Un tsunami (o meteorito) viene hacia nosotros.
En pleno siglo XXI, la estulticia de la humanidad ha alcanzado límites desconocidos.
No todo es culpa nuestra, porque de una forma u otra, el poder ha sido alcanzado por advenedizos cuyo único interés se centra en mantener el cetro de control, el mayor tiempo posible. La planificación no pasa de un año o poco más, los problemas se acometen de uno en uno, por riguroso orden de llegada, ignorando la magnitud de la lista pendiente de problemas.
Para conseguir sus fines, cuentan con una formidable maquinaria mediática, capaz de tergiversar la realidad hasta extremos insospechados.
Supongamos que un meteorito de tamaño descomunal, se acerca a la Tierra. El peligro es extremo y si no hacemos nada por destruirlo, el planeta perecerá o quedará seriamente dañado y la mortalidad esperada será muy elevada. En lugar de comunicar los datos reales a la población, con las fechas precisas y los efectos mortales (puesto que es muy difícil evitar el meteorito), la planificación de los medios se centra en minusvalorar el problema, con todo tipo de mensajes engañosos y centrarse en una pandemia que "asola" la población, minorando el verdadero peligro, que se aloja en un futuro cercano (unos pocos años).
Los efectos del meteorito tienen un impacto anticipado con algunos trozos adelantados, que al llegar a la superficie terrestre, causan explosiones masivas, pero pequeñas en comparación con el tamaño terrestre. Aún sí, se puede comprobar que los daños son enormes, pero lo cierto es que esos percances, son hábilmente disimulados con la narrativa oficial. La campaña mediática nos informa que los daños son transitorios, efectos colaterales sin importancia y el meteorito será volatilizado con una inversión suficiente en armas de destrucción masiva, llamadas renovables.
La AIE se plantea en un informe básico para entender el "plan", que si invertimos una cantidad desorbitada en crear ciertas "armas", el meteorito podrá desvanecerse y no causará mayor problema. Quizás exista alguna dificultad en encontrar suficientes materiales complejos de extraer, para fabricar los dispositivos, pero si nos ponemos a trabajar e invertir, las "armas" estará dispuestas en 20 años.
Lo que no han dicho en ningún sitio, es que el momento del impacto del meteorito, no es dentro de 20 años, sino en 2025.
Mientras tanto, el buen funcionamiento de la cadena se suministros se ha roto, como consecuencia de un sistema excesivamente complejo, donde cada producto contiene un elevado número de piezas, que se fabrican en los cinco continentes, pero como es preciso alcanzar economías de escala para mantener la rentabilidad empresarial, la fabricación se encuentra diseminada en diversos enclaves especializados. Si una pieza falla, o no llega a tiempo, la cadena se para. En principio eran problemas puntuales, debido al confinamiento por la pandemia. Pero con el paso del tiempo, en lugar de resolver cada punto de fricción, lo que hemos conseguido es multiplicar la escasez de piezas imprescindibles. El eslabón más débil de la cadena ha resultado ser una continuidad de eslabones, que con el paso del tiempo ha causado otros problemas.
Primero eran los fletes, el traslado de los contenedores de Oriente a Occidente, se complicaba, gracias a las distintas velocidades de recuperación de lo confinamientos en China, luego fallos en la cadena de los chips, más tarde escasez de plásticos y acero, con la subida de precios asociada y ahora inflación desbocada y escasez de todo.
Cuidado, estos problemas solo son las partes adelantadas del meteorito.
Veamos en que consiste el tsunami que viene hacia nosotros en forma de meteorito.
En 2018, la AIE en el WEO 2018, dió su última versión real del problema de la falta de inversión en petróleo.
Dejo la versión de A. Turiel para su blog The oil crash, porque me parece un resumen acertado.
https://crashoil.blogspot.com/2018/11/world-energy-outlook-2018-alguien-grito.html
" Y por fin llegamos a la sección que estábamos intuyendo y esperando, en la que se habla del efecto de la caída en inversión que se observa actualmente en todos los campos de la energía, desde la energía renovable - aviso a navegantes - a las fuentes de energía más tradicional. Y aquí, como un iceberg flotando a la deriva en las postrimerías del mar de la autocomplacencia nos encontramos la siguiente gráfica sobre la evolución prevista para la producción de petróleo, atención al dato, durante los próximos 7 años (sí, solamente 7 años).
¿Cómo se interpreta esta alarmante gráfica? De acuerdo con el texto, la franja de color granate es lo que denominan "declive natural" y corresponde a cómo disminuiría la producción de petróleo si las compañías ni siquiera invirtieran en mantener los pozos actuales; como se explica en el informe, es del 8% anual. La franja de color claro corresponde al "declive observado" y es lo que la AIE infiere que decaerá en realidad la producción si las compañías por lo menos invierten lo que se necesita para el correcto mantenimiento de los yacimientos actuales (lo cual no se cumplirá en todos los casos, cabe decir). Este declive corresponde a un 4% anual. Si no fueran a entrar en línea nuevos yacimientos, en tan solo 7 años a partir de ahora nos encontraríamos que la producción estaría 34 Mb/d por debajo de donde se espera que debería estar la demanda con el escenario de Nuevas Políticas, o unos 25 Mb/d por debajo de la demanda mucho más moderada del escenario de Desarrollo Sostenible. Es un agujero enorme, de más del 35% de todo el petróleo que se produce hoy en día.
En el texto, la AIE nos advierte que no hay nada de particular con esta gráfica tan terrorífica porque se aprobará la explotación de nuevos yacimientos que cubrirán en buena medida ese agujero. Sin embargo, nos advierten, para evitar todo ese agujero nos haría falta aprobar yacimientos con recursos alrededor de 16 mil millones de barriles cada año, cuando se están aprobando con recursos de 8 mil millones cada año que ha pasado desde 2014. A este ritmo, estima la AIE, nos vamos a encontrar con un déficit de 13 Mb/d en el año 2025. En suma: la AIE está asumiendo, sin mostrarlo simple y abiertamente en una gráfica, que la producción en 2025 será inferior a la de hoy en día. En esencia, el peak oil."
Es decir, si no se invertía el doble del periodo 2015-2018, la producción de petróleo sería incapaz de cubrir la demanda de 2025. ¿Y cuanto petróleo faltaría?. Nada menos que 13 millones de b/d en 2025.
Como han pasado casi tres años, desde estas previsiones de la AIE, veamos que ha ocurrido con la inversión.
Según Rystad Energy, la inversión se ha desplomado en 2020-2021 y no se espera que se recupere en el periodo hasta 2025.
El gráfico que señala esta previsión es este.
Antes de la pandemia, se esperaba una cierta recuperación de la inversión, sin llegar a las necesidades que calculaba la AIE, pero lo que ha ocurrido es lo contrario.
El sector del petróleo no tiene milagros. Si inviertes en los campos sin desarrollar, obtienes más producción de petróleo. Si no inviertes, el decline de los campos ya desarrollados es inmisericorde. Solo son matemáticas.
Por lo tanto, y puesto que lo nuevos desarrollos (excepto el shale oil, que es de ciclo corto) no se han puesto en marcha, ya andamos rumbo a la colisión frontal con el meteorito. Teóricamente faltarán más de 13 millones de b/d en 2025.
La pandemia hundió la demanda y creó la falsa sensación de exceso en el mercado del petróleo, con los precios incluso llegando a negativo. Con la recuperación de la crisis, sea por vacunación o por acostumbrarnos a convivir con ella, la demanda se espera aumente a 99 millones de b/d a finales de 2021 y alcance los 102 millones de b/d en 2022.
La secuencia que nos trae esta situación es sencilla de describir. A lo largo de 2021, los inventarios se irán reduciendo hasta alcanzar cotas peligrosas. Como consecuencia de ello, los precios del petróleo alcanzarán los 80-90$ en la segunda parte del año y si no se toma ninguna medida y no hay nuevas restricciones o prohibiciones, en 2022, el petróleo superará los 100$.
Si los BC prosiguen en su intento de sostener la economía inyectando más y más dinero, si los gobiernos emergentes, para evitar revueltas, reducen los impuestos, el consumo se mantendrá y los precios del petróleo superarán máximos históricos, unido a una elevada inflación, causarán un descarrilamiento económico de magnitud considerable.
Si los BC suben tipos o cortan el grifo, la economía mundial sufrirá una convulsión mayúscula y otro crash.
Es decir muerte o enfermedad grave. Y además sin remedio.
Nunca llegaremos a tener un desfase de 13 millones de b/d porque mucho antes, el consumo se desplomará como consecuencia de una crisis jamás vista.
Poner la vista en 2050 o incluso en 2030, son brindis al sol.
El tsunami viene hacia nosotros ya mismo. Y recordar que solo estamos asistiendo a la fase inicial de los problemas. El petróleo es la sangre de sistema. Sin él, se paraliza absolutamente todo.
La escasez prevista, afectará a las economías débiles antes que al sistema euro-dólar, por lo que conviene vigilar los emergentes.
El jefe de Rosneft, la gran petrolera rusa, advierte de una escasez si no se invierten 17 billones de dólars hasta 2040, es decir tres veces más que en la actualidad.
Y ahora recordando el proceso que nos ha llevado hasta aquí, surgen preguntas, sobre la reacción de las autoridades. Hasta ahora el problema es la emergencia climática. Es la razón urgente para dejar los combustibles fósiles.
La secuencia de acontecimientos que precipitan las medidas que se han tomado desde 2018 comienza con el peak oil declarado en Noviembre de 2018. La incapacidad del shale oil de remontar la producción para tapar la menor producción del resto del mundo, destroza las previsiones de la AIE, que había depositado toda su esperanza en un despegue brutal de la producción estadounidense en el WEO 2019.
Esta falsa esperanza se supera a principios de 2020 con la aparición de la pandemia que hunde el consumo, tras los confinamientos forzados y el desplome de los viajes aéreos.
Todo el 2020 y parte de 2021, la demanda de petróleo ha permanecido bajo mínimos, pero con la vacunación, la demanda está explotando y empieza la cuenta atrás.
Como he comentado antes, la situación es desesperada.
En Julio de 2021 tenemos el evento organizado por el WEF, llamado cyber polygon. Se trata de simular una secuencia de ataques cibernéticos, que ponen en apuros el suministro mundial de energía y otros productos, sumiendo la economía mundial en un grave problema. Algo parecido ocurrió antes de la pandemia, por lo que ya sería mucha casualidad que ocurriera algo parecido. De momento en forma de aperitivo, ya hemos tenido varios ataques peligrosos en EE.UU.
Brandon Smith relata estos acontecimientos en este artículo, que no quiere decir que la profecía se fuera a cumplir.
Lo cierto es que lo que los medios nos venden es una salida maravillosa de la crisis tras la vacunación, que recuperará las economías y volveremos a disfrutar de nuestro elevado nivel de vida.
El problema sigue siendo la emergencia climática y la solución, la transición energética. Es la versión oficial. Y si alguien difiere de esta versión se le censura. El meteorito que viene hacia nosotros no existe según esta versión o simplemente es una parodia de la emergencia climática. El peak oil nunca h existido en la versión oficial y cuando las pruebas han sido concluyentes, se ha sustituido por la versión edulcorada del pico de la demanda. No nos ha dejado el petróleo a nosotros, sino que nosotros hemos dejado al petróleo voluntariamente.
Suerte a todos, la vamos a necesitar.
Saludos.
Cada pieza que encaja en este gran puzzle, es como si nos cortaran un trozo de carne,,,, el problema vendrá cuando estemos insensibilizados.
ResponderEliminarHola timi.
ResponderEliminarNo me gusta hablar de las teorías de la conspiración, pero es evidente desde que aparecieron los mensajes cruzados del FMI y el WEF, que al menos existe un grupo de control que conoce las dificultades sobre la escasez de recursos, la deuda excesiva y la superpoblación, que prepara los planes para evitar en lo posible, males mayores.
Ver como muchos dirigentes presentan en las fotos, esa solapa con el logotipo de la agenda 2030, junto a reuniones del Papa Francisco, con las familias Rothschild y Rockefeller, chirría un poco.
Hay un plan por este lado y al menos un frente común contra China-Rusia-Irán, por el control de los medios (recursos). Eso que se pueda ver con claridad.
Las piezas todavía no han encajado, pero al menos vemos por donde vienen los problemas.
Saludos.
Gracias por iluminar un poco estas noticias que nunca tendrán la relevancia que merecen.
ResponderEliminarNos quieren ciegos, sordos y mudos. Y lo peor es que en el día a día del común de los mortales, te das cuenta de que lo han conseguido.
Animo y como bien nos deseas, suerte.
Gracias Juan.
EliminarMuchas veces dudo si no nos dicen la verdad por nuestro propio bien. Si advierten sobre la escasez de recursos con un mensaje sencillo y claro, quizás el pánico y el acaparamiento fuera la respuesta. Todo el mundo no responde igual al llamamiento a la austeridad, por el bien del resto de la humanidad.
Por otro lado, pedir contención al que no tiene nada como sucede con miles de millones de personas en el mundo, es imposible y países como China e India, por ejemplo, no lo aceptarían. Está claro que hicieran lo que hicieran, la solución es muy difícil.
Otra cosa es el aprovechamiento de la situación en su propio beneficio, algo repugnante, cuando mucha gente pasa hambre y tienen una calidad de vida tan deplorable.
Al final el sobrepasar la capacidad de carga de la Tierra es culpa de todos y de nadie. Los recursos estaban aquí y a todo el mundo le gusta mejorar. Pero explicar que estamos en la cima de una montaña y que ahora toca bajar deprisa, no le viene bien a nadie.
Saludos.
Yellen dice subir tasas de interés sería "una ventaja" para EEUU y Fed: Bloomberg
ResponderEliminarhttps://es.investing.com/news/economic-indicators/yellen-dice-subir-tasas-de-interes-seria-una-ventaja-para-eeuu-y-fed-bloomberg-2124484
Hola marc.
ResponderEliminarLa inflación no va a ser tan transitoria como dicen. Parece claro que en algún momento tendrán que subir tipos y están preparando el terreno.
Saludos.