La pérdida de confianza en el sistema nos condena al hundimiento total.

 Las crisis de las últimas décadas han sido superadas satisfactoriamente y han impulsado nuevos periodos de crecimiento. Y como siempre ha sido así, existe una confianza interna en la superación de la actual crisis, por parte de la gran mayoría de la población. Después de tantos difíciles momentos (incluido un confinamiento mundial en la pandemia), casi nadie piensa que la "crisis de los aranceles" pueda suponer algo más que un bache en el camino. Y esa historia de recuperación infinita tras las sucesivas crisis a lo largo del último siglo,  constituye la base de la confianza en el sistema.

Lo cierto es que en cada crisis ha sido necesario acudir a rescates cada vez más grandes. El tamaño de la deuda ha crecido en proporción y ha alcanzado un umbral crítico que amenaza con romper los esquemas de la seguridad, vigentes en el sistema fiduciario actual.

La confianza en el dólar, en la FED, en el mercado de deuda USA ha sido puesta a prueba numerosas veces, con resultados aceptables en todos los casos. Los ciclos de auge y caída se suceden, pero el crecimiento se mantiene incólume durante el periodo de referencia y con ello, las perspectivas favorables para una resolución exitosa en este caso también.

Voy a comentar dos artículos que describen la situación y ponen de manifiesto que esta vez es diferente ...

El primero es de Doug Noland. Me gusta la visión de este hombre que tiene una experiencia de cuatro décadas en el corazón de las finanzas y los mercados. Desde su página, ha relatado todas las crisis con bastante detalle y esta vez está francamente asustado, porque piensa que estamos ante la última gran burbuja.

https://creditbubblebulletin.blogspot.com/2025/04/weekly-commentary-hooked-on-hedge-fund.html  

...

Considero la reciente inestabilidad del mercado como la fase inicial de lo que será una prueba crucial para la estructura del mercado. Los mercados de derivados estarán en el epicentro. Se ha transferido (o se planea transferir) demasiado riesgo de mercado de final de ciclo a los mercados de derivados cotizados y extrabursátiles, incluyendo swaps y una gran variedad de instrumentos de cobertura (la opción de venta cotizada es la más sencilla). En cuanto a las opciones de venta, en caso de una caída del mercado, los vendedores/emisores de estos derivados deben vender en corto instrumentos (es decir, acciones, ETF, bonos del Tesoro) para cubrir las exposiciones (estableciendo posiciones que generarían el flujo de caja necesario para liquidar los derivados bajistas vendidos en un mercado bajista). 

Un aspecto central de mi análisis de la burbuja es que el riesgo sistémico se expande exponencialmente durante el "exceso de fase terminal". Los "desplomes" se caracterizan por un rápido crecimiento del crédito de calidad deteriorada a finales de ciclo, junto con un exceso especulativo que provoca que los precios de los activos se desvinculen peligrosamente de los fundamentos subyacentes. Es importante destacar que la especulación apalancada impulsa una sobreabundancia de liquidez desestabilizadora, combustible para la inflación de los precios de los activos y una dinámica de fusión frenética. Además, el exceso de liquidez, los mercados en auge y la exuberancia general garantizan el gasto excesivo, la mala asignación de recursos y la profundización del desajuste económico.

El estímulo fiscal y monetario relacionado con la pandemia desató un "exceso de fase terminal" histórico, que ciertamente incluye una especulación apalancada anormal. Durante cinco años, la Deuda No Financiera (DNF) se infló $ 21.6 billones, o 39%, a $ 76.7 billones. Mientras que la deuda corporativa aumentó $ 2.9 billones (22%), los bonos del Tesoro y los valores de agencias en circulación se dispararon $ 14.3 billones, o 55%, a $ 40.4 billones. La sobreemisión imprudente degradó fundamentalmente las obligaciones de deuda del Tesoro y las agencias, la base de las finanzas globales.

Las explosiones del mercado son invariablemente vulnerables a una reversión de los flujos especulativos. Se sostienen únicamente mediante cantidades crecientes de apalancamiento, liquidez, aumento de precios y aceptación del riesgo. Las reversiones de flujos ponen en marcha el desapalancamiento, la iliquidez, la deflación de precios y la aversión al riesgo.

Los reflujos y flujos, los arranques y reflujos, son típicos. Wall Street ciertamente no se rendirá sin una lucha infernal. Hay mucho en juego. Pero creo que las burbujas están sucumbiendo. La gran reversión en los flujos especulativos ha comenzado. Vale la pena recordar nuevamente que la burbuja financiera hipotecaria se perforó inicialmente en el verano de 2007, con la erupción del desapalancamiento y la inestabilidad en la "periferia" subprime. No fue hasta unos 15 meses después que se desató el infierno (en el "núcleo"). Dudo que la dinámica de la crisis pueda mantenerse a raya durante tanto tiempo esta vez.

Los mercados de deuda del Tesoro/Agencia han proporcionado una estabilización clave del sistema en períodos de crisis durante las últimas décadas. Tras cotizar hasta un máximo del 5,30% en junio de 2007, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años bajaron más de 200 puntos básicos en marzo de 2008. Los rendimientos de los MBS de referencia cayeron del 6,40% al 4,80% en enero de 2008, y el aumento en los precios de los MBS respaldó el rendimiento de la comunidad especulativa apalancada. Además, la caída de las tasas hipotecarias preferenciales prolongó el exceso de la burbuja inmobiliaria. La deflación de la burbuja se vio en cierta medida frenada por ocho recortes de tasas entre septiembre de 2007 y abril de 2008: las tasas se redujeron 325 puntos básicos hasta el 2,00%.

Hoy en día, la dinámica es diferente. Los valores del Tesoro se expandieron en 271.000 millones de dólares en 2007 (frente a los 220.000 millones de dólares de 2006) hasta 6,051 billones de dólares. Los valores del Tesoro se inflaron en 1,3 billones de dólares durante el lustro finalizado en 2007, frente al aumento histórico de 11,5 billones de dólares de los últimos cinco años, hasta alcanzar los 28,1 billones de dólares. En lugar de ser una fuente de estabilización, los mercados del Tesoro y de derivados relacionados son hoy en día fuentes clave de fragilidad e inestabilidad sistémica.

Cabe destacar que el mercado del Tesoro se convirtió en el epicentro del exceso de especulación apalancada pospandemia, proporcionando la fuente marginal de creación de liquidez en el mercado. Los préstamos "repo" han sido una fuente primaria de crédito especulativo. No es casualidad que el aumento de las tenencias de bonos del Tesoro por parte de los fondos de cobertura coincida con la increíble inflación de 2,5 billones de dólares en los activos de los fondos del mercado monetario (MMFA) desde mediados de 2022 (los activos "repo" del sistema aumentaron 2,571 billones de dólares en 19 trimestres). Si bien los MMFA recuperaron 32.000 millones de dólares la semana pasada, la caída de 125.000 millones de dólares de la semana anterior, la mayor desde septiembre de 2008, sugirió un desapalancamiento agresivo.

Más del artículo del FT, “Cómo el mercado del Tesoro se enganchó al apalancamiento de los fondos de cobertura”. “…Dada la escala de la emisión de deuda del gobierno de EE. UU., la participación [de los fondos de cobertura] es necesaria. 'En un mundo donde la gente no puede realizar esas operaciones… los rendimientos de los bonos del Tesoro serían mucho más altos y los contribuyentes estadounidenses pagarían mucho más por pedir dinero prestado', dice [un alto ejecutivo de una de las empresas comerciales más grandes del mundo]”.

Los impactos van mucho más allá de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Los efectos de la “explosión” de la liquidez de la burbuja especulativa han sido nada menos que históricos. Para empezar, no creo que EE. UU. tenga déficits fiscales del 6 al 7% del PIB sin las compras apalancadas de los fondos de cobertura. Habría sido un “momento Liz Truss” de los vigilantes de los bonos, incluso antes de la breve etapa de la Primera Ministra en 10 Downing Street. En cambio, fue una sobreabundancia de liquidez suficiente para impulsar un auge histórico del mercado de valores, que incluyó épicas manías de la IA y las criptomonedas. Liquidez más que suficiente para impulsar los auges actuales en las finanzas no bancarias, incluyendo las burbujas históricas en las finanzas descentralizadas, el crédito privado y los préstamos apalancados.

Sin el apalancamiento especulativo y el consiguiente exceso de liquidez, el «excepcionalismo estadounidense» no se habría convertido en una creencia popular tan ritualizada.

Las finanzas de mercado, la especulación apalancada, la inflación de activos y la dinámica de las burbujas son fundamentales para el "excepcionalismo estadounidense". Por definición, las burbujas históricas deben irradiar grandeza: grandes avances tecnológicos, narrativas brillantes y perspectivas aparentemente prometedoras. Los "felices años veinte" lo tuvieron todo. Y toda esa grandeza es remotamente posible sin una gran cantidad de crédito desestabilizador y excesos financieros. La incipiente Reserva Federal fue fundamental para la burbuja de los años veinte. Un siglo después, una Reserva Federal experimental (y la comunidad global de bancos centrales) y unas finanzas de mercado descontroladas han sido fundamentales para la mayor burbuja de la historia.

Ninguna nación puede competir con nuestro mercado de valores gubernamentales (Bonos del Tesoro y Agencias) de $40 billones, el mayor mercado de la historia para la especulación apalancada y la cobertura de riesgos. Con un total de $150 billones en títulos de deuda y renta variable, no existe una profundidad de mercado comparable en ningún otro lugar. Nuestro complejo de fondos del mercado monetario, percibido como seguro y líquido, de $7 billones no tiene igual, y también somos líderes mundiales en ETF percibidos como líquidos. Y un mercado de "repos" de 7 billones de dólares para financiar la especulación apalancada es la esencia misma del "excepcionalismo estadounidense". Lo mismo ocurre con los mercados de derivados con sede en EE. UU., inigualables tanto en especulación como en gestión de riesgos.

Toda la estructura está respaldada por el banco central más importante del mundo para garantizar la abundancia de liquidez, fuertemente respaldada por la confianza en la moneda inversa del mundo. Además, la emisión masiva de bonos del Tesoro respalda los ingresos, las ganancias corporativas, los precios de los activos, la actividad económica y, en general, el sistema crediticio. El "excepcionalismo estadounidense" se construyó sobre una frágil estructura de mercado enganchada al apalancamiento de los fondos de cobertura.

Habiendo sucumbido al parabólico "exceso de fase terminal", la gran Burbuja vivía con tiempo prestado, con o sin el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Pero ciertamente aceleró las crisis de la dinámica de la confianza. Las incertidumbres asociadas con una guerra comercial histórica son demasiado grandes para soportarlas. Demasiada incertidumbre para permanecer altamente apalancados. Demasiada incertidumbre para una manía bursátil. Demasiada incertidumbre para una economía de burbuja vulnerable. Demasiado crédito arriesgado para una economía susceptible a shocks que afecten la confianza de los consumidores, las empresas y el mercado. Demasiada incertidumbre para una Reserva Federal que recientemente falló tanto en su mandato de estabilidad de precios. Bloomberg: «La guerra comercial de Trump sacude los pilares del sistema financiero, advierte el FMI».


Lo que nos traslada Noland es que estamos en la última fase de la burbuja terminal. El desarrollo de esta fase no tiene porque ser fulminante, poniendo como ejemplo que el crash del verano de 2008, comenzó quince meses antes.

La acumulación de excesos ha ido en progresión geométrica desde las primeras crisis del siglo pasado. Cada nueva "batalla" ha concluido con más endeudamiento y cada nueva época de crecimiento ha disparado la especulación, introduciendo más herramientas cuyo método de obtener beneficios era el apalancamiento masivo, introduciendo una dosis de riesgo extraordinario. Naturalmente, el crecimiento exponencial de este tipo de manejos ha requerido intervenciones cada vez mayores por parte de los BC. En 2008, el sistema se rompió y necesito la ayuda permanente de los BC, encabezados por la FED. Desde entonces, todo el mundo sabe que los mercados están monitorizados y que los BC no los dejarán caer. Las pruebas desde 2008 han sido convincentes. La crisis europea de la banca en 2012, terminó con las palabras de Mario Draghi, "haremos lo que sea necesario, y créanme, será suficiente", dando a los mercados una seria advertencia de especular contra el BCE. La pandemia obligó a la mayor inyección de dinero de la historia y se saldó con nuevas subidas de los mercados y la más reciente crisis de confianza en los bancos regionales estadounidenses a principios de 2023, fue solo una pequeña marejadilla sin importancia, pero constató que los BC seguían al mando.


La deuda ha alcanzado su límite y sobre todo en EE.UU., la subida de los tipos de interés, propulsó los gastos financieros por encima del billón de dólares, junto con un déficit presupuestario gigantesco y un déficit comercial igualmente enorme. Trump pretende introducir los aranceles como medio de normalizar ambos déficit y tratar de reducir los gastos financieros para reconducir el sistema, al tiempo que trata de relocalizar la fabricación estadounidense. 

Pero el modelo elegido, pone patas arriba el comercio mundial, al pretender obtener mejoras a cambio de condiciones leoninas cuyas consecuencias deberán pagar el resto del mundo. 

Y esta vez, los resultados de los mercados están siendo diferentes por primera vez.

Laurent Maurel nos lo explica en este artículo. Como sé que si pongo el enlace no lo lee casi nadie, esta vez lo copio entero, para que alguien lo lea completo. Es un poco técnico pero es muy importante comprenderlo todo para poder evaluar la situación.   

https://goldbroker.com/news/bond-market-three-signs-unprecedented-systemic-stress-3532


El reciente cambio de tono de Donald Trump respecto de los aranceles, al igual que su inesperada suavización hacia el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, resalta una realidad que a menudo se pasa por alto: el verdadero equilibrio de poder no se juega en el escenario político, sino en el funcionamiento del mercado de deuda estadounidense.

En otras palabras, incluso bajo la presidencia de un hombre con reputación de imprevisibilidad e intervencionismo, la trayectoria de la política estadounidense sigue estando profundamente limitada por las exigencias del mercado de bonos. Este muro de deuda , es decir, la colosal escala de las necesidades de refinanciación del Tesoro estadounidense, impone una disciplina de facto. En cuanto se disparan los tipos de interés a largo plazo o flaquea la demanda de bonos del Tesoro, cualquier intento de independencia política o confrontación institucional choca con la realidad de los flujos financieros globales.

Trump, aparentemente libre de tomar sus propias decisiones, se ve obligado a adaptar su discurso, no por convicción, sino bajo la silenciosa presión de los mercados. No puede oponerse de forma sostenible a la Fed ni adoptar políticas comerciales o fiscales excesivamente desviadas sin pagar las consecuencias inmediatas en el mercado de bonos. La más mínima tensión entre la Casa Blanca y la Fed basta para elevar las primas de riesgo, incrementar los costes de financiación y amenazar el equilibrio presupuestario.

Este giro estratégico ilustra hasta qué punto los mercados, y en particular los de deuda soberana, dictan ahora los límites del poder ejecutivo. Lo que parece un tira y afloja político en realidad esconde un delicado equilibrio, con el verdadero centro de gravedad político desplazándose hacia la curva de rendimientos.

Tras la volatilidad de los mercados financieros y la aparente inestabilidad de las políticas económicas, es en realidad el mercado de tipos de interés a largo plazo el que ostenta el poder decisivo. Contrariamente a la creencia popular, estos tipos escapan en gran medida al control directo del banco central: reflejan las expectativas, los temores y las demandas de los inversores.

Si bien la Reserva Federal puede influir en los tipos de interés a corto plazo, su influencia en los tipos a largo plazo sigue siendo indirecta y condicional. Solo puede aspirar a reducirlos emitiendo señales monetarias firmes, en particular recortando sus tipos de interés clave, como desearía Donald Trump.

Y ahí radica la paradoja: el presidente estadounidense espera una flexibilización de los tipos de interés a largo plazo para aliviar la carga de la deuda federal e impulsar la actividad... pero descubre que esta flexibilización no se puede decretar. Depende de un factor que ni la Casa Blanca ni siquiera la Reserva Federal pueden controlar por completo: la confianza del mercado. Y cuando esta confianza flaquea, los tipos a largo plazo se convierten en una fuerza autónoma, dictando las condiciones a la política, y no al revés.

Así, a pesar de cierta disminución de las tensiones comerciales (en particular, el cambio de postura de Trump respecto de los aranceles) y un ligero repunte en los mercados de valores, el mercado de tipos de interés a largo plazo sigue bajo presión.

         


La reciente corrección en los mercados financieros no ha beneficiado a los bonos soberanos estadounidenses; todo lo contrario. Durante las grandes turbulencias anteriores, los bonos del Tesoro estadounidense habían recuperado plenamente su estatus de refugio seguro: los inversores se apresuraron a comprarlos, lo que provocó una fuerte caída de los rendimientos, especialmente en el bono a 10 años.





Este movimiento se explicó por una necesidad de seguridad absoluta en un contexto de colapso general de la confianza.

Pero esta vez, el escenario es radicalmente diferente. A pesar de la creciente aversión al riesgo y las crecientes tensiones en los mercados bursátiles y crediticios, los rendimientos de los bonos estadounidenses a 10 años no están bajando; peor aún, se mantienen altos e incluso siguen subiendo. Este fenómeno revela una profunda anomalía: los bonos del Tesoro ya no cumplen su función de refugio seguro. Esto refleja una falta de confianza sin precedentes en la propia firma estadounidense, o al menos en la sostenibilidad de su trayectoria fiscal.

En otras palabras, ya no es sólo el riesgo a los activos privados lo que causa preocupación, sino el riesgo al corazón mismo del sistema financiero global.

Ni siquiera la reciente y violenta corrección de los bonos corporativos estadounidenses ha provocado el tradicional retroceso hacia los bonos soberanos estadounidenses.



Los inversores, en particular los extranjeros, están liquidando masivamente sus activos estadounidenses, ya sea en acciones o bonos corporativos. Sin embargo, en una medida sin precedentes, este capital no se está redirigiendo hacia los bonos del Tesoro, como cabría esperar. Más bien, está abandonando por completo los mercados estadounidenses.

Este comportamiento marca una ruptura con la mecánica habitual del mercado. Para una proporción creciente de inversores internacionales, los bonos del Tesoro ya no cumplen su función de refugio seguro por excelencia. Ya sea por los altos rendimientos a largo plazo, las preocupaciones fiscales o la pérdida de confianza en la política monetaria, el mensaje es claro: la deuda soberana estadounidense ya no se percibe como el refugio de estabilidad que antaño representaba.

La resistencia a la baja de los rendimientos, en particular en los vencimientos a 10 y 30 años, revela una dinámica mucho más profunda que el mero nerviosismo vinculado a las noticias geopolíticas o las decisiones de la administración Trump.

El problema ya no reside en la volatilidad cíclica, sino en un cuestionamiento estructural del interés de los inversores por la duración estadounidense. Incluso cuando los mercados bursátiles se relajan o el poder ejecutivo intenta frenar el ritmo, los inversores exigen una prima cada vez mayor para aceptar préstamos a largo plazo al gobierno estadounidense. Este escepticismo persistente se refleja directamente en los altos rendimientos de los bonos del Tesoro, a pesar de los esfuerzos de reposicionamiento político.

Esto subraya una cosa: los tipos de interés a largo plazo ya no son sensibles a las comunicaciones políticas o monetarias a corto plazo. Ahora son la expresión de un malestar más fundamental, vinculado a la trayectoria fiscal de Estados Unidos, la enorme oferta de deuda por absorber y las crecientes dudas sobre el arraigo institucional de la política monetaria. En este sentido, el mercado de tipos a largo plazo se ha convertido en el juez silencioso pero implacable del caos fiscal estadounidense.

La continua superación del 5% en el rendimiento de los bonos estadounidenses a 30 años no es solo una señal técnica. Marca un cambio en la percepción del riesgo soberano estadounidense. Los mercados exigen ahora una prima de riesgo mucho mayor para la tenencia de deuda a largo plazo. Esto ya no se debe a las condiciones económicas, sino a la falta de confianza ante una serie de factores estructurales: la deriva fiscal en Estados Unidos, las tensiones geopolíticas y el debilitamiento del dólar como ancla global.





La Reserva Federal mantiene cierto control sobre los tipos a corto plazo, pero ha perdido su influencia sobre los de largo plazo. Los inversores están abandonando la duración en favor de activos reales (oro, bienes raíces), divisas refugio (CHF, JPY) y variables representativas de la rentabilidad real. Por lo tanto, esta subida de tipos no es una anomalía, sino un ajuste en la confianza global.

Un bono a 30 años al 5% no anuncia un pico, sino una advertencia: el mercado duda de la solidez financiera e institucional de Estados Unidos. Solo una ruptura de la tendencia —una caída del crecimiento, una intervención directa de la Fed o un retorno masivo de compradores extranjeros— podría revertir esta dinámica. De no ser así, los mercados están reevaluando la deuda estadounidense con una perspectiva más fresca y exigente.

Esta señal de desconfianza en el bono estadounidense a 30 años —donde una superación del 5% representa una pérdida estructural de confianza en la deuda soberana estadounidense— no debe considerarse de forma aislada. Forma parte de una dinámica más amplia de tensiones en los mercados de tipos de interés, de la cual los swaps de tipos de interés son tanto reflejo como vector.

Precisamente a través de estos instrumentos derivados —que supuestamente ofrecen protección contra las variaciones de los tipos de interés— se ha construido una arquitectura de arbitraje masivo, que ahora se encuentra amenazada. Cuando el tipo fijo de un swap cae por debajo del rendimiento de un bono del Tesoro con el mismo vencimiento, como ocurre actualmente, se crea una aparente oportunidad de carry. Pero tras esta oportunidad se esconde un mecanismo de apalancamiento, sensible a la más mínima sacudida del mercado.

Veamos este fenómeno más de cerca:

Los swaps de tipos de interés, instrumentos clave en la gestión del riesgo financiero, son la base de un desequilibrio latente en el mercado global de bonos. Su funcionamiento se basa en un intercambio de flujos de interés entre dos partes: una paga un tipo fijo y la otra un tipo variable indexado a un tipo de referencia como el SOFR. Estos contratos permiten a los participantes asegurar su exposición a las variaciones de los tipos de interés adaptando su perfil de riesgo.

Cuando los tipos de interés swap fijos caen por debajo del rendimiento de los bonos del Estado con el mismo vencimiento —un fenómeno conocido como «spread negativo»— surgen oportunidades de arbitraje. Un inversor puede comprar bonos del Tesoro a largo plazo, financiar esta posición a corto plazo a través del mercado de repos y, posteriormente, utilizar un swap para recibir un tipo de interés flotante superior al tipo de interés fijo que paga. Este acuerdo, conocido como «operación de base», puede generar un carry positivo, especialmente cuando se combina con un carry trade de divisas, como la financiación con yenes a tipo cero.

Pero esta estrategia, aparentemente libre de riesgos, se basa en un alto apalancamiento y contrapartes sólidas. En cuanto el mercado se tensa (aumento de los tipos de interés a largo plazo, encarecimiento de la financiación, pérdida de confianza), estos acuerdos se vuelven frágiles. La desaparición de una contraparte en un swap, por ejemplo, elimina la cobertura contra el riesgo de tipos de interés, transformando una posición neutral en exposición directa al mercado de bonos.

Este desequilibrio se propaga por efecto dominó. Las ventas forzadas de bonos del Tesoro amplifican el aumento de los tipos a largo plazo, lo que provoca llamadas de margen, nuevas ventas, etc. En lugar de normalizarse, los diferenciales de swaps siguen cayendo, ya que los participantes ya no pueden o no quieren asumir la otra parte del contrato. El sistema se congela, la liquidez desaparece y se instala la desconfianza.

Esto es precisamente lo que está sucediendo ahora mismo. Los diferenciales de swaps están cayendo drásticamente, no solo en el vencimiento a 30 años, sino también en el de 10 años, dos segmentos cruciales de la curva de rendimiento.

En la práctica, un diferencial swap negativo significa que el tipo de interés fijo ofrecido en un swap de tipos de interés es inferior al rendimiento de un bono del Estado con un vencimiento equivalente. En condiciones normales, este diferencial debería mantenerse próximo a cero, ya que las fuerzas de arbitraje tienden a suavizar las diferencias entre ambos instrumentos. Sin embargo, hoy en día, este diferencial no solo se está volviendo negativo, sino que se está reduciendo cada vez más.

Esta caída de los diferenciales de swaps refleja varios fenómenos concurrentes:

  • Por un lado, una mayor presión sobre los balances de las entidades financieras, que se muestran reacias a tomar posiciones por falta de capacidad o apetito por el riesgo.
  • En segundo lugar, una demanda persistente y estructural de cobertura por parte de los actores con duraciones largas (fondos de pensiones, aseguradoras), que buscan protegerse contra un nuevo aumento de los tipos a largo plazo.
  • Por último, una reducción del apalancamiento y una contracción de la liquidez en el sistema, hacen que el arbitraje tradicional sea mucho más costoso, si no inaccesible.

En otras palabras, la caída de los diferenciales de swaps a 10 y 30 años refleja más que una simple ineficiencia temporal del mercado. Revela un profundo desequilibrio en el funcionamiento del mercado de tipos de interés, que es a la vez de balance, psicológico y estructural. Es un indicador silencioso, pero temiblemente potente, de un sistema que se encoge sobre sí mismo.





En tal entorno, incluso los mecanismos de arbitraje históricamente robustos se vuelven inoperantes. Bancos, fondos y aseguradoras prefieren preservar su flexibilidad en lugar de adoptar estrategias de riesgo asimétricas. El multiplicador de garantías se está reduciendo: el mismo bono ya no puede utilizarse como garantía en tantas transacciones como antes. Todo el sistema de transformación de liquidez se contrae.

La situación se vuelve crítica cuando las tensiones del mercado se cruzan con una crisis de gobernanza. Si la independencia del banco central se pone en duda, por ejemplo, por un intento político de destituir a su presidente, la confianza en la capacidad de reacción de la institución se desploma. Los inversores internacionales podrían entonces abandonar los bonos soberanos, impulsando aún más los tipos a largo plazo. En estas condiciones, incluso un recorte de los tipos de interés clave resulta ineficaz: los mercados interpretan dicha medida como una señal de pánico.

Este fenómeno pone de relieve una verdad a menudo subestimada: los derivados de tipos de interés, aunque diseñados para gestionar el riesgo, pueden convertirse en amplificadores de crisis cuando se gestionan en un sistema excesivamente endeudado, excesivamente interconectado y excesivamente dependiente de una liquidez abundante. Cuando se rompe un vínculo, los arbitrajes se vuelven en contra de sus autores y los mercados más líquidos se vuelven inestables.

A largo plazo, solo una intervención creíble, rápida y masiva de los bancos centrales puede frenar esta dinámica. Esto requiere no solo herramientas técnicas, como la recompra de bonos o la ampliación de las líneas de financiación, sino también una sólida base institucional basada en la confianza. Pues es esta confianza, tanto en las contrapartes como en las autoridades monetarias, la que constituye la verdadera columna vertebral de los mercados.

Otro indicador de las tensiones actuales, resaltadas por la crisis arancelaria, es la ruptura sin precedentes entre el comportamiento del dólar y el de las tasas de interés.

En teoría, una subida de los tipos de interés en Estados Unidos debería fortalecer el dólar, al hacer que los activos denominados en dólares sean más atractivos para los inversores internacionales. Pero este vínculo tradicional se está desmoronando, y eso es precisamente lo preocupante.




El fenómeno se está intensificando: incluso mientras los tipos de interés siguen subiendo, el Índice Bloomberg Dollar Spot (BBDXY), que mide el rendimiento del dólar frente a una cesta de divisas principales, ha caído a su nivel más bajo desde enero de 2024. Esta divergencia es una señal contundente. Sugiere que unos tipos de interés más altos ya no son suficientes para estabilizar el dólar y que, en teoría, habría que impulsarlos aún más para detener la caída. Sin embargo, tal perspectiva es difícil de sostener en el contexto actual de fragilidad económica y financiera.

Lo que observamos aquí no es solo una anomalía pasajera, sino un cambio de régimen. Un desanclaje. El mercado da una advertencia: la confianza en los mecanismos habituales de transmisión de la política monetaria se está resquebrajando. Incluso los inversores que han seguido fielmente la relación entre los rendimientos y las divisas están empezando a alejarse.

Y esta caída es aún más preocupante dado que el índice BBDXY, que está casi perfectamente correlacionado con el tradicional DXY (Índice del Dólar), es ampliamente seguido por profesionales. Por lo tanto, no se trata de una señal marginal ni esotérica. Es un mensaje claro de los mercados: algo ha fallado en la jerarquía tradicional de activos.

El contexto actual del mercado marca una clara ruptura con las crisis anteriores. En primer lugar, la caída simultánea de las acciones y los bonos corporativos estadounidenses ya no va acompañada de una fuga de capitales hacia los bonos del Tesoro. En segundo lugar, el colapso de los diferenciales de swaps de tipos de interés, especialmente en los vencimientos a largo plazo, indica una tensión profunda y persistente en el mercado de bonos. Por último, la desconexión entre los tipos a largo plazo y el dólar revela una creciente desconfianza en el ancla monetaria estadounidense.

En estas condiciones, es lógico que el oro físico siga desempeñando su papel de refugio seguro. El aumento de las primas en China tras la reciente caída del precio del oro  demuestra que la demanda se mantiene fuerte. Esto podría poner fin rápidamente a cualquier fase de consolidación.

A pesar de los recientes cambios en la retórica política en Estados Unidos, los riesgos sistémicos aún están muy presentes, y el oro es muy consciente de ello.



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El artículo es impresionante y contiene muchas claves para analizar las diferencias entre esta crisis y las anteriores.

La pérdida de confianza en el mercado de bonos estadounidense es la señal definitiva, unida a la devaluación sorpresiva del dólar y al ascenso de la cotización del oro.

Puesto que la crisis se desarrollará a lo largo de varios trimestres, deberemos estar atentos a los datos que vayan apareciendo.

De momento estamos en un compás de espera, donde los mercado reaccionan a las declaraciones de la administración Trump, en el sentido de intentar comunicar que las negociaciones de los aranceles van por buen camino. 

En realidad estamos dentro de un tsunami. Ahora hay una calma total, porque las aguas se están retrayendo y parece que nada malo pueda suceder. Pero la ola gigante ya se ha formado y en las próximas semanas, nos inundará arrasando todos los mercados.


https://www.zerohedge.com/markets/all-quiet-american-front-trade-war-shock 


  Todo está tranquilo en el frente estadounidense al final de la semana, incluso cuando el Korea JoongAng Daily informa que un alto funcionario comercial chino del Ministerio de Finanzas fue visto en la sede del Departamento del Tesoro de EE. UU. en Washington, D. C. esta mañana. La reunión entre funcionarios chinos y estadounidenses se produce en vísperas de una conmoción en la guerra comercial que se extiende por el Pacífico, con el puerto de Los Ángeles como el primero en ser golpeado . Datos de alta frecuencia sugieren que el impacto comenzará en algún momento de la próxima semana y se intensificará con el paso de las semanas.

En vísperas de un shock por la guerra comercial, los datos de Port Optimizer, un sistema de seguimiento utilizado por los operadores de buques, muestran que los volúmenes de importación programados en el Puerto de Los Ángeles comenzarán a caer la próxima semana y podrían colapsar a mediados de mes .


Cuando la crisis impacte con la gravedad esperada, no es descartable una respuesta proporcional de los BC, con la mayor intervención de la historia. Pero en medio de una pérdida de confianza, esta inyección puede tener consecuencias indeseadas. El abuso sistemático de la impresora ha minado la persistente confianza de los inversores extranjeros y es factible repetir escenarios de hace cien años.


https://justdario.com/2025/04/without-the-fed-resuming-qe-the-us-will-face-a-debt-crisis-very-soon/ 



 




Seguiré monitorizando la evolución de la crisis y veremos finalmente si esta vez es diferente ...  

Comentarios

  1. Aparte de la explosión de la burbuja de los mercados, la geopolítica sigue su curso, con las guerras de Ucrania-Rusia (sin solución aparente), la guerra en Oriente Medio (Israel-Gaza-Yemen), los altercados Pakistán-India y la posible guerra Irán-Israel-USA.

    Referido a los posibles bombardeos a las ubicaciones nucleares iraníes, este artículo explica la tecnología de penetración terrestre.

    https://www.globalresearch.ca/the-nuclear-bunker-buster-flash-animation-simulation-of-consequences-of-a-nuclear-bunker-buster-bomb-attack-on-iran/2281?utm_source=substack&utm_medium=email

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  2. https://www.xataka.com/ecologia-y-naturaleza/uno-fenomenos-extremos-historia-meteorologos-estan-consternados-ola-calor-africa-asia

    Record de calor en abril... Nunca pasa nada y el cambio climático no existe...

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    1. Kaz, hay que ser consecuente.

      Si el cambio climático es fundamentalmente de origen antropogénico como consecuencia de las emisiones de CO2, estamos condenados hagamos lo que hagamos.

      Si se eliminan completamente los fósiles, para reducir inmediatamente las emisiones de CO2 (y tratar de minimizar la inercia inherente al proceso), moriremos mucho antes que por la deriva del cambio climático. Y si no se eliminan, aguantaremos un poco más, mientras la producción de petróleo va disminuyendo a lo largo de la próxima década.

      No creo que estemos en condiciones de criticar ninguna posición, porque tenemos problemas en cualquier caso.

      Desde la posición del pico del petróleo, el cambio climático, aún siendo importante, pasa a un segundo término.

      Si tienes una solución factible, puedes comentarlo.

      Y si la solución es el decrecimiento rápido y orquestado, con una fuerte reducción de la extracción de fósiles, se debe asumir que no es algo pragmático, con muchísimos países negándose a emprender un decrecimiento ordenado.

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    2. @Quark Quark, me asombra que dudes del origen humano del calentamiento global. Se conocen y están bien documentadas todas las causas del calentamiento. Es como si yo les dijera ahora que la escasez de petróleo no existe. Sería una burla consumada. No se trata de "opinión", sino de hechos tangibles.

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    3. Los modelos climáticos no habían predicho la subida de las temperaturas de 2023-2024. Como se minimiza la aportación del volcan Tonga (según los expertos, apenas ha afectado a las temperaturas), se busca otra explicación. El relativo consenso atribuye a la reducción de aerosoles del transporte marítimo por la entrada en vigor de normas restrictivas.

      Este hecho, si se confirma, nos coloca en una disyuntiva complicada. Si seguimos quemando fósiles, aumenta el CO2 y aumentan las temperaturas, con peligrosas retroalimentaciones. Pero si los disminuimos radicalmente la quema de fósiles, también minoramos la cantidad de aerosoles y como se está viendo en 2023-2024, tienen un impacto significativo en el aumento de temperaturas.

      Por otro lado, no entiendo como se invierte en procesos muy caros e ineficientes como la captura de carbono y en cambio, otros muy baratos y beneficiosos para la biodiversidad como es la reforestación masiva, se ignoran.

      Mi conclusión es que todo es un negocio y desgraciadamente, el clima es lo de menos para los dirigentes mundiales.

      Por otro lado es evidente que el CO2 es un gas de efecto invernadero y contribuye al calentamiento. Pero al mismo tiempo, el panel climático reconoce que el efecto de las nubes tienen un margen de error elevado y con esa incógnita es complicado hacer modelos climáticos efectivos.

      En resumen, utilizar la disminución de los aerosoles para justificar cambios al alza inesperados de la temperatura, me coloca en una posición desagradable, porque malo si reducimos los fósiles (por el aumento de aerosoles) y malo también si seguimos quemándolos.

      Desde mi punto de vista, la reducción del consumo de fósiles será completamente natural y marcada por el agotamiento. Lo que tenemos que hacer es reforestar, eliminar la contaminación, eliminar la basura plástica, luchar contra la pérdida de biodiversidad y proteger los acuíferos del abuso.

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    4. Muy bien dicho.
      Yo minimizaria las alusiones en este blog hacia el cambio climático, porque no es el objetivo (centrémonos en agotamiento de recursos, deuda y crisis económica).

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    5. Todos los factores que contribuyan en una suerte de interacción a la formación de una crisis acumulativa son relevantes, también los que puedan tener una implicación inmediata o indirecta, Espartal.

      Y con el máximo respeto, creo que, excepto quark (puesto que es su blog y por tanto, puede hacer lo que quiera con él), nadie más debería tener la potestad de establecer y delimitar los temas que deberían ser tratados y los que no.

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    6. Perdón, donde dije "inmediata" quise decir "mediata".

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    7. Vaya por delante que yo pertenezco de forma muy activa a un grupo de reforestación, así que aplaudo todo lo que suponga la conservación y restauración del bosque. Ahora bien, de entre las muchas razones que me llevan a reforestar, la lucha contra el calentamiento global es la que menos me convence. Y esto es así porque el papel del bosque en el balance energético de la Tierra es muy complejo. Por una parte secuestra carbono de la atmósfera, lo que contribuye a bajar la temperatura; pero por otra disminuye el albedo con respecto al del suelo desnudo, lo que la aumenta. Hay estudios que demuestran que cuando se planta un bosque han de pasar varias décadas antes de que el secuestro del carbono compense el aumento de la temperatura provocado por el menor albedo. Además, para plantar un bosque hay que remover la tierra, lo que libera grandes cantidades de CO2; muchas plantaciones forestales son pasto de las llamas posteriormente; en ocasiones se destruyen matorrales bien establecidos para poner en su lugar árboles poco viables; y así un largo etcétera.
      En resumen, plantar árboles sí, pero teniendo en cuenta que su capacidad de enfriar el clima es más que discutible. Por eso yo insisto en apostar por el decrecimiento ordenado, a pesar de los muchos inconvenientes de esta medida.

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    8. Interesante leerte José. Siempre me he preguntado si es conveniente plantar árboles sin importar su clase y ubicación. Quiero pensar que hay un sitio y un árbol adecuado para cada terreno y clima. Por ejemplo, leí que se quería plantar eucaliptus en Galicia pero en una zona inadecuada por intereses políticos, para variar, así que tiene que haber unas condiciones específicas para plantar el árbol adecuado en el terreno adecuado

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    9. @Jose Cuando uno se pregunta si plantar árboles es algo bueno, es que nuestra razón está a punto de caerse.

      Hemos salido del ciclo natural en el que plantar un árbol era un acto de sentido común universal.

      Se está calculando el menor impacto en la décima de grado, porque el equilibrio global es ya tan frágil que incluso un gesto fundamentalmente "bueno" puede volverse malo bajo ciertas condiciones.

      Se reconoce que el ser humano ha transformado su medio ambiente hasta tal punto que nada es inocuo.

      Nos hemos convertido en gestores del planeta, obligados a pensar cada gesto en términos de balance energético y de efecto global, y no más simplemente en términos de belleza, de vida o de armonía.

      Simbólicamente,
      Esto demuestra que hemos roto la evidencia de que "más naturaleza = mejor",
      Y eso muestra un inmenso sentimiento de pérdida:
      Pérdida de confianza en las leyes naturales,
      Pérdida de la inocencia ante nuestro propio impacto,
      Conciencia de que reparar se ha vuelto tan complejo como destruir.

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    10. Yo he empezado diciendo que pertenezco a un grupo de reforestación (ARBA, para más detalles), y reforesto continuamente, tanto en terreno público como en mi finca particular. El bosque aporta muchos beneficios: regula el ciclo hídrico, aporta biodiversidad, es una fuente de salud por la emisión de terpenos, transmite serenidad y armonía... Lo único que pongo en duda es que pueda ser determinante para disminuir el calentamiento global. Además de las razones que puse antes, el bosque aumenta la biota del suelo, y por tanto la emisión de CO2. Por eso en las selvas tropicales la emisión de este gas es casi igual a la emisión de O2. El auténtico pulmón del planeta no son las selvas sino las diatomeas del océano. Y estas se fertilizan fundamentalmente a partir de las partículas de los desiertos. De manera que si se reforestara el Sahara seguramente aumentaría la temperatura de la Tierra. Digo seguramente porque las interacciones en el sistema bioclimático son tan complejas, que seguro que hay muchas más retroalimentaciones que desconocemos.

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  3. Desde este pasado otoño estamos asistiendo en el sureste peninsular a la muerte de millones de ejemplares de pino carrasco (una especie extremadamente rústica y resistente), por la brutal sequía que padecemos desde hace más de dos años y que hace que en los pinares predomine el marrón sobre el verde. Esto no había ocurrido nunca, pero sospecho que es sólo el anticipo de lo que está por llegar. Aquí el colapso por el cambio climático ya es una realidad.
    Pese a parecer ingenuo, yo sí defiendo la necesidad de un decrecimiento ordenado: volver voluntariamente a la austeridad de los años sesenta para no terminar por la fuerza en una distopía preindustrial. Y esto lo aplico tanto al problema del calentamiento global como a los temas que Quark trata en este foro. Es cierto que estas medidas son muy impopulares, y ningún político se querrá meter en ese jardín. Ahora bien, ¿por qué la población acepta de buen grado grandes sacrificios en el caso de una guerra convencional, pero se niega a asumir sacrificios menores ante catástrofes de mayor calado? Supongo que porque la primera es una amenaza real y las segundas aun se ven como algo muy hipotético, cuando no se rechazan de plano. Lo malo es que cuando estas últimas se empiecen a tomar en serio puede que ya sea tarde.

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  4. José dice,

    "¿por qué la población acepta de buen grado grandes sacrificios en el caso de una guerra convencional, pero se niega a asumir sacrificios menores ante catástrofes de mayor calado?"

    Si desde las más altas instancias te dicen que la transición energética es la solución perfecta, porque te permite eliminar los fósiles y al mismo tiempo, seguir con el crecimiento infinito, es lógico que la gente se niegue a aceptar medidas drásticas. Y además, aunque algún país quisiera reducir el consumo, el resto de países diría que de eso nada, porque hay que seguir creciendo. Se necesita unanimidad en este tipo de acuerdos.

    Algo básico sería mantener el consumo de bienes esenciales (agricultura, minería, obras públicas, transporte público, pesca) y eliminar el consumo de bienes no esenciales como son casi todos los servicios de ocio. Pero el PIB mundial está basado en los servicios como el turismo y es imposible que se pueda llegar a un tipo de acuerdo de reducción, cuando el propio bienestar depende de los servicios no esenciales. Es bastante complicado.

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    1. Por si fuera poco, ni siquiera tenemos un diagnóstico claro sobre si es posible seguir creciendo o no. Por lo tanto, primero es imprescindible llegar a un acuerdo sobre el tema del crecimiento y luego ya se tomarán las medidas. Pero de momento, estamos muy lejos de "confirmar" que no se puede seguir creciendo ...

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  5. Buenas tardes a tod@s.

    Quark, enhorabuena por tus últimos posts.

    Si bien no entiendo mucho de economía, puedo extraer que en los próximos meses/trimestres entraremos en una profunda recesión. Tal y como ya has enunciado en anteriores publicaciones, tras la crisis económica vendrá la crisis energética.

    Lo que yo veo es, corrígeme si me equivoco, que una vez entremos en recesión, difícilmente saldremos de ella porque por efecto "bola de nieve" se irán sumando el resto de crisis (energética, social, política, etc.) en el espacio temporal de 2026-2030. De ahí que sea muy importante identificar el punto de inflexión dado que no volveremos a la senda del crecimiento, tal y como lo entendemos a día de hoy.

    Un cordial saludo.

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    1. Lo que está ocurriendo es la consecuencia normal de haber "estirado el chicle" demasiado. Al final, corremos el peligro de romper la cuerda y que nos estalle en la cara el problema financiero.

      Seguirán introduciendo medidas a la desesperada como en las crisis anteriores, pero esta vez, los resultados pueden ser completamente diferentes a las crisis anteriores y si ello ocurre, inauguramos la crisis que nunca acabará, cuando de una crisis financiera, pasemos a una crisis de los recursos.

      Pero siempre es mejor no adelantarse. Para ello, monitorizamos la situación e iremos viendo el desarrollo en el tiempo de las sucesivas crisis ...

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  6. Yo no tengo muy claro que exista un cambio climático grave, aunque Turiel, que en principio es un experto en el tema, viene insistiendo en que se han pasado 6 puntos de inflexión de los 9 que hay, y que solo si se pasa uno ya estamos en peligro. También da por hecho el detenimiento de la corriente del golfo (Amoc), aunque a largo plazo. Lo que sí tengo claro es que cuando era un chaval allá por los 80, los días de frío en invierno duraban mucho más que ahora y las temperaturas eran mucho más bajas. Esto es irrefutable. Ahora son 4 días de invierno y los termómetros no bajas demasiado. En cualquier caso, siempre he dicho que la crisis energética será más grave y próxima que una crisis climática

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    1. @maxima tension
      "No estoy del todo seguro de que exista un cambio climático grave". Con todo el respeto, tengo la impresión de que no sabe de qué habla. Vean lo que está pasando en Siria, Irak, Afganistán (a dos pasos del colapso), Pakistán (que dentro de 15 años se derrumbará), el norte de México debido al calentamiento y su corolario: la desecación y la desertificación. Me parece horrible que todavía en 2025 se tenga que leer gente que duda del calentamiento.

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  7. Tim Watkins aclarando algunos puntos.

    https://consciousnessofsheep.co.uk/2025/04/27/the-two-horsemen-of-the-net-zero-apocalypse/

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  8. https://www.lynalden.com/full-steam-ahead-all-aboard-fiscal-dominance/

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    1. Gracias zahori.

      Excelente análisis económico, aunque como suele suceder en este tipo de estudios, la cuestión energética y la geopolítica se dejan a un lado.

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    2. Apagón masivo en España… el colapso ha comenzado. Espero que el congelador aguante.

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  9. Pues para no pasar nunca nada, llevamos una hora y media de lo más interesante, vaya...

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  10. Están culpando a los rusos. Esto no me gusta nada

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    1. Hoy me he cortado al afeitarme y creo que la mano de Putin está detrás

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    2. Nada, mensaje fake. Que ha podido pasar? Un fenómeno en la atmósfera? Las intermitencias de las que tanto hablaba Turiel?

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  11. La red en España y Europa hace rato venía al límite con la inestabilidad provocada por las renovables y la reducción de las centrales nucleares y a gas, Beamspot hace rato viene anunciando esto, era de esperar

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  12. Ya tenemos el gran apagón.

    No se sabe todavía la causa, pero ya se apunta problemas de tensión o un ciberataque (aunque este con escaso margen de credibilidad).

    https://www.eleconomista.es/energia/noticias/13337393/04/25/espana-sufre-el-peor-apagon-de-su-historia.html

    Desde el pasado mes de enero, tal y como adelantó elEconomista.es, Red Eléctrica afronta un problema en el control de tensión de sus líneas. La creciente integración de energías renovables y la caída de demanda provocan unas elevadas oscilaciones en los niveles de tensión que podrían llegar a estar detrás de la causa de este apagón.

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    1. https://www.eldiario.es/economia/explicaciones-red-electrica-gran-apagon-espana_1_12253553.html

      Red Eléctrica ha dado a las 14.30 horas las primeras claves del gran apagón vivido en la España peninsular, en Portugal e incluso en zonas de Francia. ¿Cuále son las primeras claves?

      12.32 horas
      “Se ha producido una oscilación muy fuerte en los flujos de potencia de las redes, se ha producido una desconexión del resto del sistema eléctrico del sistema europeo, y esta desconexión ha conllevado un colapso del sistema eléctrico a las 12.32h”.

      Colapso en “todos” los nudos
      “Se han activado todos los procedimientos de comunicación y de reposición del servicio, hemos procedido a informar a todas las empresas del sector -para que activen sus planes de reposición- a los distintos organismos, al Gobierno y al resto de elementos involucrados en el sector eléctrico. Estamos en constante coordinación. Estos procedimientos consisten en que, una vez que el sistema eléctrico peninsular ha sufrido este colapso en todos los nudos de la red, el objetivo es tensión en los distintos elementos de generación y de la red, para que una vez que las instalaciones eléctricas tengan tensión, propagar esta tensión por la red y que se produzca reposición de los suministros”.

      Desde la frontera
      “Se ha propagado tensión en zonas próximas a la frontera con Portugal y Marruecos, que disponían de tensión, era la zona más rápida, y tanto Catalunya como Euskadi, están programando tensión por las redes de transporte. Del mismo modo, en el sur, ya hay algunas zonas con tensión. Este es un proceso paulatino, progresivo, que llevará la alimentación de las centrales de generación y, posteriormente, su extensión a través de las redes”.

      “Nunca en la historia”
      “La reposición será progresiva en las distintas zonas y finalmente, una vez que se reponga en todos los nudos, estaremos en condiciones de que el suministro llegue a los consumidores. Tenemos planes que están preparados concienzudamente. Es un hecho excepcional, en la historia de REE nunca había ocurrido algo así, es un incidente absolutamente excepcional. Estamos centrados en reponer el suministro para que la repercusión en la sociedad sea la menor posible. Para informar a la sociedad actualizaremos sobre el avance del proceso de reposición puntualmente, con las novedades que se vayan teniendo. Este proceso se alargará a lo largo de varias horas hasta la reposición del último de los suministros, sin perjuicio de que ya haya consumidores”.

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    2. https://www.eleconomista.es/actualidad/noticias/13337522/04/25/gran-apagon-asi-funciona-el-arranque-en-negro-de-red-electrica-para-restablecer-la-luz.html

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    3. https://www.cope.es/programas/mediodia-cope/audios/espana-borde-gran-apagon-20241213_3062692.html

      España estuvo al borde de 4 grandes apagones en 2024: hoy se ha cumplido

      Gran apagón en toda España con cientos de miles de afectados. Por el momento se desconocen los motivos, pero nuestro país ya estuvo hasta 4 veces en 2024 al borde de este gran apagón.

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    4. Luego nos dirán las causas, pero lo que no pueden decir es que era impensable, con tantas "advertencias".

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    5. Turiel: España hizo cinco apagones de emergencia en 2024

      https://www.youtube.com/watch?v=PxhM6tXZCrc

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  13. Cientos de miles de afectados no. Decenas de millones mas bien. Madrid ( y Guadalajara) seguimos sin luz casi a las 19:00.

    Un inciso: esta época es precisamente la de consumos mas bajos del año, sin frio ni calor y muchas horas de luz. En julio y enero son los picos de consumo

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  14. En Zero-hedge lo tienen claro ...

    https://www.zerohedge.com/geopolitical/spain-hit-massive-really-massive-power-blackout

    Como escribe Michael Shellenberger en PUBLIC, esto no fue solo un apagón en España. Sacudió toda la red eléctrica europea.

    Nada de esto debería haber sido una sorpresa. La física subyacente se conocía desde hacía años, y las vulnerabilidades específicas se habían explicado repetidamente en advertencias técnicas que los responsables políticos ignoraron.

    ...

    A medida que los países sustituyeron las pesadas centrales eléctricas por generadores ligeros basados ​​en inversores, la red se volvió más rápida, ligera y mucho más sensible a las interrupciones. Esta realidad física básica se expuso en advertencias públicas ya en 2017.

    ...

    Aunque los líderes políticos prometieron que la energía renovable proporcionaría electricidad estable y asequible, en la práctica España se volvió más dependiente de las plantas nucleares y de gas natural restantes para sostener la inercia, incluso cuando el gobierno las presiona para que cierren.

    ...

    A pesar de todas estas advertencias, la energía política y regulatoria en Europa se centró en acelerar el despliegue de las renovables, no en mejorar la estabilidad básica de la red. En España, la generación solar continuó aumentando rápidamente durante 2023 y principios de 2024.

    Centrales de carbón cerradas. Unidades nucleares retiradas.

    En muchos días de primavera de 2025, la generación solar española al mediodía superó su demanda total por la tarde, lo que dio lugar a frecuentes precios negativos de la electricidad.

    El sistema estaba siendo llevado al límite.

    Y hoy a las 12,35 se rompió.

    ...

    El apagón en España no fue solo un fallo técnico. Fue un fracaso político y estratégico.

    ...

    A menos que España invierta rápidamente en inercia sintética, mantenga y amplíe su flota nuclear o añada alguna otra forma nueva de generación de energía rotatoria pesada, el riesgo de futuros apagones sólo empeorará.

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    1. Mucha gente estará pensando lo mismo. Pero vamos a esperar un poco para que confirmen el origen del apagón. Ya habrá tiempo para las críticas ...

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    2. Buenas noches, desde 2020 parece estar acelerandose todo. A ver cuál ha sido el origen, cuando he visto que era general me ha parecido muy preocupante después de tantas lecturas. A mucha gente le habrá ido mal, encerrados en un metro, tren, ascensor, o por una urgencia que no se podia atender... pero muchos otros el dia se les ha convertido en un festivo y salían a pasear o correr o otras cosas, JR muchas terrazas las he visto llenas pagando en metálico. Seguro que los que estamos por aquí lo hemos vivido con muchos nervios. Se va arreglando y todavia pensamos que hay peligro de que la red caiga de nuevo. No se lo que ha pasado pero me da que no será el último apagon general, en España y Portugal es dia histórico y si realmente estamos iniciando el descenso no creo que sea el último.

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  15. Mientras tanto, no podemos olvidar la crisis del comercio mundial. Estamos a punto de comenzar la cuenta atrás ...

    https://www.zerohedge.com/markets/chinese-imported-high-volume-staples-are-about-dry

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