El modelo no solo está roto, está colapsando.
El sistema tal y como lo conocemos ha dejado de funcionar. Si alguien le pregunta a cualquier gobierno occidental (o en China) si piensa como objetivo reducir la deuda, la respuesta es una carcajada. Todos los gobiernos se han vuelto irresponsables y priorizan el gasto sin control, antes que unas cuentas públicas austeras. El resultado es el aumento de deuda primero (durante muchos años), luego la pérdida del control, después la subida de la rentabilidad de la deuda como consecuencia de esa dejadez permanente y finalmente el colapso, cuando se pierde la confianza de los inversores. Un vistazo a los déficit presupuestarios de alguno de los principales países en varios continentes, nos sitúa exactamente en el lugar que nos corresponde. USA. Japón. Francia. No estamos hablando de una crisis que dure unos años y justifique este déficit, sino una sistemática política económica que utiliza la deuda y el déficit para perpetuar un crecimiento artificial y un mantenimie...