El colapso de las divisas emergentes antecederá la caída del dólar.

 "Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil".

Esta afirmación se cumple también para las monedas fiat del mundo. Los BC han construido un sistema de apoyos alternativos entre los principales Bancos Centrales del mundo, pero los países emergentes no forman parte de ese entramado. Por lo tanto, la falta de apoyo, los convierte en el eslabón más débil.

La inflación ha hecho acto de presencia y se está convirtiendo en un monstruo imparable. Los tipos de interés habían descendido en todo el mundo y la aparición de la inflación ha forzado a cada BC de cada país a una emisión de moneda para financiar, tanto sus cuentas públicas como los préstamos a sus empresas. 

La pandemia ha roto como bien sabemos las cadenas de suministro y ha causado una onda sísmica en los precios. Como consecuencia de ello, las divisas emergentes están sufriendo una fuerte presión vendedora y ciertos países se encuentran en situación de quiebra, como Libano, Venezuela, Afganistán, Siria, Yemen y muchos otros  han tenido que recurrir a subidas de tipos de interés para frenar la inflación.

Incluso países occidentales como Islandia y Corea del Sur, han iniciado las subidas de tipos y muchos otros han terminado sus programas de estímulos monetarios, antes de proceder a subidas de tipos.

https://wolfstreet.com/2021/08/26/korea-iceland-kick-off-rate-hike-cycle-in-developed-economies-after-shock-and-awe-rate-hikes-in-russia-brazil/

"El Banco de Rusia subió su tasa de política en serie, del 4,25% en marzo al 6,5%, incluida una subida de 100 puntos básicos el 23 de julio . El banco central de Brasil aumentó su tasa de política en cuatro pasos, comenzando en marzo del 2% al 5,25%, incluido un aumento de 100 puntos básicos el 4 de agosto. El banco central de Turquía aumentó su tasa de política en grandes saltos al 19% en Marzo, en el que se despidió al gobernador del banco central. Pero la tasa de política se ha mantenido en el 19%.

Lo que estos países enfrentan es lo mismo que enfrenta la economía estadounidense: una inflación a gran escala que amenaza con desquiciarse.

Los bancos centrales que participan en la QE, como los EE. UU., El BCE, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá, etc., no subirán las tasas hasta que finalicen sus compras de activos. Esto se ha explicado muchas veces, y así sucedió la última vez.

Las compras de activos están diseñadas para reducir las tasas a largo plazo , y los aumentos de tasas están diseñadas para impulsar las tasas a corto plazo . Al participar en ambos simultáneamente, un banco central estimularía simultáneamente con rendimientos más bajos a largo plazo y eliminaría el estímulo con rendimientos más altos a corto plazo. Además, aumentar los rendimientos a corto plazo y presionar a la baja los rendimientos a largo plazo simultáneamente haría que la curva de rendimiento se aplanara y posiblemente se invirtiera.

En esos países, las subidas de tipos deben esperar hasta que finalice la QE."


La marea de la inflación se ha presentado muy deprisa, pero eso no quiere decir que el IPC mundial no pueda subir más, incluso aunque puntualmente baje unas décimas en los próximos meses. Las presiones en los precios de los alimentos y la energía, suelen causar varias oleadas de inflación, mientras impactan en los salarios. Al principio, las empresas son reacias a aplicar las subidas de precios que sufren como consecuencia de los incrementos en los suministros, pero después de un tiempo de recortar márgenes, no les queda otro remedio que subir los precios de sus productos. Por eso es conveniente mirar los IPP (índices de precios del productor), para determinar el futuro del IPC.

https://www.bbva.com/es/ipp-diferencia-ipc/  


El IPP de EE.UU: se sitúa en el 7,8% bastante por encima del IPC (5,4%) por lo que se anticipan más subidas de preciosa medio plazo.



 El IPP de Europa todavía está más alto, en el 10,2%.




Con estos datos, nos podemos imaginar la dificultad de los países emergentes para controlar la inflación. Si suben los tipos de interés, comprometen el crecimiento económico y si no los suben , la inflación termina por devaluar su moneda.

Pero esto no es todo. 

En 2013, cuando Bernanke decidió terminar la QE, los emergentes sufrieron fuertes presiones en sus divisas y ello a pesar de no existir una alta inflación. Si ahora, como parecen señalar todos los dirigentes, la inflación obliga a finalizar los programas de estímulos y luego subir los tipos de interés, aunque sean aumentos muy leves, la presión sobre las divisas emergentes se intensificará y es muy posible, que algún país no pueda evitar el colapso.

Las dificultades no solo las sufren países muy pobres como Líbano, Yemen, Siria, incluso los africanos, sino que otros grandes países como Brasil, Irán, Turquía o Argentina, ya están con una inflación muy alta y una fuerte presión sobre su moneda.

Si los cortes en las cadenas de suministro continúan, o los precios del petróleo, alimentos y otras materias primas, siguen al alza, es muy posible que la caída de los emergentes se suceda en cascada, como en la crisis Tequila o la del Baht thailandés.

No sería la primera vez, que una crisis en un país alejado, termina por afectar a todo el mundo y mi opinión es que también esta vez sucederá lo mismo en los próximos meses (tal vez en 12-24 meses).

Al contrario que la última gran crisis inflacionaria en los 70-80, la deuda mundial actual es demasiado elevada, frente a unos ratios muy bajos en los 70. Las subidas de tipos para proteger la moneda, serían la sentencia de muerte en muchas economías, que llevan arrastrando la crisis de 2008, sin solucionar sus persistentes problemas, como es el caso de Argentina (desde el año 2000).



Incluso sin contar la espectacular subida de la deuda de los últimos años, se puede apreciar  que la deuda de los años 70 era muy baja. También con respecto al PIB mundial, en comparación con la deuda actual sobre PIB. 

La pesadilla de la enorme deuda, obliga  a los BC en su política de tipos de interés. No pueden subir los tipos, porque hundirían la economía y para mantener los tipos de sus emisiones de deuda lo suficientemente bajos para que los estados se financien sin problemas, se ven obligados a una impresión permanente de dinero, que se destina a comprar la deuda emitida por los estados. Cuando la inflación se dispara, los tipos reales se vuelven negativos y los BC, en un efecto de retroalimentación que mencionaba ayer, se ven en la necesidad de emitir todavía más dinero, porque ya nadie compra bonos a tipos reales negativos. Este exceso, se convierte en un circulo vicioso, al alimentar la inflación monetaria y volver a comenzar el ciclo de retroalimentación de nuevo.

Basta mirar este gráfico, para comprender que los tipos reales negativos, presionan al alza, los tipos de mercado, como ocurrió en los años 70 y levemente en 2008-2011.


       

Puede que sin querer, estemos repitiendo la crisis del petróleo de 1973-1980, solo que esta vez no existen nuevas reservas de petróleo para seguir con la rueda. Una vez más, el cenit de la civilización vuelve a aparecer. 


Saludos.      

Comentarios

  1. Hola, antes de que caiga el dólar las divisas más débiles caerán, usted mismo ha puesto ejemplos. La que realmente nos interesa es el euro, ¿caerá antes o después del dólar? Y la gran duda, ¿que pasará con renminbi?

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    Respuestas
    1. La FED y el BCE van de la mano en esta partida. Se han involucrado tanto para mantener el sistema en pie, que la crisis, cuando sea que llegue, supondrá la desaparición de la función de los BC, tal y como la conocemos hoy día.

      La inflación ha llegado con fuerza y parece repetir el movimiento de la década de los 70, que acabó con el patrón-oro. Esta vez el final será el inverso. Una vez perdida la confianza en el sistema, es muy posible que veamos una cierta reminiscencia de un patrón-oro (total o parcial). En el fondo, la respuesta la dio, el Banco Central Holandés en 2019, cuando mencionó al oro como el ancla del nuevo sistema.

      En el caso de China, no cabe ninguna duda que se han preparado, reteniendo todo el oro que han podido en la fronteras internas de China. También es muy posible, que el nuevo sistema esté basado en una mezcla de dinero digital, con un cierto apoyo del oro, para infundir la confianza perdida por la ruptura del sistema fiat.

      Pero antes, deberemos ver una crisis de un tamaño nunca visto, acorde a los excesos de los últimos 20 años. Todavía faltan varios episodios antes del epílogo final.

      Saludos.

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