Objetivo 2030-2035. Simbiosis entre la economía de guerra y la digitalización de la economía.
Empezare con la definición de una economía de guerra que nos proporciona wikipedia.
"Se denomina economía de guerra a la que se aplica en momentos históricos de fuertes convulsiones violentas, sean o no conflictos armados, o en periodos de extrema autarquía y que tiene por objetivo mantener el funcionamiento de las actividades económicas indispensables para un país, procurar el autoabastecimiento, desincentivar el consumo privado, garantizar la producción de alimentos y controlar la economía nacional desde el Estado. Cada país se acerca a la reconfiguración de su economía de una manera diferente. Entre las actuaciones fundamentales se encuentran:
- Control exhaustivo de la política monetaria que evite los procesos de hiperinflación.
- Favorecimiento de la autarquía como sistema que evite la dependencia de las importaciones exteriores en productos básicos y material militar.
- Medidas de ahorro del consumo energético.
- Incentivación de la mano de obra a bajo coste para ocupar los puestos de trabajo de aquellos que se incorporan al ejército.
- Cambios en la política agrícola que dirigen los cultivos y la industria transformadora hacia la producción de granos y, en general, cultivos que aporten una alta cantidad de hidratos de carbono.
- Aumento de la producción de la industria pesada y de material militar.
- Establecimiento de reducciones del consumo privado, que puede incluir el racionamiento a la industria y a las familias."
Guerra.
Tras la "imposición" del objetivo de alcanzar una inversión en defensa que llegue al 5% del PIB para todos los miembros de la OTAN , el rearme ha entrado en la economía como modelo de futuro crecimiento.
Rusia y Europa se encuentran inmersas en un guerra híbrida (en palabras de Von der Leyen).
En previsión de un posible conflicto de ambas potencias, Europa se ha propuesto alcanzar una inversión con carácter estructural que permita mantener una guerra a largo plazo (guerra de desgaste), con garantías de éxito (agotamiento económico o derrota militar).
«Las guerras terminan con la derrota militar o la extenuación económica, de ambas cosas ambos bandos estamos lejos», apuntó Merz.
La declaración de La Haya del 25/Junio/2025 es muy clara al respecto (amenaza de Rusia y respuesta en forma de rearme).
- Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza del Atlántico Norte, nos hemos reunido en La Haya para reafirmar nuestro compromiso con la OTAN, la Alianza más fuerte de la historia, y con el vínculo transatlántico. Reafirmamos nuestro férreo compromiso con la defensa colectiva, consagrado en el Artículo 5 del Tratado de Washington: un ataque contra uno es un ataque contra todos. Nos mantenemos unidos y firmes en nuestra determinación de proteger a nuestros mil millones de ciudadanos, defender la Alianza y salvaguardar nuestra libertad y democracia.
- Unidos ante las profundas amenazas y desafíos a la seguridad, en particular la amenaza a largo plazo que representa Rusia para la seguridad euroatlántica y la persistente amenaza del terrorismo, los Aliados se comprometen a invertir el 5 % de su PIB anualmente en necesidades básicas de defensa, así como en gastos relacionados con la defensa y la seguridad, para 2035, a fin de garantizar nuestras obligaciones individuales y colectivas, de conformidad con el Artículo 3 del Tratado de Washington. Nuestras inversiones garantizarán que dispongamos de las fuerzas, las capacidades, los recursos, la infraestructura, la preparación para la guerra y la resiliencia necesarias para la disuasión y la defensa, en consonancia con nuestras tres tareas principales: disuasión y defensa, prevención y gestión de crisis, y seguridad cooperativa.
- Los aliados acuerdan que este compromiso del 5% comprenderá dos categorías esenciales de inversión en defensa. Los aliados asignarán al menos el 3,5% del PIB anual, basándose en la definición acordada de gasto de defensa de la OTAN para 2035, a las necesidades básicas de defensa y al cumplimiento de los Objetivos de Capacidad de la OTAN. Los aliados acuerdan presentar planes anuales que muestren una trayectoria creíble y progresiva para alcanzar este objetivo. Además, destinarán hasta el 1,5% del PIB anual a, entre otras cosas , proteger nuestra infraestructura crítica, defender nuestras redes, garantizar nuestra preparación y resiliencia civil, impulsar la innovación y fortalecer nuestra base industrial de defensa. La trayectoria y el equilibrio del gasto en virtud de este plan se revisarán en 2029, a la luz del entorno estratégico y los Objetivos de Capacidad actualizados. Los aliados reafirman su compromiso soberano permanente de brindar apoyo a Ucrania, cuya seguridad contribuye a la nuestra, y, para ello, incluirán las contribuciones directas a la defensa de Ucrania y a su industria de defensa al calcular su gasto de defensa.
- Reafirmamos nuestro compromiso compartido de expandir rápidamente la cooperación transatlántica en materia de industria de defensa y de aprovechar las tecnologías emergentes y el espíritu de innovación para impulsar nuestra seguridad colectiva. Trabajaremos para eliminar las barreras comerciales en materia de defensa entre los Aliados y aprovecharemos nuestras alianzas para promover la cooperación en materia de industria de defensa.
- Expresamos nuestro agradecimiento por la generosa hospitalidad que nos ha brindado el Reino de los Países Bajos. Esperamos con interés nuestra próxima reunión en Turquía en 2026, seguida de una reunión en Albania.
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Ahora podemos discutir como y cuando vamos a entrar en guerra, porque será más complicado evitar el compromiso, si las "circunstancias" aconsejan la entrada en guerra.
Economía digital adaptada a la guerra.
Una vez convenientemente "preparados" para la guerra, en la descripción de las medidas que se desarrollan en una economía de guerra, podemos comprobar como el control de la economía y los procesos productivos, junto con las restricciones y racionamientos necesarios, son acciones vitales para redirigir la economía hacia el objetivo de una eficiente organización que cualifique cada país para la misión encomendada.
Tanto la política monetaria, como el control de la inflación, los procesos enfocados en hacia una industria de guerra y cierto racionamiento de la población, son prioridades para los gobiernos. En este sentido, se necesita una herramienta adecuada para conseguir maximizar el control de la población, mientras se potencia al límite la capacidad de la maquinaría militar, sin que fenómenos como la inflación monetaria (efecto colateral habitual al esfuerzo brutal que se requiere en una guerra), impidan el objetivo final.
No solo hay que pensar en una guerra militar, también las guerras comerciales vigentes en la actualidad nos empujan "a la fuerza", a pensar en un modelo de autarquía (más o menos desarrollado) para reducir la escasez de elementos de tierras raras (en el caso de China) o escasez de semiconductores-transistores (en el caso USA) o la reducción de productos energéticos como el gas o el petróleo (Oriente Medio-Rusia).
Aquí es donde entra la digitalización de la economía, fundamental para establecer un control efectivo sobre todos los sectores.
- El primer paso es la moneda digital, asociada a un control de las cuentas digitales, sin permitir que el efectivo pueda eludir los controles. Se prohíbe el efectivo, para evitar la economía sumergida, puesto que una vez comiencen los racionamientos, se puede asignar a cada cuenta digital una serie de limitaciones de compra, tanto de productos como un límite de gastos e ingresos.
La inyección monetaria y el esfuerzo inversor que implica una economía de guerra, disparan todavía más la enorme deuda, lo que obliga a controlar la economía con un conjunto de medidas que impiden la explosión inflacionaria y anulan los efectos dañinos de la pérdida de confianza en el sistema.
Al mismo tiempo, las cantidades acumuladas en las cuentas individuales (o de empresa) se pueden utilizar para compartir el esfuerzo inversor, según la política económica de cada país. Esto solo es un reacondicionamiento del ahorro particular a los objetivos del estado, por el bien común.
- El segundo paso es la identificación digital, asociando el pasaporte digital con un programa de reconocimiento facial para restringir la movilidad. Se necesita un exhaustivo censo digital antes de implantar el sistema de movilidad. No hace falta explicar este punto.
- El tercer punto es la reorganización digital del trabajo. La cartilla de trabajo digital permite en cada momento redirigir las horas del trabajador al procedimiento más efectivo, de forma que una persona pueda cambiar de trabajo en función de las necesidades del país.
- El cuarto punto es el racionamiento masivo de todos las mercancías y servicios (incluso los energéticos), cuya escasez obligue a un control racional. La combinación de la cuenta digital con el pasaporte digital, permite establecer el control deseado, mientras se evita el desplazamiento, asignando a cada zona un ajuste perfecto.
Con estas medidas y una buena organización a todos los niveles, el sistema diseñado para una economía de guerra, alcanza una magnífica efectividad, mientras el control de la población minimiza las posibles protestas.
Puede parecer una distopía, pero la evolución a lo largo del tiempo, nos empuja a ese futuro no tan lejano.
Por ejemplo, esta es una lista de acciones que ya han sucedido o están ocurriendo.
Moneda digital.
Reconocimiento facial.
El primer ministro británico usará el reconocimiento facial para capturar a quienes se manifiesten contra la inmigración ilegal
Control de las cuentas.
Canadá está congelando cuentas bancarias de manifestantes sin orden judicial. Y no se salva ni bitcoin
Racionamiento energético.
Cambio de gobierno por la fuerza.
Limitación de la movilidad.
Solo es una decisión política.
Una vez implantada la economía digital, es mucho más fácil pasar a una economía de guerra, porque las herramientas de control ya están en disposición de uso. Por ejemplo, se puede permitir el uso del efectivo, hasta el comienzo de la guerra.
Mientras se diseñan las diferentes estrategias y se culminan los trabajos de preparación del nuevo sistema, puede existir una cierta libertad, coexistiendo con los programas de presentación de la economía digital, favoreciendo sus virtudes y omitiendo las posibilidades coercitivas del nuevo sistema.
La escasez de recursos está a la vuelta de la esquina y los preparativos de guerra ya se han anunciado, al tiempo que los avances digitales están a punto de entrar en nuestras vidas y el exceso de deuda ha alcanzado cifras insostenibles.
Los factores que predisponen a un cambio político de naturaleza sistémica ya están presentes. Solo falta adecuar el relato para una introducción aceptada por la mayoría de la población, y la distopía se convertirá en realidad.
Este artículo solo es una muestra de hacia donde nos podemos dirigir. La fecha del objetivo (2030-2035) es solo una referencia, pudiendo cambiar según los acontecimientos.
Solo una opinión.
leñe quark si publicas muy seguido, dos el mismo día, no das tiempo a digerir. Confieso que aun no le leído estos dos últimos post pero voy lanzando una pregunta. El otro día comentaste que habías planeado si las cosas estaban muy fea, tu y tu hija iros a Canadá... me quedé pensando ¿por qué Canadá? vale que es un país muy grande y relativamente poco poblado (para lo grande que es) pero es una país jorobado en cuanto a clima y no creo que sea el mejor para tener un huerto. Yo pensaría en algo más cálido como Australia por ejemplo. ¿Por qué Canadá? si es por motivos personales pues ok...
ResponderEliminarA mi me gusta el calor, pero mi hija prefiere el frio. Ambos son países con recursos (muchos), muy poco poblados (densidad de población) y no están en zona de conflictos. Australia tiene poco petróleo.
EliminarPero espero no moverme de España ...
https://x.com/KobeissiLetter/status/1982210651373048138
ResponderEliminarLos bancos centrales del mundo han recortado las tasas 312 veces en los últimos 24 meses, el segundo total más alto en al menos 25 años.