Pero, pero... ¿la transición energética no iba a hundir los precios del gas, carbón y petróleo?. Escasez de petróleo en 3T.

 Estamos todos anonadados intentando asimilar que ha pasado con el mercado de la electricidad, del gas y del carbón. Después de implantar en nuestras mentes, la magnífica idea de sustituir las energías fósiles por renovables y aceptar la versión de un cambio rápido que mejoraría la calidad de vida del planeta, nos encontramos con una subida histórica en los precios del gas, carbón y electricidad.

No tiene sentido.

Si la masiva utilización de las energías renovables iba a sustituir el consumo de gas y carbón para generar electricidad, parece sensato pensar que un menor uso del gas-carbón, supondría una menor demanda y (ante el exceso de gas-carbón) una fuerte caída de los precios. 

En España hemos pasado en pocos años de generar electricidad solo con la energía hidráulica, a pasar a generar  el 40%, con energías renovables, sobre todo eólica y solar. Y ha sido a costa del carbón y en parte del gas.

¿Cómo es posible que suban tanto los precios del gas y del carbón, cuando deberían estar bajando por un menor uso?.  

Primero un vistazo a los precios del gas y del carbón en otros países.

El gas en Holanda.


     

La electricidad en Reino Unido. En libras/MWhora.


  

La electricidad en toda Europa. Euros /MWh.


El carbón americano. Dólares por tonelada.


Tenemos la electricidad en España a 153 euros el MWhora.

En este gráfico podemos ver la evolución del precio desde el año pasado, para comprobar el tamaño de la subida.


Si, el año pasado estuvo en torno a 35 euros de media, frente a 153 euros en la actualidad.


¿Qué ha ocurrido?. 

Sin entrar en el tema de las intermitencias, es decir que no siempre hace sol o sopla el viento y por lo tanto se necesita un respaldo, para compensar la baja producción eléctrica renovable en momentos determinados, está claro que una transición energética de este calibre, necesita asegurar cada paso que da, antes de  proceder a sustituir todos los combustibles fósiles. 

Primero porque duplicamos la capacidad del sistema al utilizar el sistema de respaldo, segundo, porque al dejar de utilizar el gas y el carbón, los productores dejan de invertir en nuevos yacimientos y minas, por razones evidentes. Eso significa que cuando necesitemos gas o carbón, puede que no existan reservas en cantidad suficiente.

Ha bastado un invierno frio, que ha reducido las reservas de gas (en Europa) un 20% por debajo de lo normal, para que el precio del gas se dispare, cuando no se repone con la suficiente celeridad. Las minas de carbón se van cerrando y ocurre algo parecido.

En la transición acelerada, no se ha pensado con profundidad, que ocurre cuando las energías renovables todavía no son capaces de suplir con seguridad, los combustibles fósiles. Porque no nos engañemos, el déficit de gas y carbón será estructural, si seguimos sin invertir en ellos.

Y mientras no solucionemos el problema de la intermitencia , seguiremos necesitando respaldo. Y esto ocurre, antes de llegar al 70-80% de la generación eléctrica por renovables y sin tener en cuenta el impacto de la electrificación de la economía mundial, todavía en mantillas, porque dependemos de un 80% de los combustibles fósiles en la energía primaria. 

Si este invierno viene frio, vamos a ser conscientes del resultado de la imprevisión.


PETRÓLEO.


Con ser malo este panorama, todavía no hemos visto lo peor. 

La baja inversión estructural en el mercado del petróleo está consiguiendo un fuerte déficit en los inventarios de productos petrolíferos, al disminuir la producción. 

Debemos dar gracias a la pandemia, porque su aparición, permitió revertir la mala situación de los inventarios a comienzos de 2020 (al hundirse el consumo de petróleo por la paralización de la actividad) y aumentar las cifras de los inventarios muy por encima de la media de los últimos cinco años.

Ahora, aún sin recuperar plenamente el consumo de petróleo, los niveles de inventarios ya están muy por debajo de la media de cinco años. Es muy posible que si no se hunde el consumo en los próximos meses (no me pregunten como, que se me ocurren dos o tres ideas deplorables), los bajos inventarios puedan provocar otra crisis de precios semejante a la del gas y electricidad.

De momento, hoy la Opep ha presentado su informe mensual, del que se pueden extraer datos preocupantes.

file:///C:/Users/rober/Downloads/OPEC_MOMR_September_2021%20(1).pdf 


INVENTARIOS.

Se puede comprobar que los inventarios de la OCDE están más de 300 millones de barriles por debajo del año pasado y 122 millones más bajos que la media de los últimos 5 años.  Es decir desde Agosto de 2020 hemos reducido los inventarios más de 300 millones en solo once meses y sin recuperar la demanda a los niveles de 2019 todavía. 




   PRONÓSTICO DEMANDA  2021.


La demanda mundial de petróleo para el tercer trimestre de 2021 asciende a 98,46 millones de b/d.  




PRONÓSTICO PRODUCCIÓN 2021.


La producción total mundial (no opep) asciende a 64,13 millones de b/d en el tercer trimestre. 




PRODUCCIÓN REAL OPEP 2021.

La producción real de la OPEP en los meses de Julio y Agosto de 2021 asciende a 26,61 y 26,76 millones de b/d respectivamente.



BALANCE OFERTA DEMANDA 2021.


Con los datos anteriores ya podemos establecer el balance oferta demanda de petróleo para el año 2021.



 Se puede ver que en el primer trimestre de 2021, el déficit del mercado era solo de 120.000 b/d, pero en el segundo trimestre, al recuperarse la demanda, el déficit ya subió a 1,77 millones de b/d, una cantidad enorme.

El tercer trimestre no ha terminado, pero podemos avanzar algunas cifras. 

La producción de la OPEP en Julio y Agosto ha promediado:

26,11 + 26,76 = 52,87 dividido por dos meses nos da un promedio de 26,44 millones de b/d.

Para igualar la demanda de 98,46 millones de b/d, teniendo en cuenta la producción del resto del mundo y los LGN, necesitaríamos 29,10 millones b/d de la producción OPEP. Como solo han llegado a 26,44, tenemos un déficit de:

29,10 - 26,44 = 2,61 millones de b/d. 


Es decir en Julio y Agosto de 2021, existe un déficit esperado de 2,61 millones de barriles cada día.

Pero esto no es lo peor.

Como consecuencia del huracán IDA, en Septiembre la producción del golfo de México ha parado casi al completo.


  

Es decir en lo primeros diez días de Septiembre, al déficit de 2,61 millones de b/d hay que añadir 1,6 millones de b/d de la parada americana, por lo que es inevitable hablar de un déficit superior a 4 millones de b/d en estos momentos.

Es evidente que estamos en aprietos y no puede extrañar ni la petición de Biden a la OPEP, para que aumente la producción, ni la venta de parte de la Reserva Estratégica en EE.UU (habitual) ni la sorprendente decisión de China de vender también parte de su propia Reserva Estratégica, para evitar una explosión en  los precios del petróleo.

Hasta ahora, estábamos acostumbrados a que el shale oil fuera capaz de suministrar todo el petróleo que no viniera del resto del mundo, incluida la OPEP. En 2021 hemos comprobado que no es así y por ello el suministro de petróleo sigue siendo reducido con precios superiores a los 70$ el barril.  


Sin el incremento de la producción del shale oil, que nos ha salvado los últimos diez años, estamos al borde de una debacle y solo queda por ver, que medidas tomarán para evitar que una crisis se sume a la otra, en los precios del gas y la electricidad.    


Saludos. 

PD. Parece que la caída de inventarios empieza llamar la atención.

Un interesante análisis.

https://www.zerohedge.com/news/2021-09-13/oil-time-think-about-upside-again-analysis

 

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