El coronavirus persistente.

 Aunque estamos en fase de gripalización, de quitarle importancia al contagio del coronavirus, lo cierto es que de vez en cuando, análisis, estudios y estadísticas, revelan que ha llegado para quedarse, con graves secuelas.

En el caso del sector sanitario, la situación es terrible. No solo se han infectado un 60% de los profesionales del sector, sino que el 50% de ellos tienen síntomas de coronavirus persistente, seis meses después de la infección, demostrando que las secuelas son bastante más graves de lo que se pensaba.

Una encuesta del sindicato CSIF a un millar de profesionales, ha revelado datos desconocidos dentro del sector.

https://www.heraldo.es/noticias/nacional/2022/04/26/mas-mitad-sanitarios-infectados-sufre-covid-persistente-1569787.html

Durante meses fueron nuestros héroes. Una encuesta del sindicato CSIF a un millar de sanitarios de todo el país constata ahora, esta vez con la corroboración de los datos, que claro que fueron heroicos frente al coronavirus, pero además desvela la penitencia que muchos de ellos pagan, y que pagarán durante años, por haberse jugado la vida y dado la cara por todos, sobre todo en las dramáticas primeras olas.

El sondeo detalla que el 60% de los trabajadores de hospitales, centros de salud, consultas y residencias se han infectado con el virus. Una tasa de contagio de más del doble que la del resto de los ciudadanos. El resultado de haber estado a diario en la primera línea de esta contienda sanitaria y, durante meses, casi sin protección alguna.

La indagación dibuja con nitidez el perfil mayoritario del sanitario infectado por la covid. Son mujeres (82% de los positivos), la mitad auxiliares de enfermería y enfermeras, de mediana edad y que hacen su trabajo de forma habitual en las plantas de hospitalización, las urgencias y las áreas de cuidados intensivos.

El segundo dato, posiblemente también vinculado a la gran cantidad de contagios tempranos, es que más de la mitad de los sanitarios que enfermaron presentan síntomas de covid persistente. Más de seis meses después del diagnóstico y de superar la fase aguda de la covid siguen con complicaciones graves y periódicas identificadas con esta patología secundaria, de la que aún se desconoce su origen y el porqué algunos infectados por el SARS-CoV-2 la desarrollan y otros no. También en este aspecto los sanitarios triplican la tasa de afectados por covid persistente que se estima para el resto de españoles, que es de entre el 10% y el 15% de los positivos.

La encuesta describe que los síntomas persistentes que más se repiten entre los sanitarios son el cansancio y la debilidad, los de tipo neurológico (dolor de cabeza, trastorno del sueño) y la debilidad muscular, la opresión en el pecho y los dolores articulares. Pero también, en proporciones menores pero altas, la ansiedad, la depresión o los cuadros de estrés postraumático, la alopecia, los problemas respiratorios, los gastrointestinales y los cardiovasculares como trombos, presión arterial alta o taquicardias. Prueba de que su salud ha sufrido graves daños tras la covid es que el 46,2% de los infectados aseguran haber tenido recaídas de la enfermedad y hasta el 17,2% de los diagnosticados, uno de cada seis, ha estado de baja más de un año por el coronavirus.

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Con esta encuesta, no podemos extrañarnos de la persistencia de las autoridades chinas en buscar los confinamientos ante el menor caso que aparezca, acosta de lo que sea. No sé si saben algo más o solo es precaución, pero los datos de la encuesta española, son como mínimo, muy preocupantes.

Ahora falta que las estadísticas oficiales, constaten el resultado de la encuesta, para comprobar la veracidad y fiabilidad de este estudio.

Hasta ahora, con lo poco que sabemos sobre los procesos de covid persistente, pensaba que existía una predisposición genética en las personas que acababan padeciendo coronavirus a largo plazo, pero viendo los resultados de esta estadística y pensando que los sanitarios son personas normales, puede que la enfermedad persistente tenga que ver con el grado de reinfecciones, algo que los sanitarios, sin duda, sufren más que el resto de la población.   

Por otro lado, aunque relacionado...

Un estudio de la Universidad Johns Hopkins, revela problemas cardiacos asociados al Covid, en personas que contrajeron el coronavirus, aunque lo pasaran de forma asintomática o muy leve.

https://publichealth.jhu.edu/2022/covid-and-the-heart-it-spares-no-one

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ACABAS DE PUBLICAR UN ESTUDIO QUE DICE QUE EN ALGUNAS PERSONAS QUE HAN TENIDO COVID, LOS PROBLEMAS CARDÍACOS PUEDEN PERSISTIR DURANTE UN AÑO O MÁS. ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO Y QUÉ ESTUDIASTE?

Hace tiempo que sabemos que durante la fase aguda, los primeros 30 días de COVID-19, las personas que tienen una enfermedad grave y necesitan ser ingresadas en el hospital o en la UCI pueden desarrollar complicaciones cardíacas. No sabíamos qué les pasaba a los corazones de las personas a largo plazo (de seis meses a un año) o qué les pasaba a las personas que tenían una enfermedad leve y no necesitaban hospitalización ni atención en la UCI.

Hicimos este estudio para evaluar el riesgo de un año de problemas cardíacos en personas que contrajeron COVID-19, en comparación con casi 11 millones de controles de personas que no lo hicieron.

¿QUE ENCONTRASTE?

El principal hallazgo fue que las personas con COVID-19 tienen un mayor riesgo de todo tipo de problemas cardíacos al año. Eso incluía arritmias (latidos cardíacos irregulares o latidos cardíacos demasiado rápidos o demasiado lentos) y fibrilación auricular (un ritmo cardíaco rápido en un patrón particular). Encontramos evidencia de un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, de coágulos de sangre en las piernas y los pulmones, y de insuficiencia cardíaca y ataques cardíacos. El aumento del riesgo de un amplio espectro de problemas cardíacos fue evidente. 

Empecé pensando que [el riesgo] iba a ser más pronunciado y evidente en las personas que fumaban mucho o tenían diabetes, enfermedades cardíacas, renales o algunos [otros] factores de riesgo. Lo que encontramos es que incluso en personas que no tenían ningún problema cardíaco desde el principio, eran atléticas, no tenían un IMC alto, no eran obesas, no fumaban, no tenían enfermedad renal o diabetes, incluso en personas que anteriormente eran saludables y no tenían factores de riesgo o problemas con el corazón: COVID-19 los afectó de tal manera que manifestaron un mayor riesgo de problemas cardíacos que las personas que no contrajeron COVID-19.

Fue realmente revelador que el riesgo también fuera evidente en personas que no tenían COVID-19 grave que requería hospitalización o atención en la UCI. Las personas que contrajeron COVID-19 y eran asintomáticas, o que contrajeron COVID-19 que era tan leve que podían cuidarlo en casa, sin ir al médico, desarrollaron un mayor riesgo de problemas cardíacos un año después.

¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL CUERPO ? 

Muchas cosas diferentes podrían estar sucediendo. Es posible que el virus en sí mismo y la respuesta inmune a él provoquen una inflamación intensa que posteriormente golpee el corazón y provoque algunas de las manifestaciones que hemos visto aquí. Es posible que el COVID-19 ataque las células endoteliales que recubren los vasos del corazón. Algunas de estas células pueden morir y eventualmente facilitar la formación de coágulos de sangre y bloqueos de las arterias o vasos del corazón. 

Hay varios otros mecanismos que giran en torno a algo llamado receptor ACE. El virus tiene algo llamado proteína espiga, que es como una llave que activa una cerradura: el receptor ACE. Eso permite que el virus ingrese a las células, incluidas las células del corazón. 

¿Por qué el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID 19, al que todos pensábamos como un virus respiratorio, atacaría el corazón hasta dentro de un año? Esa es probablemente una de las explicaciones.

sigue...

Saludos.