, en particular relacionadas con el control estratégico de China sobre los suministros minerales mundiales. Los proyectos abarcan inversiones en tecnologías innovadoras y mejoras de infraestructura, vitales para crear una cadena de suministro de minerales sostenible y resiliente en Europa.

Reconociendo que ni siquiera una inversión nacional agresiva puede eliminar la necesidad de fuentes internacionales, la UE está desarrollando una plataforma de compras conjuntas de 9 millones de euros. Esta iniciativa busca consolidar el poder de negociación colectiva de los Estados miembros en mercados minerales críticos, históricamente opacos y dominados por un número limitado de proveedores influyentes, principalmente China. Según análisis de Reuters, este enfoque de compras colectivas ofrece el potencial de mejorar significativamente la posición negociadora de Europa, estabilizando los precios y garantizando un acceso más predecible a minerales esenciales. Esta estabilización del mercado es crucial, dada la histórica volatilidad de los precios y las incertidumbres estratégicas asociadas con el suministro de minerales críticos.

Paralelamente, la Unión Europea ha ampliado activamente su alcance diplomático y económico en el marco de su iniciativa Global Gateway. Este programa representa el esfuerzo estratégico de la UE para forjar sólidas alianzas internacionales e inversiones en infraestructura, centrándose en regiones ricas en recursos para asegurar minerales críticos sostenibles y de origen ético. El enfoque de la UE prioriza las alianzas a largo plazo, haciendo hincapié en las prácticas laborales justas, la gestión ambiental y los beneficios económicos locales, factores que a menudo pasan desapercibidos por actores geopolíticos más agresivos. Según The Guardian, este enfoque busca diferenciar a la UE de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, posicionando a Europa como un socio fiable comprometido con el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la gobernanza transparente.

Para diversificar aún más las cadenas de suministro más allá de los bloques económicos tradicionales, la UE ha intensificado sus esfuerzos de "friendshoring", fortaleciendo los lazos económicos y diplomáticos, específicamente con países considerados estables y políticamente alineados, sobre todo en el Sur Global. Según el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), estas iniciativas priorizan la colaboración en materias primas críticas, agricultura sostenible y tecnologías renovables. El objetivo de la UE no es solo el interés económico personal, sino también fomentar relaciones estables y mutuamente beneficiosas que respalden objetivos más amplios de transición verde a nivel mundial. Estas estrategias buscan reducir la dependencia de Europa de proveedores adversarios o geopolíticamente riesgosos, mejorando tanto la seguridad estratégica como la resiliencia económica.

En conjunto, estas iniciativas políticas ponen de relieve el enfoque integral y estratégico de Europa para asegurar el suministro de minerales esenciales. A diferencia de políticas anteriores caracterizadas por la complacencia del mercado, la UE reconoce ahora explícitamente la profunda importancia estratégica de la seguridad mineral para alcanzar objetivos climáticos, económicos y geopolíticos más amplios. Mediante una inversión significativa en capacidad nacional, el fortalecimiento de la cooperación internacional mediante marcos éticos y sostenibles, y el desarrollo de mecanismos de negociación colectiva, Europa se posiciona de forma proactiva en un panorama global cada vez más complejo y competitivo. El éxito de estos esfuerzos dependerá no solo de un compromiso político y financiero sostenido, sino también de la búsqueda del complejo equilibrio entre una política industrial agresiva y el cumplimiento de rigurosos estándares ambientales, éticos y sociales. Los resultados, a medida que estas iniciativas maduren, influirán profundamente en la resiliencia y la competitividad global futuras de Europa en sectores tecnológicos e industriales críticos.

Al asesorar a inversores institucionales que exploran el panorama cada vez más complejo de los minerales críticos, suelo sugerir estrategias de cartera a medida que reflejan su tolerancia al riesgo, horizontes de inversión y objetivos estratégicos específicos. Para los fondos de pensiones y las dotaciones, que suelen adoptar enfoques de inversión conservadores y de largo plazo, la prioridad debería ser invertir en jurisdicciones estables que se alineen estrechamente con las estrategias de friendshoring establecidas en Europa y Norteamérica. Estas regiones ofrecen menores riesgos geopolíticos, entornos regulatorios robustos y un apoyo político explícito, como la Ley de Materias Primas Críticas (CRMA) de Europa. Las iniciativas europeas respaldadas por empresas conjuntas, en particular las centradas en el procesamiento y el reciclaje, ofrecen una oportunidad especialmente atractiva. La diversificación en minerales como el litio, el grafito y las tierras raras ayuda a mitigar los riesgos asociados a la dependencia de un único recurso y protege aún más las carteras frente a la influencia dominante del mercado chino.

Para los fondos soberanos, que inherentemente tienen perspectivas de inversión estratégicas y, a menudo, multigeneracionales, el énfasis se desplaza hacia inversiones directas y estratégicamente alineadas en países ricos en recursos, pero políticamente estables, como Canadá, Australia y Chile, aunque este último país ha experimentado recientemente una crisis en torno a los minerales. Estas jurisdicciones no solo se alinean con los principios de friendshoring, sino que también presentan menos vulnerabilidades al nacionalismo de los recursos. Sugiero que estos inversores consideren participaciones significativas o alianzas estratégicas en proyectos europeos críticos de materias primas que se benefician del respaldo gubernamental explícito. Además, los fondos soberanos pueden asignar capital de forma significativa a tecnologías innovadoras de refinación y reciclaje con viabilidad técnica comprobada y un claro respaldo gubernamental, alineando así la rentabilidad financiera con objetivos estratégicos y políticos más amplios.

Los inversores de capital privado, con horizontes a medio plazo y mentalidad oportunista, deberían identificar proyectos de minería y procesamiento infravalorados, actualmente estancados o retrasados ​​por la incertidumbre regulatoria, pero con probabilidades de avanzar. Proyectos como Resolution Copper en Arizona o los desarrollos de Lithium Americas representan oportunidades privilegiadas para este tipo de inversión de capital específica y con conocimiento de riesgo. Al mismo tiempo, el capital privado debería invertir selectivamente en tecnologías e instalaciones de procesamiento intermedio, en particular aquellas que se beneficien de la sólida demanda impulsada por la CRMA en Europa y de los incentivos políticos. Invertir en startups consolidadas con capacidades de procesamiento demostradas, en lugar de en la especulación, es esencial dado el rápido desarrollo del panorama tecnológico.

Los inversores de capital riesgo suelen gestionar carteras de alto riesgo a corto plazo con potencial de rentabilidad descomunal. Al asesorar a estos inversores, destaco la importancia de respaldar a las startups tecnológicas con sólidas carteras de propiedad intelectual centradas en innovaciones revolucionarias en la extracción o el reciclaje de minerales. Las startups europeas que se benefician directamente de la alineación con CRMA son particularmente atractivas debido al sólido apoyo político y la clara demanda comercial. Por el contrario, es necesario ser más cauteloso al evaluar las startups mineras estadounidenses que están en auge; una diligencia debida rigurosa es fundamental debido a la persistente incertidumbre política y al legado de un apoyo fluctuante de diferentes administraciones. Eso es diligencia debida técnica, no diligencia debida de equipo o de proyecciones financieras. Obtenga recursos como Lyle Tritten, Nickel Nerd, o el ingeniero de procesos químicos Paul Martin de Spitfire Research para analizar de cerca la tecnología. Este es un espacio donde apostar por el equipo no funciona; es tecnología profunda, no una aplicación.

Los fondos de infraestructura, que generalmente buscan flujos de caja estables a largo plazo, deberían priorizar las inversiones en infraestructura logística crítica, esencial para las cadenas de suministro de minerales. Las inversiones en centros de refinación, puertos e infraestructura de transporte ubicados en jurisdicciones políticamente estables dentro de Europa y países aliados son particularmente atractivas. Estos proyectos de infraestructura se alinean naturalmente con iniciativas como la Plataforma de Compras Conjuntas de la UE y las iniciativas más amplias de friendshoring de EE. UU. Al mismo tiempo, los inversores en infraestructura deberían evitar rigurosamente los activos vulnerables al nacionalismo de los recursos o a la nacionalización repentina, especialmente en regiones políticamente volátiles donde los acontecimientos recientes indican riesgos crecientes.

En general, un enfoque equilibrado que priorice la diversificación geográfica, una alineación cuidadosa con las estrategias de friendshoring de la UE y EE. UU., y una selección prudente de activos en todas las etapas de la cadena de suministro de minerales ofrece la vía más resiliente y estratégicamente sólida. Este enfoque ayuda a mitigar la exposición a las políticas restrictivas de exportación de China, reduce los riesgos asociados a las agresivas estrategias estadounidenses de colonización de recursos y aprovecha el creciente apoyo gubernamental de los países occidentales para generar rentabilidades sostenibles y estratégicamente sólidas.

Los inversores institucionales se encuentran hoy en un panorama radicalmente transformado, que ha evolucionado rápidamente desde décadas de la ortodoxia del mercado liberal hacia una intervención gubernamental activa y políticas industriales explícitas. Tras casi medio siglo en el que los minerales críticos rara vez figuraban en el vocabulario de la planificación estratégica, han vuelto a ser fundamentales para las estrategias económicas y de seguridad nacional de los países occidentales. Los inversores deben evaluar cuidadosamente cómo esta renovada priorización de la política industrial, impulsada por rivalidades geopolíticas y competencia estratégica, transforma los mercados e introduce nuevos niveles de riesgo y oportunidad.

Esta reactivación de la política industrial se debe en gran medida a la intensificación de las tensiones geopolíticas entre los países occidentales, especialmente Estados Unidos, y China. La relación cada vez más competitiva, y en ocasiones conflictiva, con China, en particular en lo que respecta al control y suministro de minerales críticos esenciales para las tecnologías emergentes, ha obligado a los gobiernos occidentales a reconsiderar sus vulnerabilidades estratégicas. El dominio de China sobre el suministro mundial y la capacidad de refinación de minerales críticos como el litio, el grafito, el cobalto y las tierras raras se ha convertido en una grave preocupación, lo que ha impulsado a los países occidentales a implementar urgentemente medidas destinadas a diversificar las fuentes, relocalizar la producción y fortalecer la resiliencia.

En respuesta a estas vulnerabilidades, los gobiernos occidentales han introducido importantes intervenciones políticas, que van desde subsidios financieros directos y protecciones comerciales específicas hasta la nacionalización total de recursos críticos en ciertos casos. Políticas como la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU. y la Ley de Materias Primas Críticas de Europa representan compromisos sustanciales de los gobiernos para apoyar las cadenas de suministro nacionales y la infraestructura de procesamiento. Estas medidas indican claramente a los inversores que los mecanismos tradicionales impulsados ​​por el mercado ya no determinarán por sí solos los resultados estratégicos en estos sectores. Los inversores ahora deben comprender e integrar estos nuevos marcos políticos y regulatorios en sus estrategias de cartera, reconociendo que las acciones gubernamentales pueden influir drásticamente tanto en la rentabilidad como en los perfiles de riesgo de sus inversiones.

Simultáneamente, los rápidos avances tecnológicos en energías renovables, tecnologías de baterías y vehículos eléctricos —a menudo denominados "computadoras sobre ruedas"— siguen impulsando un crecimiento exponencial de la demanda de minerales críticos. Esta acelerada transición tecnológica ha intensificado la presión sobre las cadenas de suministro, ya sometidas a una fuerte presión por la competencia geopolítica. El resultado es una competencia global cada vez mayor por los recursos esenciales para la transición verde, con previsiones de demanda que superan ampliamente la capacidad de producción y refinación existente a corto plazo.

Esta confluencia de resurgimiento de la política industrial, fricción geopolítica y rápidos avances tecnológicos representa una transformación sin precedentes en el panorama de la inversión. Los inversores deben ajustar sus estrategias en consecuencia, sopesando cuidadosamente los riesgos de las disrupciones geopolíticas, las nacionalizaciones y las intervenciones regulatorias frente a las inmensas oportunidades que surgen de la creciente demanda impulsada por los objetivos globales de descarbonización. A medida que los minerales críticos se integran de nuevo en las doctrinas de seguridad nacional y las estrategias económicas, las decisiones de inversión en este ámbito ya no pueden basarse únicamente en los fundamentos del mercado. En su lugar, los inversores deben adoptar un enfoque matizado e integrado, que incorpore inteligencia geopolítica, iniciativas gubernamentales estratégicas y pronósticos tecnológicos a largo plazo en sus análisis.

El regreso de la política industrial y la renovada importancia estratégica de los minerales críticos no son fenómenos temporales. Reflejan un profundo cambio estructural en la economía global y las relaciones internacionales que los inversores deben abordar activamente para asegurar rentabilidades sostenibles y estratégicamente alineadas en una era marcada por la complejidad, la competencia y la transformación.

Pregunta: ¿Vale la pena deslocalizar o disociar?

Desvincularse de China o deslocalizar agresivamente las cadenas de suministro de minerales críticas suena atractivo, especialmente en un clima geopolítico cada vez más definido por la competencia estratégica y las vulnerabilidades de la cadena de suministro. Sin embargo, implementar esta estrategia exige un realismo sobrio sobre el arraigado dominio de China, una evaluación lúcida de los riesgos involucrados y una lógica estratégica disciplinada que recuerda al enfoque de Richard Rumelt. La respuesta no es una simple disyuntiva de sí o no; más bien, requiere priorizar cuidadosamente los elementos críticos de la cadena de suministro, desarrollar una resiliencia genuina y evitar una escalada innecesaria con China: un enfoque que prioriza una diversificación meditada sobre una desvinculación agresiva.

El dominio de China en minerales críticos es una realidad innegable. Intentar replicar completamente esta infraestructura a nivel nacional sería financieramente exorbitante, técnicamente desafiante y extremadamente lento. Antagonizar a China, por ejemplo con aranceles masivos, simplemente resultará en la falta de suministro de algunos minerales críticos, la escasez de la mayoría y el aumento de los precios de todos los minerales.

En cambio, aplicar el pensamiento estratégico de Rumelt sugiere priorizar la criticidad. El objetivo estratégico no es una desvinculación total, sino una resiliencia focalizada. La deslocalización tiene sentido principalmente en áreas de mayor vulnerabilidad y mayor valor estratégico, como los imanes de tierras raras, esenciales para aplicaciones militares avanzadas, la electrónica de precisión y los motores eléctricos de alta eficiencia. En otros segmentos menos sensibles estratégicamente, la deslocalización cercana y la deslocalización de recursos (colaboración estrecha con aliados de confianza y países estables y ricos en recursos) deberían tener prioridad. Esta diversificación matizada, combinada con inversiones en reciclaje, eficiencia y sustitutos tecnológicos, proporciona una mayor resiliencia estratégica a largo plazo sin provocar una confrontación innecesaria con China.

Además, cualquier estrategia eficaz de deslocalización o diversificación debería apuntar explícitamente a complementar, en lugar de sustituir por completo, las capacidades existentes de China. Los principios estratégicos de Rumelt advierten firmemente contra el antagonismo innecesario. Enmarcar diplomáticamente la diversificación de la cadena de suministro como una necesidad económica y ambiental, en lugar de una oposición geopolítica, ayudaría a mantener la estabilidad y evitaría una escalada innecesaria de la tensión. La propia China sigue dependiendo significativamente de las tecnologías, los mercados y los sistemas financieros occidentales, lo que crea una importante influencia y oportunidades para una interacción constructiva. Reconocer y gestionar estratégicamente estas interdependencias puede mitigar la motivación de China para utilizar su dominio en el sector minero como palanca.

En última instancia, el camino a seguir requiere un realismo mesurado: las naciones occidentales deben desarrollar sistemáticamente su resiliencia y reducir sus vulnerabilidades estratégicas, reconociendo al mismo tiempo la interdependencia económica con China. En lugar de buscar una disociación rígida e ideológica que exacerbe las tensiones, el enfoque óptimo equilibra estratégicamente el desarrollo de capacidades nacionales, las alianzas internacionales de cooperación y la innovación tecnológica. Esta estrategia proporciona una auténtica seguridad y resiliencia económica sin sacrificar la estabilidad diplomática ni exacerbar innecesariamente las rivalidades geopolíticas.

Europa se está acercando mucho más a lo correcto que Estados Unidos en estos momentos.

Pregunta : ¿Qué son las tierras raras?

Las tierras raras no son particularmente raras ni son tierras, al menos no en el sentido que la mayoría de la gente podría suponer. El término "tierras raras" es un nombre histórico inapropiado que se remonta a los siglos XVIII y XIX, y que originalmente se refería a minerales que entonces se consideraban escasos debido a su dificultad para aislarlos y refinarlos con las tecnologías disponibles en aquel entonces. Hoy en día, sabemos que muchas tierras raras son, de hecho, más abundantes en la corteza terrestre que metales preciosos como el oro o el platino, pero su distribución dispersa dificulta económicamente su extracción y procesamiento.

Científicamente hablando, las tierras raras (TER) consisten en un conjunto de diecisiete elementos metálicos químicamente similares, concretamente los quince lantánidos de la tabla periódica, junto con el escandio y el itrio, que comparten características químicas. Más que su rareza, su valor reside en las extraordinarias propiedades que exhiben, como su potente magnetismo, luminiscencia y capacidad catalítica. Estas cualidades únicas las han hecho indispensables en una amplia gama de tecnologías modernas, desde teléfonos inteligentes y vehículos eléctricos hasta sistemas de defensa avanzados, turbinas eólicas y sofisticados equipos de imagenología médica.

Lo que realmente hace que las tierras raras sean "raras" desde un punto de vista práctico no es su escasez en la naturaleza, sino las complejidades económicas y ambientales que conlleva su extracción y refinación. Los minerales que contienen estos elementos, como la bastnasita, la monacita y la xenotima, tienden a presentar bajas concentraciones de tierras raras, lo que requiere procesos extensos y, a menudo, con gran impacto ambiental para su separación y refinación.

Pregunta : ¿Vale la pena invertir en reciclaje en Europa?

Invertir en el reciclaje de minerales críticos en Europa es muy prometedor, pero la respuesta no es tan sencilla como muchos podrían suponer. Si bien la lógica económica y geopolítica es convincente, especialmente dada la sólida política industrial europea en virtud de la Ley de Materias Primas Críticas, existen consideraciones técnicas y de mercado con matices que los inversores deben evaluar rigurosamente. Reciclar minerales críticos de productos de uso final como teléfonos inteligentes y baterías de vehículos eléctricos parece intuitivamente sensato, pero los desafíos prácticos relacionados con las diferentes composiciones, las impurezas de oligoelementos y las complejidades del procesamiento presentan obstáculos significativos.

Tomemos como ejemplo los productos electrónicos de consumo, como los iPhones. Contienen numerosos metales raros y de importancia estratégica, pero normalmente solo en cantidades traza. Estas pequeñas concentraciones suelen estar dispersas en mezclas complejas de aleaciones, vidrio, cerámica y plásticos, lo que dificulta la separación y el refinamiento eficientes. La variada composición mineral, que cambia sustancialmente entre generaciones de productos debido a la rápida evolución tecnológica, añade mayor complejidad. Cada variante puede requerir procesos metalúrgicos, tratamientos químicos o procedimientos térmicos significativamente diferentes. Sin plantas de procesamiento altamente adaptables y tecnológicamente sofisticadas, la eficiencia del reciclaje disminuye rápidamente, lo que afecta gravemente la viabilidad económica. Esto subraya la necesidad de que los inversores evalúen cuidadosamente la viabilidad tecnológica y la adaptabilidad real de las soluciones de reciclaje propuestas, idealmente con la debida diligencia de expertos metalúrgicos con experiencia como Lyle Tritten o Paul Martin.

El reciclaje de baterías ofrece una ilustración aún más clara de estas complejidades. La composición química de las baterías de iones de litio ha evolucionado rápidamente, incorporando proporciones variables de litio, cobalto, níquel, manganeso, hierro y aluminio. Distintos fabricantes implementan composiciones químicas de cátodos únicas, optimizadas para el rendimiento, la seguridad, el coste y la durabilidad. La continua innovación en la tecnología de baterías, desde cátodos NMC con alto contenido de cobalto hasta composiciones químicas LFP con bajo contenido de cobalto y sin cobalto, exige que las operaciones de reciclaje ajusten con flexibilidad sus etapas de procesamiento. Un proceso de reciclaje fijo, optimizado exclusivamente para una única composición química, se vuelve rápidamente obsoleto económica y técnicamente. Esto exige inversiones continuas en I+D e infraestructuras de procesamiento flexibles, lo que aumenta significativamente la intensidad de capital y la complejidad operativa.

Sin embargo, existen indicios alentadores de empresas que superan con éxito estos obstáculos técnicos mediante la extracción y el enriquecimiento selectivo de componentes de alto valor, en lugar de optar por métodos de reciclaje masivo de bajo rendimiento. Redwood Materials, en EE. UU., por ejemplo, ha comercializado con éxito una estrategia específica: la extracción, el refinado y el enriquecimiento de cátodos de baterías, específicamente para recuperar sus metales de mayor valor. Esta estrategia altamente selectiva, impulsada por la tecnología y respaldada por una amplia diligencia técnica y la optimización de procesos, puede resultar económicamente ventajosa en comparación con métodos de reciclaje tradicionales menos específicos.

En Europa, el entorno político bajo la Ley de Materias Primas Críticas y el énfasis estratégico en la resiliencia de la cadena de suministro ofrecen un claro impulso para inversiones específicas y de alto valor en reciclaje. Los mercados europeos también proporcionan un flujo constante de materiales al final de su vida útil de alta calidad, impulsados ​​por marcos regulatorios bien desarrollados y una sólida penetración en la electrónica de consumo. Sin embargo, los inversores deben comprender que estas condiciones favorables del mercado no eliminan la necesidad de una sólida diligencia técnica, una flexibilidad realista de los procesos y una gestión cuidadosa de las complejidades operativas. Invertir a ciegas en instalaciones de reciclaje sin un profundo conocimiento de los desafíos metalúrgicos y químicos puede conducir a costosos fracasos.


                               ----------------------------------------------------------------------


Como complemento al relato, no olvidar este artículo con sus mapas y gráficos.

https://futurocienciaficcionymatrix.blogspot.com/2025/02/la-lucha-por-los-recursos-materias.html



   

   

Comentarios

  1. Excelente articulo. Hasta con chiste al final!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola, comparto este articulo que me parece interesante de como China esta limitando la exportación de materias críticas, es este caso las magneticos raros
    https://substack.com/home/post/p-162674308?source=queue

    ResponderEliminar
  3. Último dato oficial de la producción mundial de petróleo en Enero 2025.

    Descenso de 82,415 millones b/d, hasta los 82,184 millones b/d.

    https://www.eia.gov/international/data/world/petroleum-and-other-liquids/monthly-petroleum-and-other-liquids-production?pd=5&p=0000000000000000000000000000000000vg&u=0&f=M&v=mapbubble&a=-&i=none&vo=value&t=C&g=00000000000000000000000000000000000000000000000001&l=249-ruvvvvvfvtvnvv1vrvvvvfvvvvvvfvvvou20evvvvvvvvvvnvvvs0008&s=94694400000&e=1735689600000

    ResponderEliminar
  4. Medio oriente es una colonia militar yanqui , el petróleo que necesiten cuando el shale decaiga lo sacarán de allí , nadie sabe cuanto se llevan del este de la descuartizada Siria pero se lo llevan como pedro por su casa , cruzando la frontera iraquí como si nada , es una coña todo.

    ResponderEliminar
  5. La crisis de los aranceles se empieza a sentir en el sector de transporte de mercancías en USA.

    https://goldbroker.com/news/behind-tariff-tumult-gold-keeps-eyes-deficit-3537

    Sobre el terreno, las tensiones comerciales empiezan a tener repercusiones concretas en la economía real, en particular en el sector del transporte de mercancías en Estados Unidos, donde la desaceleración se está acentuando: en un mes, el volumen del transporte de mercancías por carretera cayó un 8,3%, alcanzando niveles comparables a los del fondo de la crisis del Covid.

    En algunos estados industriales, como Michigan, los conductores de camiones pesados ​​llevan más de dos semanas sin carga, especialmente en el sector automotriz (GM, Ford). Esta repentina contracción de la actividad logística está generando una ola de tensión en el sector bancario, vinculada al impago de los arrendamientos de flotas de camiones, algunos de los cuales llevan más de un año pendientes.

    ResponderEliminar
  6. Sanciones de Trump a Irán con el punto de mira en las compras chinas.

    https://www.reuters.com/business/energy/trump-says-buying-iranian-oil-must-stop-threatens-secondary-sanctions-purchasers-2025-05-01/

    Recordar que casi todas las exportaciones de petróleo iraní, se dirigen a China.

    https://www.rystadenergy.com/news/tensions-us-iran-hit-energy-markets

    ResponderEliminar
  7. Según la memoria anual de Saudí Aramco, las reservas totales de petróleo y condensados son 189,8 miles de millones de barriles de petróleo, con 26,1 miles de millones de líquidos de gas natural y 209,8 TCF´s de gas natural (proporción 6/1 en barriles equivalentes de petróleo).

    https://www.aramco.com/-/media/publications/corporate-reports/annual-reports/saudi-aramco-ara-2024-english.pdf

    As at December 31, 2024, Aramco’s reserves under the Concession
    agreement were 250.0 billion boe (2023: 251.2 billion boe), including
    189.8 billion barrels of crude oil and condensate (2023: 191.3 billion
    barrels), 26.1 billion barrels of NGL (2023: 26.0 billion barrels), and
    209.8 tscf of natural gas (2023: 207.5 tscf).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Rystad Energy nos da una cifra cercana, 177 miles de millones de barriles de petróleo de reservas 2P (finales 2023).

      https://futurocienciaficcionymatrix.blogspot.com/2024/07/reservas-de-petroleo-mundial-segun.html

      Recordar total reservas 2P en el mundo 738 miles de millones de barriles petróleo, según Rystad (final 2023).

      Eliminar
    2. Recordar que en la revisión de 2024, a Rystad le "tiraron de las orejas" y subió las reservas 2P de Arabia desde 62 mil millones de barriles a 177 mil millones de barriles en un solo año.

      https://futurocienciaficcionymatrix.blogspot.com/2024/12/analisis-reservas-mundiales-de-petroleo.html

      La única explicación fue esta.

      Y la única explicación aportada es la siguiente.

      "Rystad Energy también informa de reservas probadas de petróleo de 449.000 millones de barriles, según estándares reconocidos. Esto proporciona un límite inferior para las reservas de petróleo restantes si no se aprobaran nuevos proyectos de desarrollo y se detuvieran todas las actividades de exploración. Se trata de una importante revisión al alza desde 2023 impulsada por el aumento de las perforaciones de relleno en tierra en Arabia Saudita."

      Es decir, las perforaciones de relleno que Arabia llevaba haciendo más de 30 años, dieron como resultado en un solo año, un incremento de 62 a 177 mil millones de barriles de petróleo de reservas 2P.

      Luego tenemos que creernos todos las datos que aportan, sin ningún tipo de explicación.

      Si Arabia tuviera petróleo para 50 años, nunca diría que no puede pasar de 12 millones de producción anual, como dijo MBS.

      Veremos este año, en solo unos meses, que nos cuenta Rystad, una vez que se ha alineado con las reservas "teóricas" presentadas por Arabia.

      Eliminar
  8. Mientras nos seguimos quedando sin recursos fósiles la Otan pide que aumentemos en gasto militar al 3% del PIB. Me pregunto de dónde van a sacar la energía para fabricar, mantener y mover semejante parafernalia bélica.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quién se queda sin fósiles? Occidente será el último, los que deberían estar preocupados son los países del sur global ricos en materias primas , van a ser violados analmente tipo Libia , Siria y a nadie le va a importar.

      Se va a quitar demanda a la fuerza

      Eliminar
  9. Otro incremento de más de 400.000 b/d para Junio, después del incremento equivalente de Mayo.

    Se llama guerra de precios para eliminar la producción de shale oil, disfrazado de "castigo" a los incumplidores Irak y Kazajistán.

    El "relato" incluye también un acercamiento a los postulados de Trump.

    https://cincodias.elpais.com/companias/2025-05-03/la-opep-negocia-mas-incrementos-en-la-produccion-de-petroleo-a-partir-de-junio.html

    Ocho países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), incluidos Arabia Saudí y Rusia, han acordado este sábado un aumento en la producción de crudo por segundo mes consecutivos. El objetivo es acomodar la oferta de petróleo a un nuevo panorama macroeconómico, marcado por la guerra comercial iniciada por Donald Trump hace un mes, abaratar el barril y acercarse así a la Casa Blanca, así como tratar de disciplinar a los países que han incumplido previamente los recortes de producción.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si la guerra comercial prosigue un par de meses más (con la disminución de la demanda de petróleo asociada a las restricciones comerciales), veremos precios del petróleo en 50$ o menos y una vuelta a escuchar "el peak oil ha muerto" ...

      Eliminar
    2. Nada de guerra de precios. Se llama encubrimiento del colapso en curso del Permian. Mike Shellman publicó recientemente un comentario en el que decía que se iba a partir en dos a lo largo de la Interestatal 20. Lo han perforado de forma tan salvaje, que el agua se lo ha cargado. Se pueden olvidar de las URR y demás alucinaciones provocadas por Excel. Aquí tenéis la producción real (no las estimaciones) hasta Febrero. La información es aportada por George Florinescu, en el sitio de Mike.

      https://static.wixstatic.com/media/3d5a58_2da93cb9b49945ca886946ebaf73c610~mv2.png/v1/fill/w_369,h_596,al_c,lg_1,q_85,enc_auto/3d5a58_2da93cb9b49945ca886946ebaf73c610~mv2.png

      Eliminar
    3. Hola Blowout. la imagen recortada que muestras es la ya conocida de OVI.

      https://peakoilbarrel.com/us-february-oil-production-marginally-higher/#more-54897

      En rojo, la producción corresponde a Lower 48.

      Por otro lado, Exxon compró el año pasado Pioneer Natural Resources. El productor independiente más grande del Pérmico, para asegurar las mejores ubicaciones de las que presumía Pioneer.

      Presentó los resultados del primer trimestre 2025.

      https://corporate.exxonmobil.com/news/news-releases/2025/0502_exxonmobil-announces-first-quarter-2025-results

      El flujo de caja del primer trimestre no le da para pagar dividendos y recompra de acciones y ha tenido que incurrir en un pequeño aumento de la deuda neta. Eso con un precio WTI promedio en el trimestre de más de 71$, frente a los 58$ actuales.

      Con un precio de 58$ el barril de petróleo, Exxon necesitaría endeudarse por 14.000 millones de dólares al año, para poder cumplir sus compromisos de dividendo y recompra de acciones.

      Eliminar
  10. Quark esto que dices
    "veremos precios del petróleo en 50$ o menos y una vuelta a escuchar "
    Va camino de ir por allí, pero al final tenemos las reservas que tenemos y funcionar al ralentin también conlleva gasto de reservas. Todo se esta poniendo bastante confuso, pero hay señales por todas partes de que las cosas no van bien. El mundo entra en una etapa de inestabilidad general global, hay que estar atento.

    ResponderEliminar
  11. Me preguntó cómo afectan los aranceles al tungsteno de las barrenas de los pozos de esquisto. Se sabe cuánto cuestan y donde se fabrican?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El gran apagón eléctrico en España. Posibles causas.